Republicanos y demócratas fijan el domingo como fecha in extremis para evitar el precipicio fiscal
- Tendrá lugar 48 horas antes de que tenga lugar el abismo fiscal
- A esta reunión le precederán otras que pueden resultar claves
- Un ejemplo es la cita de este viernes entre Obama y los líderes de las cámaras
La mayoría demócrata en el Senado y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ha suspendido sus vacaciones de Navidad se reunirán con los republicanos este domingo, un día antes de nocheviejaprecipicio fiscal a partir del uno de enero, para intentar alcanzar un acuerdo in extremis.
No obstante es muy posible que a esta reunión oficial le preceda otra más importante y que podría ser clave para desbloquear el inmovilismo en esta materia. El senador demócrata Dick Durbin ha desvelado que Obama se reunirá este viernes con los líderes demócratas y republicanos de las dos Cámaras parlamentarias. Una información que ha confirmado la Casa Blanca, según la agencia Reuters.
De ahí, podría salir un acuerdo de mínimos aceptado por ambas partes. No sería un acuerdo completo, algo que tendría que esperar a 2013, pero sería suficiente para paralizar la combinación de subida de impuestos y recortes que tendrá lugar de forma automática el uno de enero y que podría llevar a Estados Unidos a una recesión que afectaría a la economía global.
Clima de desaliento
Esta carrera contrarreloj se está realizando bajo un panorama de desaliento. Al líder demócrata en el Senado, Harry Reid, no le ha importado admitir que la primera economía mundial tiene un pie en el vacío del precipicio fiscal.
"Parece que ahí (al abismo fiscal) es hacia donde nos dirigimos", ha afirmado Reid en una sesión en la que ha acusado a los republicanos de inmovilistas. Por su parte, el republicano John Boehner deja la pelota a la mayoría demócrata en el senado y se niega a aceptar una subida impositiva a los más ricos que divida a su partido. Así quedó patente la semana pasada cuando el plan B de Boehner fracasó al no contar con el apoyo del ala más conservadora de los republicanos, el Tea Party, a pesar de ser minoría.
Por su parte, los demócratas se niegan a traspasar la línea roja de las clases medias. Por ello, abogan porque las exenciones fiscales aprobadas durante la presidencia de George W. Bush solo prosigan para las familias con ingresos no superiores a 250.000 euros anuales.
De esta manera los más ricos experimentarían una subida de impuestos. Una situación a la que se niegan los republicanos porque no van a "firmar un cheque en blanco para los demócratas, solamente porque nos encontremos al borde del precipicio", según el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, informa Efe.
No obstante, para algunos republicanos como Jeff Flake, representante en el Congreso por Arizona, el mayor problema es que el presidente de Estados Unidos exige la cancelación de los recortes de gastos que se producirán en enero de forma automática sin ofrecer un plan alternativo.
"Va a haber resistencia por parte de muchos conservadores a un acuerdo de estas características” ha agregado.