Obama se reúne con el líder republicano del Congreso para intentar evitar el 'abismo fiscal'
- Ni por parte del presidente ni de Boehner han trascendido detalles
- "Las líneas de comunicación continúan abiertas", dice la Casa Blanca
- Si no hay acuerdo, subirán las impuestos y vendrán duros recortes
- La Cámara de Representantes la domina la oposición
El presidente estadounidense, Barack Obama, y el líder republicano en el Congreso, John Boehner, se reunieron este domingo en la Casa Blanca para explorar vías que eviten el llamado precipicio fiscal antes de que acabe el año.
Según indicó Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, Boehner y Obama se reunieron este domingo por la tarde y "las líneas de comunicación continúan abiertas", aunque no quiso dar detalles de por dónde transcurrió la conversación.
Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, se ha reunido por primera vez personalmente con Obama desde hace casi un mes, cuando comenzaron las prisas por resolver antes de fin de año un problema que podría descarrilar la recuperación de la primera economía mundial. El republicano y Obama intentan que se alcance un acuerdo que evite que coincidan a comienzos de año un aumento de los impuestos generalizado y duros recortes automáticos al presupuestos, decididos como medida de presión tras el verano de 2011, cuando se consiguió in extremis aumentar el techo de deuda de Estados Unidos.
Ambas partes no han querido revelar los avances que se hayan podido producir hoy y que deberían poner finalmente de acuerdo a la Cámara de Representantes, dominada por republicanos, y el Senado, de mayoría demócrata, y acabar con la incertidumbre suscitada.
Vacaciones fiscales de la era Bush
El diario Politico considera que los republicanos podrían conceder que se extiendan las exenciones fiscales solo a los ingresos inferiores a los 250.000 dólares anuales, mientras que conseguirían compromisos en otras áreas, como en sus demandas para recortar el gasto en programas como el Medicare, que da cobertura sanitaria a jubilados y discapacitados.
Las llamadas vacaciones fiscales, aprobadas en la presidencia de George W. Bush y prorrogadas hasta ahora, podrían acabarse para las grandes fortunas, condición exigida por Obama para conseguir reducir el déficit de manera "equilibrada", sin incidir solo en recortes de gasto público.