Dos semanas con la nueva Wii U
- Sus capacidades son similares a la de las consolas de Sony y Microsoft
- Ser el primero con una consola de octava generación puede ser un problema
- Convencer a compradores y desarrolladores es el gran desafío
En 2006 Nintendo sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento de la Wii, una consola que lejos de destacar por sus prestaciones lo hacía por el tipo de juegos que proponía, lo que fue a la vez su mayor éxito y el mayor problema al que se enfrenta el fabricante ahora con el lanzamiento de su sucesora, la Wii U.
La Wii U, por su parte, es la primera consola de Nintendo en soportar gráficos en alta definición, y es la primera, y única por ahora, consola en formar parte de lo que se considera la octava generación de estas.
Con ella Nintendo busca atraer a todo tipo de jugadores, no sólo los que buscan juegos más o menos sencillos y para jugar en familia, sino también a los que buscan juegos más elaborados, una vez que el efecto sorpresa de la Wii hace tiempo que ha desaparecido.
Para ello le ha dotado de la potencia gráfica y de proceso suficientes como para mover cualquier juego actual, y aunque se han guardado muy mucho de dar especificaciones técnicas detalladas, puestas lado a lado las versiones de Call of Duty: Black Ops 2 para la PlayStation y para la Wii U no se distinguen una de la otra en cuanto a la calidad de imágenes o a la fluidez del juego.
Pero eso puede ser también un arma de doble filo para Nintendo, ya que al ser la primera consola de la citada octava generación es posible que en cuanto Microsoft y Sony renueven las suyas, lo que está previsto que suceda a finales de 2013 la Wii U se vuelva a quedar un poco a la cola en prestaciones.
Esto podría no reflejarse inmediatamente en la disponibilidad de juegos, pero en un plazo de unos tres o cuatro años los editores de estos podrían empezar a dejarla un poco de lado ya que se complicaría ir sacando versiones de juegos nuevos para la Wii U si estos son desarrollados teniendo en cuenta las prestaciones de las consolas más potentes que hayan salido después al mercado y que además en principio ya tienen una importante base de usuarios gracias a sus modelos anteriores.
Por otro lado por supuesto que con este aumento de potencia la Wii U no tiene ningún problema a la hora de mover los juegos del estilo de la Wii, aunque en esto Nintendo se enfrenta también a un desafío.
Redefiniendo la partida
Si en el caso de la Wii su principal característica eran los mandos y lo fácil que hacían manejarla, con la Wii U Nintendo ha apostado por el Wii U GamePad, un controlador inalámbrico que es un curioso híbrido que mezcla una pantalla táctil de 6,2 pulgadas y 854×480 puntos de resolución con los mandos típicos de un controlador de juegos y que a la vez puede funcionar como los mandos de la Wii, pues está dotado de los sensores necesarios para detectar su posición y movimiento.
La idea es que la pantalla incorporada se pueda usar como complemento a la del televisor, para mostrar información adicional en los juegos que así la aprovechen, o incluso como principal para el juego, usando el GamePad como si de una consola portátil se tratara, lo que a menudo contribuirá a la paz familiar ya que alguien puede estar viendo la televisión mientras otra persona usa la Wii U con el GamePad y unos cascos.
De hecho, teniendo en cuenta que el GamePad incluye los sensores necesarios para usar mandos de la Wii es posible incluso jugar con la Wii U y los mandos desde otra habitación, siempre que se mantenga la conexión inalámbrica entre la consola y el GamePad.
Lo que pasa es que por ahora pocos juegos hay que aprovechen realmente la idea de usar el GamePad como un complemento de la acción en la pantalla, salvo algunos de los creados por Nintendo precisamente para demostrar lo que se puede hacer; incluso faltan los juegos diseñados sólo para ser ejecutados en el GamePad que se supone que iban a salir.
Apostar por el concepto GamePad
En este sentido, es necesario que los desarrolladores apuesten por el concepto del GamePad como complemento a sus juegos, aunque al ser algo específico de la Wii U en principio parece poco probable que inviertan demasiado esfuerzo en ello, ya que exigiría demasiadas adaptaciones en juegos que de otra forma podrían estar disponibles para otras consolas sin demasiadas modificaciones.
