El 'efecto' Nobel descubre al chino Mo Yan a los lectores españoles y triplica sus ventas
- El escritor pronuncia hoy a las 17.30 horas el discurso de aceptación del Nobel
- La editorial Kailas ha renovado con Mo Yan hasta el año 2020
- El Nobel chino llega a Estocolmo rodeado de polémica y con el vals aprendido
"El efecto del Nobel ha sido tremendo", asegura el director de la editorial Kailas, Ángel F. Fermoselle, sobre las ventas de la obra del chino Mo Yan (1955), que se han triplicado, dos meses después de que fuera proclamado ganador del Premio Nobel de Literatura 2012. El escritor pronuncia este viernes, a las 17.30 horas, el discurso de aceptación del premio, que le será entregado, junto a los otros galardonados, en una ceremonia el lunes 10 en Estocolmo.
El responsable de Kailas, una editorial mediana que ha logrado recientemente renovar los derechos de las obras del Nobel hasta 2020, cuenta a RTVE.es que están "muy satisfechos" con los resultados en España y, sobre todo, en Latinoamérica, donde "ha despertado un interés extraordinario" en las recientes ferias del libro de Guadalajara y México D.F.
Fermoselle está convencido de que Mo Yan será estrella de ventas estas Navidades, una de las épocas de más ventas para el sector editorial, pero sus expectativas son que se va a mantener "durante mucho tiempo", no solo por el "prestigio inherente" al premio Nobel, sino porque se trata de un autor "muy atractivo".
Grandes pechos, amplias caderas (2007), que retrata la China del siglo XX a partir de una familia concreta, es el libro que más éxito está teniendo, "quizás porque sea la más accesible para el lector occidental", dice el editor, y también Rana, su última novela, editada en España en 2011 y en China en 2009, sobre las consecuencias de la política del hijo único impuesta por el régimen chino.
Mo Yan elige a David frente a Goliat
Kailas, que tiene publicados seis títulos del que es el primer Premio Nobel de Literatura chino, ha vivido estas últimas semanas su particular versión de David contra Goliat. En 2013, la editorial perdía parte de sus derechos sobre la obra, pero ha conseguido renovar su colaboración profesional con el autor, que se remonta a 2004, hasta 2020.
"Podía haber firmado con la editorial que hubiera querido, pero ha preferido quedarse con nosotros", cuenta Fermoselle sobre lo que ha sido una decisión personal de Mo Yan que achaca a "una afinidad personal evidente" y a que está "tremendamente agradecido" a Kailas por haber dado a conocer su obra en España y Latinoamérica.
Dentro de este acuerdo, se incluye la publicación de tres nuevos títulos inéditos en España a partir de la próxima primavera que serán traducidos directamente del chino. Aunque no está cerrado por completo el orden y el calendario, la previsión inicial es publicar en primer lugar El suplicio del sándalo; 13 pasos, en otoño de 2013; y, ya en 2014, la obra titulada en inglés Pow!, para la que aún no se ha concretado el título en español.
Un hombre "muy simpático" y que ataca al régimen
Si hay alguien en España que se pueda decir que conozca bien a Mo Yan ese es el escritor Eugenio Suárez-Galbán, que compartió con él dos semanas entre Madrid y Barcelona cuando el Nobel vino en 2008 a presentar Las baladas del ajo. "Nos caímos bastante bien y me han dicho que ha preguntado por mí en alguna ocasión", cuenta Suárez Galbán a RTVE.es, aunque no mantiene contacto con él.
"Yo hablo inglés pero él solo habla chino, así que, además de con traductor, nos entendimos por el lenguaje gestual. Es un hombre muy simpático", cuenta Suárez-Galbán, también gran conocedor de la obra de Mo Yan, lo que le sirve para sostener que es "falso que sea un adepto al régimen porque lo ataca en sus obras".
Las influencias literarias occidentales que el Nobel le confesó pasan sobre todo por William Faulkner -"del que tiene su barroquismo"-, además de Ernest Hemingway y Gabriel García Márquez, aunque Suárez-Galbán rechaza de plano que se le compare con Frank Kafka.
Para acercarse a Mo Yan, Suárez-Galbán recomienda Shifu, harías cualquier cosa por divertirte (Kailas, 2011), una novela fragmentada en ocho relatos, ya que es una obra raramente breve en un escritor "tremendamente prolífico" y que cubre "casi todos los estilos de su obra". Preguntado por su libro favorito, y pese a que "es difícil quedarse con uno", se queda entre Sorgo Rojo (Muchnik, 1992 -la única no publicada por Kailas en España), llevada al cine por Zhang Yimou y que acercó al autor al mundo occidental, y Las baladas del ajo (Kailas, 2008), una defensa de la mujer frente a la tradición china.
Preparado para bailar el vals y rodeado de polémica
El reservado Guan Moye, que es el verdadero nombre del premiado (su pseudónimo significa "No Hables), ha llegado a Suecia, donde lleva tres días, no exento de polémica a raíz de no haber suscrito una carta remitida a Pekín por un total de 134 premios Nobel pidiendo al nuevo líder chino, Xi Jinping, la liberación "incondicional" del escritor Liu Xiaobo, galardonado con el Nobel de la Paz en 2010 y que cumple desde hace tres años una condena de prisión de once en su país por incitar a la subversión.
En una conferencia de prensa en la que participó este jueves en Estocolmo, rechazó opinar sobre su compatriota Liu Xiabo, aunque el pasado octubre, cuando se le anunció como ganador del Nobel de Literatura, Mo Yan había mostrado su esperanza de que Liu quedase en libertad "lo antes posible" y que así "se pueda entregar por entero a sus investigaciones sobre el sistema político y social". "Estoy seguro de que saben lo que dije entonces. ¿Por qué debería repetirlo? El tiempo es precioso", manifestó ayer en Suecia. Allí, además, aseguró que en todas las sociedades existe censura y que la diferencia está en su grado y en su forma.
Polémicas aparte, Mo Yan ha acudido a Suecia acompañado de su esposa y su hija. Y ha estado incluso aprendiendo el vals por si es invitado a bailar en el banquete posterior a la ceremonia, según ha confesado el hermano mayor del premiado, Guan Moxiam.
Después volverá a intentar esconderse en su Gaomi natal, una humilde ciudad de la provincia oriental de Shandong. De manera sorprendente, Mo Yan ha conseguido mantenerse bastante aislado de la vorágine del Nobel hasta el momento, pero todos los premiados hasta la fecha se han quejado de no haber podido dedicarse a escribir durante su año de 'reinado'.
El director de Kailas espera que sus múltiples compromisos no le impidan viajar a España en primavera para presentar sus nuevas ediciones: "Nos gustaría muchísimo que viniera. Vamos a intentarlo", concluye Fermoselle.