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Unicaja y Caja España-Duero paralizan su fusión, aunque prevén retomar las negociaciones

  • Así lo han comunicado ambas entidades a la CNMV
  • Paran el proceso tras conocer los planes de Bruselas para Banco CEISS
  • Ambos confían en poder articular un nuevo proyecto de integración

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Unicaja y Banco CEISS, fruto de la fusión de Caja España y Caja Duero, han decidido este viernes paralizar su proceso de fusión. Así lo han comunicado ambas entidades a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), aunque no descartan retormar el proceso posteriormente.

"Sin perjuicio de lo anterior, el proyecto se podrá retomar, adaptándolo a las nuevas circunstancias", reza el comunicado que han emitido ambas entidades, que han constatado que el Contrato de Integración firmado el pasado 31 de marzo de 2012 ha quedado sin efecto, ya que las condiciones que se establecían en él son -a su juicio- imposibles de cumplir dentro de la actual reforma bancaria.

Tal y como ha comunicado Unicaja, el Memorado de Entendimiento que España firmó el pasado mes de julio para poder acceder a los fondos europeos para el rescate a la banca, supuso la configuración de un nuevo marco para la reestructuración del sistema financiero español "y ello hace necesario redefinir el pacto de integración Ceiss-Unicaja para que se adapte a este nuevo marco". Así lo han puesto de manifiesto ambas entidades en los consejos de administración que han celebrado este jueves.

Hoja de ruta de Bruselas para Banco CEISS

CEISS, el banco surgido de la unión de Caja España y Caja Duero, pasará a estar participada mayoritariamente por el Estado a principios de 2013 y deberá ser subastada en un plazo inferior a cinco años, según las exigencias de Bruselas.

Este jueves la Comisión Europea autorizó el plan de reestructuración de Banco CEISS, un plan que obliga a la entidad resultante de la fusión de Caja España y Caja Duero a reducir su tamaño en un 30% para ser viable, además de recibir una inyección de fondos públicos de 604 millones de euros.

Esta  inyección es inferior a los 2.063 millones de déficit de capital  que  detectó Oliver Wyman en el caso de un escenario adverso, ya que se   transferirán activos inmobiliarios al banco malo por importe de unos 717 millones de euros.