Cameron enfría las perspectivas de un referendum sobre la pertenencia británica a la UE

• El primer ministro británico descarta un plebiscito a corto plazo 
• "Un referendum en breve no creo que sea la respuesta adecuada"
• Reitera su intención de renegociar la relación entre Reino Unido y la UE 

El primer ministro británico, David Cameron a su salida del número 10 de Downing Street.

El primer ministro británico, David Cameron, ha enfriado las perspectivas de un próximo referendum sobre la pertenencia a la Unión Europea.

"Si tuviéramos un referendum mañana, o en breve, no creo que esa fuera la respuesta adecuada por la simple razón de que creo que estaríamos dando a la gente una falsa opción", ha declarado a BBC radio.

"Ahora mismo, creo que hay un montón de gente quer dice 'querría estar en Europa, pero no estoy muy feliz con todos los aspectos de la relación, así que quiero cambiarla'. Esa es mi visión", ha añadido.

Presión de los euroescépticos

La próxima semana, Cameron dará un esperado discurso sobre este asunto. Antes de esa cita, el primer ministro ha declarado que quiere que el Reino Unido permanezca en la UE, un importante socio comercial.

Sin embargo, el primer ministro está bajo una intensa presión de los euroescépticos de su propio partido para recuperar soberanía o incluso abandonar totalmente la Unión.

Cameron asegura que planea renegociar los lazos británicos con la UE y buscar la aprobación pública para un nuevo acuerdo. También ha dejado claro que, aunque el Reino Unido no "caerá" si deja la UE, el interés nacional es permanecer en ella.

Sin embargo, algunos diplomáticos y funcionarios de la UE creen que el Reino Unido se arriesga a quedarse fuera, y la semana pasado los Estados Unidos dejaron claro que desean que el país permanezca como una "voz fuerte".

También la pasada semana, el presidente del influyente Comité de Asuntos Comunitarios del parlamento alemán, y aliado de la canciller Ángela Merkel, advirtió que que una renegociación de la relación entre la UE y el Reino Unido sería abrir "la caja de Pandora" y podría terminar aislando a Londres.