La denuncia de un ciudadano chino sobre evasión de capitales, origen de la operación Emperador
- Envió un correo al Ayuntamiento de Fuenlabrada, dos años antes
- Denunció una evasión "del 80% o más" en un almácen de venta al por mayor
La denuncia de un ciudadano chino ante el Ayuntamiento de Fuenlabrada (Madrid), al que avisó de irregularidades fiscales y laborales en el polígono Cobo Calleja de ese municipio, fue el origen de la operación Emperador, abierta para investigar la trama de evasión de capitales presuntamente dirigida por Gao Ping.
El sumario de la investigación policial, al que cita Efe, incluye un correo electrónico enviado al área de Sanidad de ese ayuntamiento el 24 de enero de 2011, casi dos años antes de la detención de Gao Ping, actualmente en libertad por declararse ilegal la prórroga de su arresto dictada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.
Ese ciudadano denuncia a través de ese correo que en Cobo Calleja hay un almacén de venta al por mayor en el que la evasión fiscal es "del 80% o más".
Así, subraya que "el año pasado" la facturación fue de 90 millones de dólares y se declaró por diez millones "o menos".
Pero además, el denunciante asegura que todos los empleados trabajaban diez horas (desde las 9 de la mañana hasta las 19.30 horas), mientras que el seguro es solo para entre 4 y 6 horas.
Un punto importante de reunión
El sumario refleja también que un confidente de la Policía reveló que Haijun Xia, cercano a la cúpula de la red investigada, era "el objeto principal" de la denuncia de enviada al Ayuntamiento y, a su vez, cliente habitual de un restaurante de Leganés.
Este local, según ese confidente, era un punto importante de reunión de ciudadanos chinos que "compraban y consumían sustancias estupefacientes en su interior" y de actividades relacionadas con la prostitución.
Concretamente, estos clientes, vinculados con delitos relacionados con la inmigración ilegal, la extorsión a empresarios chinos y tráfico de drogas, consumían "ketamina", un anestésico de uso veterinario cada vez más consumido en Europa.
A partir de esa denuncia anónima, la Policía inició una investigación que puso de manifiesto la existencia de una trama criminal liderada por chinos, con ramificaciones en Europa y que enviaba grandes cantidades de dinero a China obtenido con sus actividades ilícitas.