Los héroes de la matanza de Newtown
- Gracias al personal de la escuela, algunos niños se refugiaron en un armario
- Una maestra que falleció en el tiroteo se interpuso entre las balas y sus alumnos
- Un conserje comprobó durante el tiroteo que todas las aulas estaban cerradas
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Tras la conmoción del tiroteo en el que han muerto 27 personas, entre ellas 20 niños, en una escuela primaria del pueblo de Newtown, en Connecticut, poco a poco se van conociendo las heroicidades del personal de la escuela que evitó que la masacre se cobrara aún más víctimas.
Al percatarse del ruido de disparos, la bibliotecaria de la escuela Sandy Hook, Mary Ann Jacob, intentó cerrar la puerta del aula pero al darse cuenta de que estaba estropeada, guió a ras del suelo a 18 niños hacia un armario de la clase, dónde pudieron esconderse del autor del tiroteo, que se enseñaba con otros niños. “Les di un papel y lápices de colores” ha asegurado la bibliotecaria.
“El personal de la biblioteca ocultó a 18 niños tras un armario al percatarse de que la puerta de la aula no cerraba“
El temor era tal que cuando llegó la policía ni siquiera abrieron la puerta, que habían bloqueado con un mueble archivador. El personal de la biblioteca se negó a abrirla hasta que los agentes enseñaron su placa por debajo de la puerta.
Una maestra "escudo"
La investigación policial también ha sacado a la luz las historias de heroismo del personal de la escuela que murió en el tiroteo. La fallecida maestra de primer grado Victoria Soto, de 27 años, escondió a los niños en un armario, cuya puerta protegió con su propio cuerpo, quedando frente a frente con el asesino, Adam Lanza. Su cuerpo fue encontrado acurrucado junto a la puerta del armario, según The Wall Street Journal.
"Estoy orgulloso de que Vicky tuvo el instinto de proteger a sus niños", ha declarado su primo, Jim Wiltsie, en una vigilia esta noche en Stratford (Connecticut), dónde cientos de personas se han congregado en su memoria junto con a algunos miembros de la familia de la maestra fallecida.
Soto era profesora en la escuela Sandy Hook desde hacía cinco años, y en ese tiempo se había convertido -pese a su juventud- en una de las docentes más queridas del centro.
“La maestra Victoria Soto murió al proteger con su cuerpo la puerta del armario, en la que había escondido a los niños de su clase“
La valentía del conserje
Por otro lado, Kaitlin Roig, una maestra que sobrevivió a la tragedia ha relatado a la cadena de noticias ABC cómo encerró en un baño a sus estudiantes y les dijo que “los amaba” en caso de que éstas fueran las últimas palabras que escucharan.
El diario Newtown Bee relata la historia del conserje de la escuela que mientras escuchaba el ruido del más del centenar de disparos que realizó el autor del tiroteo, corrió por los pasillos para comprobar que las puertas de las aulas estaban cerradas con llave desde dentro.
Gracias a su heroicidad, la bibliotecaria de la escuela se dio cuenta de que la puerta de su aula no cerraba y pudo guiar a los niños hasta un armario dónde se pusieron a salvo.
Algunos miembros de la escuela intentaron tranquilizar a los niños asegurando que era un simulacro de tiroteo. Cuando acabó el tiroteo, los maestros llevaron a los niños a la estación de bomberos cerca de la escuela. Allí alinearon a los niños por clases, mientras sus aterrorizados padres se apresuraban a comprobar que sus hijos estaban entre los supervivientes.
"Había un montón de padres corriendo. Rápidamente se vio que había casi dos clases completas desaparecidas", ha segurado Mary Ann Jacob, bibliotecaria del centro escolar.