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El FBI trató al movimiento pacífico 'Occupy Wall Street' como una amenaza terrorista

  • EE.UU. desclasifica informes de las protestas contra el poder económico
  • Las agencias de seguridad se reunieron con la banca para trata la "amenaza"

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Uno de los miembros de Occupy Wall Street ondea una bandera ante el cordón policial
Uno de los miembros de Occupy Wall Street ondea una bandera ante el cordón policial.

El FBI, la principal agencia de investigación del Gobierno de Estados Unidos, trató al movimiento Occupy Wall Street como una amenaza semejante al terrorismo a pesar de que sabía que los manifestantes contra la primacía de los mercados rechazaban el uso de la violencia.

Las autoridades han desclasificado un amplio dossier del FBI a petición de una organización de derechos humanos, que es quien ha difundido los documentos en internet, los cuales revelan además una amplia coordinación las instituciones financieras que centraban las protestas y las diferentes agencias de seguridad del país.

La Asociación para la Justicia Civil (Partnership for Civil Justice Fund, PCJF) cree que estos documentos son solo “la punta del iceberg” y demuestran que las agencias de seguridad “funcionan  de facto como el brazo de inteligencia (espionaje) de Wall Street y las grandes corporaciones (privadas)”.

En respuesta a estas críticas, un portavoz del FBI citado por la CNN ha dicho que la agencia “está obligada a investigar cualquier sospecha que pueda implicar una amenaza violenta”.

El dossier incluye numerosos informes en los que desde un mes antes de la celebración de las primeras protestas hasta mucho después, siempre se asemeja al movimiento a un grupo terrorista, a pesar de que sus acciones fueron en todo momento eminentemente pacíficas.

Tal fue el enfoque de las autoridades norteamericanas que una reunión del mando conjunto antiterrorista (Joint Terrorism Task Force) en noviembre versó sobre las actividades de Occupy Wall Street en Anchorage (Alaska).

A imitación del 15M español, el movimiento se inició el 17 de septiembre de 2011 con el simbólico llamamiento a “Tomar (Ocupar) Wall Street”, lo que derivó en una acampada en un parque de Nueva York; una acción que se replicó en numerosas ciudades por el país y que, en sucesivas manifestaciones, acabó con miles de detenidos.