China inaugura la línea más larga del mundo de un tren de alta velocidad
- Tarda ocho horas en recorrer los casi 3.000 kilómetros entre Pekín y Cantón
- Se reduce en 12 horas el tiempo empleado en ese recorrido con trenes convencionales
- El primer tren entre Cantón y Pekín ha llegado con una hora de retraso debido a la nieve
- El país asiático cuenta ya con más de 9.300 kilómetros en funcionamiento
China ha inaugurado este miércoles la línea de alta velocidad más larga del mundo, que une su capital, Pekín, con la ciudad más próspera del sur del país, Cantón. Se trata de un eje de 2.298 kilómetros que consolida al gigante asiático como líder mundial en este tipo de transporte ferroviario, del que tiene ya más de 9.300 kilómetros en funcionamiento en todo al país.
El primer tren que ha salido a las 10:00 horas (02:00 GMT) desde Cantón ha llegado a su destino con una hora de retraso debido al hielo y la nieve que afectan a los raíles en su tramo más septentrional. Según han informado los periodistas que viajaban a bordo del tren, éste llegó a la Estación Sur de Pekín a las 18.55 hora local (10.55 GMT) tras nueve horas de viaje, una más de lo previsto. Esas ocho horas de trayecto suponen 12 horas menos de lo que emplean en ese viaje los trenes convencionales.
Debido a las bajas temperaturas en el norte del país (hasta 17 grados bajo cero en Pekín) el tren ha ralentizado en muchos tramos su velocidad punta de 300 kilómetros por hora por precaución, han explicado los reporteros. En otros tramos, para intentar compensar esa pérdida, el tren aceleró hasta velocidades próximas a los 310 kilómetros por hora.
En cambio, el primer tren en destino contrario -de Pekín a Cantón- partió de la capital china una hora antes, a las 9 de la mañana hora local (01.00 GMT), y llegó a su destino sin contratiempos, tras 7 horas y 59 minutos de viaje.
La mitad de la línea -entre Zhenzghou, en el centro de China, y Cantón, en el sur-
ya estaba en funcionamiento, y este miércoles se ha abierto el tramo norte del recorrido, entre Pekín y Zhengzhou.
Los convoyes, que viajan a una velocidad media de 300 kilómetros por hora, tienen paradas en las principales localidades del interior de China (entre ellas Shijiazhuang, Zhengzhou, Wuhan y Changsha) y pasan por seis provincias en las que viven casi la mitad de la población nacional (600 millones de personas).
Billetes por 85 euros en clase turista
Los trenes entre Pekín y Cantón cruzan los dos mayores ríos del país (Yangtsé y Amarillo) y circularán a dos velocidades -250 y 300 kilómetros por hora. Los billetes costarán, dependiendo de la velocidad a la que vayan, 700 u 800 yuanes (85 o 97 euros) en clase turista, o el doble en los vagones de lujo.
El tramo Pekín-Cantón supone un nuevo capítulo en la apuesta del país asiático por la alta velocidad, cuya tecnología ya exporta a otros países (como Arabia Saudí o las naciones de Asia Central), si bien el prestigio de los trenes balas chinos quedó dañado en 2011, con el primer accidente mortal de este transporte en el país.
El choque de dos trenes de alta velocidad en julio del pasado año, en el que fallecieron 40 personas, levantó sospechas en torno a la rapidez con la que China ha construído la mayor red mundial: en solo cuatro años y partiendo de cero.
Después de ese siniestro -por el que China fue muy criticado también por la opacidad informativa y la gestión de las tareas de rescate-, Pekín decidió ralentizar la construcción de nuevas líneas, influido también por que el anterior ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun, será juzgado por corrupción en el proceso de construcción de la red de alta velocidad.