Comienzan las elecciones para elegir al nuevo presidente de la República Checa
- La primera vuelta se celebrará viernes y sábado
- Dos candidatos, Milos Zeman y Jan Fischer, son los favoritos
- Las elecciones ponen fin a la era de Vaclav Klaus
Los cerca de 15.000 colegios electorales de la República Checa han abierto este viernes sus puertas a las 14:00 hora local para que los ciudadanos elijan, por primera vez por sufragio directo, al nuevo presidente.
Este viernes y el sábado tiene lugar la primera vuelta. Si ninguno de los aspirantes logra la mayoría, se celebrará otra vuelta definitiva en dos semanas, a la que concurrirán los dos más votados.
Nueve candidatos para la primera vuelta
En total, son nueve los candidatos a sustituir al actual jefe del estado, Vaclav Klaus. Los principales aspirantes son dos ex primeros ministros: Milos Zeman, que ha liderado durante años el Partido Socialdemócrata (CSSD), y Jan Fischer, que en 2009 presidió un gobierno salido de una profunda crisis política.
Zeman tiene un 25% de apoyos, según las encuestas, mientras que Fischer parte con el 20% y otros tres contendientes se mantienen en torno al 10%. Entre estos últimos, llama la atención el independiente Vladimír Franz, un actor, pintor y compositor con el cuerpo totalmente tatuado.
La campaña electoral ha estado salpicada de acusaciones personales y denuncias sobre la financiación por parte de los dos favoritos.
Además de representar a la República Checa en el exterior, el presidente nombra al primer ministro, a los miembros del banco central y a los jueces del Tribunal Constitucional, y es una figura simbólica en el país.
El final de la era Klaus
Gane quien gane, las elecciones suponen el fin de la presidencia de Vaclav Klaus, de 71 años, quien ha permanecido 10 en el poder.
Klaus, político conservador, es considerado un euroescéptico por el resto de la Unión Europea, por su reticencia a firmar el Tratado de Lisboa en 2009 y sus frecuentes declaraciones contra la integración, a menudo en un tono duro.
Los checos, sin embargo, le agradecen ahora haberles dejado fuera del euro, ya que, mientras la Eurozona intenta mantener la moneda, el país goza de una corona estable y de un endeudamiento bajo.
Antes de dejar el poder, Klaus ha provocado una nueva polémica en su país. En su mensaje de Año Nuevo, el presidente saliente anunció una amnistía parcial para un tercio de la población carcelaria.
El perdón presidencial ha puesto en la calle a unas 7.000 personas que cometieron delitos leves y ha sobreseído causas que duraban más de ocho años, la mayoría relativas a fraudes económicos de cuantía.
Los detractores del aún jefe del Estado le han acusado de que la amnistía favorece a procesados o condenados en casos de corrupción y por serios delitos económicos.