Por cierto que aunque la pantalla del GamePad se ve bastante bien, esta no es de alta resolución, con lo que teniendo en cuenta que se juega con ella en las manos a veces da la impresión de que la calidad de imagen podría ser un poco mejor.
Otra forma en la que Nintendo espera que el GamePad sea aprovechado por los desarrolladores es en la creación de juegos en los que el juego es asimétrico, de tal forma que uno de los jugadores maneja la consola con el GamePad y los otros le apoyan o compiten con él usando mandos tradicionales de la Wii, que con compatibles con la Wii U.
Claro que esto implica que los compradores que no tengan ya una Wii en casa tendrán que añadir al precio de compra de la Wii U el de algún que otro WiiMote; del mismo modo, un jugador al que le vayan más los juegos «serios» probablemente acabará comprando también un Controlador Wii U Pro, un mando más al uso con joysticks, múltiples botones, etc.
También es más que probable que cualquier comprador de la Wii U termine por comprar algunos WiiMote para jugar a los juegos del estilo de la Wii ya que para eso el GamePad es simplemente demasiado aparatoso.
En busca de un hueco
Tras usarla durante un par de semanas, e independientemente de que aún hay alguna cosa que pulir en cuanto al funcionamiento de sus menús, que a veces es más lento de lo deseable a pesar de haberle aplicado todas las actualizaciones disponibles en línea y que a partir de marzo de 2013 vendrán ya instaladas de fábrica, parece claro que la Wii U podría hoy por hoy ocupar el puesto de consola única al lado del televisor.
Por un lado, permite jugar al estilo Wii, con la inmensa mayoría de cuyos juegos es de hecho compatible, así que cubre el hueco de los que quieren jugar en grupo o familia a juegos que no exigen una gran inversión de tiempo para empezar a disfrutar de ellos.
Por otro, tiene las prestaciones suficientes como para ser una consola de juegos «serios», de esos de los que apenas había versiones para Wii por su falta de potencia.
También está pensada, siempre que estos estén disponibles en el país en el que esté instalada, para dar acceso a servicios como Hulu Plus, Amazon Instant Video, y YouTube, aunque no para reproducir DVD o Blu-ray, ya que su lector no es compatible con este tipo de discos, e incorpora también un navegador web razonablemente competente.
Pero tras visitar unas cuantas tiendas en las que no parece haber problemas de disponibilidad, parece que no está teniendo el éxito de ventas arrollador de la Wii en su lanzamiento, que hizo que fuera prácticamente imposible hacerse con una durante ese periodo y que permitió a Nintendo alcanzar cifras de beneficio de récord junto con la DS.
La Wii U es la opción a considerar
Así, parece claro que para alguien que ya haya invertido en juegos y accesorios para la Wii la Wii U es la opción a considerar a la hora de renovar la consola si desea conservar la posibilidad de seguir jugando al mismo tipo de juegos que antes.
Pero este es un condicional que probablemente hará que Nintendo pierda algunos usuarios que estén considerando actualizar su consola y busquen algo más potente y más de «jugones», ya que la Wii U es un cambio radical en el concepto de videoconsola con el que se asocia a Nintendo; también hará complicado que quien tenga una videoconsola de otro fabricante se plantee comprar una Wii U.
Precisamente en convencer a compradores y desarrolladores es donde Nintendo tendrá que esforzarse para que la Wii U arraigue, y es un poco la pescadilla que se muerde la cola, ya que sin compradores es prácticamente imposible que los desarrolladores se comprometan con la plataforma, y sin desarrolladores que hagan juegos interesantes es prácticamente imposible atraer a los compradores.
La gran duda es si en el año o año y poco durante el que estará sola en el mercado como primera consola de octava generación Nintendo será capaz de hacer esto; se echa en falta un título rompedor que esté disponible sólo para la Wii U ya sea por la calidad del juego en si o porque demuestra la superioridad técnica de la consola, aunque sólo fuera por un tiempo, y que sirva para tirar de las ventas.
En principio la tarea parece difícil, pero no hay que olvidar que cuando Nintendo presentó la Wii, que también fue una idea radical en su momento, prácticamente nadie fue capaz de prever el éxito que tuvo.