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De Guindos cree que se empezarán a generar puestos de trabajo a finales de 2013

  • El ministro de Economía reconoce el desgaste del Gobierno por los recortes
  • Dice que la reforma laboral ha frenado el impacto de la recesión en el empleo

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El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, espera que la economía española empiece a generar empleo en la última parte de 2013, ya que la crisis comenzará a aflojar en el tercer trimestre. Hasta ahora, el Gobierno había asegurado que la creación de puestos de trabajo no se concretaría hasta 2014.

En una entrevista emitida este martes en la Cadena SER, el ministro ha señalado que el PIB seguirá en negativo en el primer y segundo  trimestre de este año, pero volverá a terreno positivo entre julio y septiembre. Esta  situación, según Guindos, limitará "muchísimo" la destrucción de  empleo y permitirá que, a finales de año, se vuelvan a crear puestos  de trabajo.

En este contexto, el ministro no ha querido aventurar si se  superarán o no los seis millones de parados,  porque no se trata de  hablar de "números redondos", sino de entender que la situación del  mercado laboral es "muy mala", lo que llevó al Gobierno a fijar la  reforma laboral como una de sus prioridades el año pasado.

Por eso, De Guindos ha defendido la reforma laboral del Ejecutivo, a pesar de que no ha impedido que 2012 cerrara con 600.000 desempleados más. Según el ministro, esa reforma "ha conseguido frenar el impacto de la desaceleración económica desde el punto de vista del empleo".

"Si hubiéramos tenido esta reforma laboral hace dos o tres años nos hubiéramos ahorrado un millón de parados", ha opinado el ministro en la entrevista en referencia a la actuación del anterior Gobierno socialista.

De Guindos, ha reconocido el desgaste político del Gobierno de Mariano Rajoy por las "duras" medidas adoptadas para atajar la crisis, pero ha asegurado que esos recortes "están poniendo las bases de una recuperación económica que llegará en los próximos meses".

2013 será "sin duda" mejor que 2012

Preguntado por si 2013 será el año del rescate, Guindos ha dicho  que espera que en este ejercicio se pongan de forma  definitiva las bases de la recuperación económica, ya que "sin duda"  será mejor que 2012.

A su parecer, el único rescate que necesita España consiste en  disipar las dudas sobre el futuro del euro. "Mientras haya  dudas sobre el euro, es extremadamente complejo que España se recupere",  ha dicho, tras explicar que cualquier incertidumbre afecta  "inmediatamente" a los países "más vulnerables", como Italia o España.

En cualquier caso, ha recordado que el Banco Central Europeo (BCE)  ya compró deuda española en 2011, y ha resaltado la importancia de  tomar la decisión correcta sobre pedirle que lo haga de nuevo, ya que eso conllevaría implicaciones que hay que analizar pensando en los intereses de  España.

"Creo que, a veces, no podemos perder la referencia de que la  decisión tiene que ser la correcta y hacerla en los tiempos  correctos", ha dicho, tras explicar que pedir el rescate no es como  apretar un botón y conseguir la inmediata mejora de la financiación.

El mes de julio, el momento más duro de 2012

En cuanto al momento más duro del año que acaba de terminar, De Guindos ha reconocido que  en julio España vivió un momento "delicado", porque no tenía ningún  acceso a la financiación, aunque ha asegurado que 2012 no ha sido muy  diferente a lo que esperaba antes de acceder a su cargo.

Sobre si Bankia tuvo que ver con estas dificultades, el ministro  se ha limitado a decir que se trata una entidad "muy grande", que  resume y concentra los problemas que atraviesa el sector financiero  español.

En este sentido, ha aseverado que no habrá recuperación  hasta que España cuente con un sistema solvente, aunque a veces sea  difícil de entender.

A pesar de todo, Guindos ha garantizado que Bankia será un entidad  "muy solvente" en el futuro y jugará un papel "importante" en el  sistema bancario tras haber recibido más de 19.000 millones de euros del rescate europeo y haber  transmitido activos al 'banco malo' por valor de más de 22.000 millones de euros.