Dimite un comisario de los Mossos tras la polémica por disparos de proyectiles el 14N
- Una mujer perdió un ojo presuntamente a causa de los disparos
- Un video mostró que se usaron armas en la zona del suceso
- El conseller de Interior se disculpa por haber dado información "incompleta"
- Mas ha ratificado a Felip Puig tras poner el cargo a su disposición
El conseller de Interior en funciones, Felip Puig, ha aceptado la dimisión del comisario jefe de Recursos Operativos de los Mossos d'Esquadra y jefe de los antidisturbios, Sergi Pla, y ha puesto su cargo a disposición del presidente Artur Mas, que le ha ratificado después de la polémica por las versiones incompletas sobre los disparos de los antidisturbios en la zona donde una mujer perdió un ojo.
En rueda de prensa tras reunirse con los grupos que conforman la Diputación Permanente del Parlament, ha informado de que acepta la dimisión de Pla --una decisión que "le honra"-, ha insistido en que no se dispararon pelotas de goma de los Mossos, un recurso que ve necesario, tras las nuevas indagaciones realizadas, y ha informado de que en la zona donde fue herida Ester Quintana se dispararon siete proyectiles, pero que ninguno pudo haberla herido porque fueron posteriores.
Puig ha reiterado que confía plenamente en que los Mossos no son los culpables del impacto que recibió Ester Quintana: "De la información que tenemos no se puede desprender que la lesión de Quintana haya sido causada por una acción de los Mossos".
Ha valorado que en ningún caso ha habido voluntad de ocultar información por parte de los mandos de Mossos, sino que lo ha achacado a un error de cálculo porque los informes que le remitieron se centraban en qué ocurrió en el punto donde cayó herida Quintana y no en zonas adyacentes.
“La información fue veraz pero incompleta“
Ha defendido que la información que dio en su comparecencia en el Parlament fue "veraz pero incompleta" y eso ha generado una sombra de duda que ha acabado afectando a la imagen de los Mossos, y ha pedido disculpas por ello a la sociedad y a la cámara.
No ha querido entrar en si quiere repetir al frente del cargo en el próximo Govern, y ha dicho que su voluntad de seguir o no es "irrelevante" pero que continuará ejerciendo su responsabilidad como conseller en funciones hasta el último momento.
Explicación sobre la omisión del informe policial
Ha explicado que el comisario Pla le justificó no haber elevado el informe más completo por una "diferencia de apreciación de lo que es o no relevante", y que le ha pedido ser relevado para superar una situación de crisis interna en el departamento.
El conseller ha indicado que ha tardado varios días en dar información porque quería tener todos los informes exhaustivos, y que no saben quién pudo herir a Quintana y ha puntualizado que es un tema judicializado y que le remitirán al juez toda la información que tienen y vayan recabando.
Sobre los disparos que se hicieron ese día, ha explicado que fueron 640 salvas (disparos sin munición), y 62 proyectiles de lanzadora, pero que de las 4.526 pelotas de goma que salieron de la comisaría de Egara volvieron las mismas exactas y que estaban intactas.
Concretamente en la zona donde fue herida Quintana hubo un disparo en Ronda Sant Pere y Plaza Catalunya para inmovilizar a una persona a las 21.09 horas, otra a la altura de la Bolsa a las 21.05 en dirección ascendente, y las otras cinco en las calles Casp con Pau Claris y con Llúria -lejos de Casp con paseo de Grcia, donde se produjo la lesión, que fue antes de las 21 horas-.
Puig ha asegurado que, si tuviera alguna prueba fehaciente de que los Mossos hubieran causado la lesión, él la hubiera hecho pública y no hubiera comparecido negándolo.
Debate sobre el uso de pelotas de goma
Ha pedido hacer un debate sobre la idoneidad de las pelotas de goma, que ha defendido como un método para dispersar a violentos, y ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que las escopetas y lanzadoras de los Mossos lleven un GPS para ser localizados en todo momento, y que la Brimo lleve cámaras en el casco.
La polémica estalló después de que el conseller diera explicaciones en sede parlamentaria sobre la actuación de la Brigada Móvil (Brimo), negando rotundamente que dispararan ningún proyectil en la zona donde cayó herida una mujer que perdió el ojo, una versión que quedó en entredicho tras la aparición de un vídeo en Internet en el que un agente disparaba con la nueva lanzadera GL-06.
Según el director general de los Mossos, Manel Prat, si el conseller no dio esa información es porque desconocía que en aquella zona se hubieran disparado, pero certificó la versión del conseller que ese día en ningún caso se lanzaron pelotas de goma --munición que se tira para que rebote y tiene una trayectoria aleatoria--.
La confirmación de que existía un informe de los antidisturbios que sí contenía información sobre los disparos en la zona donde Quintana recibió el impacto y que no se hizo llegar al conseller le ha obligado a pedir de nuevo toda la información de los movimientos de la policía ese día.
Puig: nuevos informes descartan que los Mossos hirieran a una manifestante
El conseller de Interior, Felip Puig, ha recalcado que los nuevos informes de que dispone sobre el dispositivo que actuó durante la huelga general demuestran que los Mossos d'Esquadra no hirieron a Ester Quintana, la mujer que perdió el ojo izquierdo al término de la manifestación del 14N.
El conseller ha asegurado que durante la jornada de huelga no se dispararon pelotas de goma, y aunque sí proyectiles de lanzadera, se hizo a unas horas y en unas zonas en las que no se encontraba la mujer herida.
El responsable de Interior ha remarcado que él es el primer interesado en determinar el origen del proyectil que hirió a la mujer, tanto por el interés de propia afectada, como para eliminar las dudas sobre la actuación de los Mossos.
Puig ha apuntado que no ha habido voluntad de ocultar información y que ni mintió ni ofreció información incorrecta, pero que no pudo dar una versión completa de los hechos al no disponer del informe entero. No obstante, el conseller ha señalado que asume toda la responsabilidad política y que por ello había puesto su cargo a disposición del presidente de la Generalitat, Artur Mas, pero que éste no lo había aceptado.