Cinco muertos en los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Morsi en El Cairo
- Cuatro civiles mueren por disparos, otro por una descarga de perdigones
- Otras 450 personas han resultado heridas
- Son los peores sucesos violentos del país desde la elección de Morsi
Cinco manifestantes egipcios han fallecido y cerca de 450 han resultado heridos en los violentos enfrentamientos entre opositores y partidarios del presidente, Mohamed Morsi, que se sucedían en esta madrugada del jueves frente al palacio presidencial. Los cinco civiles muertos y los crecientes disturbios en El Cairo ilustran la división de un país que sigue sumido en una grave crisis y en un baño de sangre.
Lo que se ha visto durante la noche ha sido una auténtica batalla campal y peleas cuerpo a cuerpo, tan sólo interrumpidas por breves periodos de calma. Los dos bandos se han lanzado piedras, palos, botellas y cócteles molotov en los alrededores del palacio presidencial, en el acomodado barrio de Heliópolis, a las afueras de El Cairo.
Cuatro de los manifestantes muertos en los choques han fallecido por disparos de fuego, según ha indicado a los periodistas el jefe de los servicios de emergencias, Mohamed Soltane, informa France Presse. El quinto ha fallecido después de que su corazón fuese alcanzado por una descarga de perdigones, ha contado Milad Ismaïl, director del hospital de Machiyet el-Bakri, citado por la agencia oficial Mena. Cincuenta personas han sido arrestadas, según el Ministerio del Interior.
Se trata de los peores sucesos de violencia en Egipto después de la elección en junio de Morsi, primer presidente islamista del país. El jefe del Estado se ha ganado la furia de la oposición y de una parte de la judicatura por haber entrado en una deriva dictatorial al haberse arrogado por decreto poderes excepcionales el pasado 22 de noviembre.
A lo que se suma la redacción a toda prisa de una Constitución que será sometida a referéndum el próximo 15 de diciembre. La nueva Carta Magna, según la oposición, socava las libertades fundamentales y abre la vía de una aplicación más estricta de la ley islámica.
El jefe del Estado alega que el aumento de sus poderes es "temporal" y pretende evitar una transición tumultuosa. Los líderes de la oposición no islamista, entre ellos el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei y el excandidato presidencial izquierdista Hamdin Sabahi, afirmaron ayer miércoles que continuarán su "lucha" hasta que Morsi revoque estas dos decisiones.
“La raíz se halla en el decretazo del presidente y en el referéndum constitucional“
Una sociedad dividida
Los enfrentamientos se produjeron pese a los llamamientos a que los manifestantes se disolvieran, sobre todo por parte del primer ministro, Hisham Qandil, y de los Hermanos Musulmanes.
Estos, en su cuenta oficial de Twitter, han calificado a los detractores de Morsi como "golfos armados pertenecientes a la oposición y a los restos del régimen de Mubarak". Una acusación que ha suscitado la ira de los opositores, algunos de los cuales han hablado de "fascismo" y de "milicias" islamistas.
"Mohamed Morsi. Usted es el responsable", se podía leer en la página de Facebook 'Somos todos Khaled Saïd', el joven torturado hasta la muerte por la Policía cuyo asesinato contribuyó a agitar la revolución contra el dictador egipcio el año pasado. Mientras, el presidente aún no se ha pronunciado sobre la ola de violencia que recorre el país.
“Los leales al presidente califican a los opositores de "golfos armados" leales a los restos del régimen de Mubarak"“
Al llamamiento de los Hermanos Musulmanes, miles de personas se dirigieron hacia el palacio en la tarde del miércoles, desmantelando las tiendas de campaña en las que pequeños grupos contrarios a Morsi habían pasado la noche después de una manifestación masiva de la oposición este martes.
Las protestas también se han extendido al interior del país. Los contrarios a Morsi han incenciado locales de los Hermanos Musulmanes en Ismaïliya y Suez, en el noreste. En Alejandría, al norte, un hermano musulmán, Sobhi Saleh, miembro de la Comisión Constitucional, ha sido golpeado por opositores al presidente, según Mena. Una foto suya, con el cráneo ensangrentado, circulaba por las redes sociales. Delante del palacio, los testimonios de los ciudadanos traducían una sociedad profundamente dividida cerca de dos años después de la revuelta popular que tumbó el régimen de Hosni Mubarak.