El soldado Bradley Manning verá reducida su condena por haber sufrido maltrato en prisión
- Así lo ha decidido la juez que instruye el caso de las filtraciones a Wikileaks
- Manning sufrió un encierro excesivamente duro y extenso
- Pasaba 23 horas en celdas sin ventanas
El soldado Bradley Manning, acusado de filtrar a Wikileaks documentos secretos de la seguridad de Estados Unidos, fue maltratado durante su encierro previo al juicio y por ello reducirá una reducción de pena si fuera finalmente condenado.
Así lo ha establecido la juez militar encargada de la instrucción del caso, coronel Denise Lind, que considera que el soldado sufrió un castigo ilegal durante los nueve meses que pasó en la prisión del Cuerpo de Marines de Quantico (Virginia), en los que se le sometió a una rígida rutina de vigilancia y privación de sueño.
Lind le ha garantizado una reducción de pena de 112 días si es condenado finalmente a prisión, pero ha rehusado retirar todos los cargos contra el acusado como pedía la defensa de Manning, que denuncia que su representado fue sometido a tortura.
La jueza señala que Manning fue sometido a un confinamiento más riguroso de lo normal y excesivo, algo que había reconocido la acusación, la cual, no obstante, pedía una compensación mucho menor.
23 horas en celdas sin ventanas
Tras descubrir que Manning podría haber estado filtrando información clasificada desde su puesto como analista en Irak, las autoridades militares lo trasladaron de Kuwait a Quantico en el verano de 2010.
En la prisión militar en la que estuvo recluido al principio, Manning pasaba 23 horas al día en celdas sin ventanas, era despertado frecuentemente y era obligado a yacer desnudo, como parte de una rutina de vigilancia para prevenir que se suicidara.
Manning, cuyo juicio está previsto que comience el 6 de marzo, se enfrenta a una condena que podría acarrearle la cadena perpetua por ayuda al enemigo y otros 22 cargos.
En la actualidad, Manning, de 25 años, está detenido en una prisión militar de máxima seguridad en Leavenworth, estado de Kansas, desde donde se traslada al tribunal que entiende de su caso en Fort Meade (Maryland).
Durante este procedimiento previo al juicio, la defensa de Manning, dirigida por el juez civil David Coombs, intenta demostrar que su cliente fue sometido a una gran presión, así como que las filtraciones no afectaron a la seguridad nacional de Estados Unidos y no fueron más que revelaciones embarazosas.
Manning supuestamente filtró cientos de miles de documentos de las guerras en Afganistán e Irak y cables diplomáticos a Wikileaks, que la acusación indica que sirvieron a Al-Qaeda, lo cual constituiría la base para sostener el cargo de ayuda al enemigo.