La Duma vota a favor de prohibir las adopciones de niños rusos por familias de EE.UU.
- Los parlamentos de Washington y Moscú cruzan medidas de represalia
- Este último proyecto es criticado por activistas e incluso ministros de Putin
La cámara de diputados rusa (Duma) ha aprobado una enmienda que contempla la prohibición de la adopción de niños rusos por familias de Estados Unidos, iniciativa muy criticada por varios ministros, opositores y activistas de los derechos humanos.
La prohibición aún no ha entrado en vigor, ya que forma parte de una ley que solo ha sido aprobada en primera lectura y que supone una represalia por el Acta Magnitski aprobada por el Congreso norteamericano y que impone restricciones a funcionarios rusos por la muerte en una prisión rusa del abogado local Serguéi Magnitski.
Iniciativa del partido del Kremlin, Rusia Unida y de los ultranacionalistas, la enmienda también suspende la vigencia del acuerdo sobre adopciones suscrito con EE.UU. en julio pasado y que fue ratificado por la Duma.
El vicepresidente de la Duma y dirigente de Rusia Unida, Serguéi Nevérov, ha asegurado que esta iniciativa, conocida como ley Antimagnitski en respuesta a la norma aprobada en Washington, podría ser aprobada en tercera lectura esta misma semana, con lo que la prohibición de adoptar niños por familias estadounidenses entraría en vigor el próximo 1 de enero.
La ley Antimagnitski propone tomar medidas contra funcionarios de EE.UU. presuntamente implicados en la violación de los derechos de ciudadanos rusos en territorio del país norteamericano.
Protesta reprimida
Este miércoles, decenas de personas con pancartas, de las que una treintena ha sido detenida, se ha manifestado en las inmediaciones de la Duma en una protesta no autorizada contra la iniciativa.
"Vergonzoso. Repugnante. Es un gesto de rabia impotente. Quieren vengarse de los (norte)americanos, pero como no pueden, se ceban en los niños", ha asegurado Liudmila Alexéyeva, veterana activista rusa y soviética.
Según ha informado el Kremlin, el presidente Vladímir Putin "entiende" la iniciativa, aunque matiza que el enfoque del poder ejecutivo ruso es "más moderado". Varios ministros rusos se han manifestado en contra de la medida, como los de Exteriores, Educación y Ciencia, y el de Relaciones con el Gobierno, al igual que el defensor del pueblo.
Se calcula que hay cerca de un millón de huérfanos y niños abandonados en Rusia, país donde solo en los últimos años las familias se han animado a acoger niños en régimen de adopción.