Tirotean el despacho del primer ministro griego en la sede de su partido en Atenas
- No había nadie en el momento del tiroteo
- Los atacantes han usado fusiles kalashnikov
- Aumenta la violencia contra periodistas, bancos y partidos del gobierno
Varios desconocidos han disparado durante la madrugada del lunes contra el despacho del líder del partido y primer ministro griego, Andonis Samarás, en la sede de su partido, el conservador Nueva Democracia, en Atenas.
El portavoz del Gobierno, Simos Kedíkoglu, ha informado a los medios de comunicación de que en torno a la una de la madrugada, hora local, un grupo de atacantes han disparado nueve tiros contra la segunda planta del edificio, donde se encuentra el despacho de Samarás. Los desconocidos han usado fusiles kalashnikov.
Fuentes de la Policía han confirmado a la agencia Efe que un proyectil ha sido encontrado en el interior del despacho de Samarás y otro en el tejado del edificio.
Poco después de este incidente, un automóvil que había sido robado ha sido encontrado calcinado en el barrio de Fáliro. Las citadas fuentes han señalado que se examina la posible relación del coche calcinado en el tiroteo.
Violencia creciente
Esta agresión se enmarca en una nueva serie de actos violentos contra periodistas, bancos y dependencias de los partidos del Gobierno, que comenzó en la madrugada del viernes con el ataque coordinado con bombas caseras contra las viviendas de cinco conocidos periodistas.
En la madrugada del sábado los blancos fueron dos locales de Nueva Democracia, uno del Partido Socialista (Pasok) y dos cajeros de bancos en barrios de la periferia de Atenas. También durante la noche del domingo han sido incendiados varios cajeros en distintos puntos de la capital.
En la madrugada del domingo desconocidos rompieron los cristales en la entrada del domicilio del hermano del portavoz del Gobierno.
Poco después artefactos caseros provocaban daños en una dependencia de Nueva Democracia, y en una oficina de la empresa pública de electricidad, DEI.
La ola de violencia tiene lugar en un contexto de creciente empobrecimiento de la población en Grecia debido a los recortes y subidas de impuestos exigidos por la troika (Banco Central Europeo, FMI y Comisión Europea) a cambio de sucesivos rescates financieros.