Muere Nagisa Oshima, director de 'El imperio de los sentidos', a los 80 años
- El cineasta japonés fallece en Tokio a causa de una neumonía
- Fue uno de los realizadores emblemáticos de la "nueva ola" nipona
El cineasta japonés Nagisa Oshima, director de películas como El imperio de los sentidos o Feliz Navidad, Mr. Lawrence, ha fallecido a los 80 años en un hospital de Kanagawa, al sur de Tokio, a causa de una neumonía, ha informado este martes la televisión pública NHK.
Considerado uno de los directores más audaces y también más controvertidos de Japón, Oshima fue en los años 60 uno de los realizadores emblemáticos de la llamada "nueva ola" nipona, y en las décadas posteriores se convirtió en uno de los nombres con mayor proyección del cine de su país.
El cineasta estaba casado con la actriz Akiko Koyama, que lo acompañaba en el momento de su muerte a las a las 15.25 hora local (07.25 hora peninsular española) en el hospital de Fujisawa, en Kanagawa, según NHK.
Oshima había sufrido una hemorragia cerebral en 1996 que le causó una parálisis y le obligó a seguir una larga rehabilitación, aunque en 1999 volvió a la dirección con la película Taboo (Gohatto), el que sería su último largometraje.
Activista de izquierdas de cine crítico
Nacido en Okayama en marzo de 1932, Nagisa Oshima estudió Derecho en la Universidad de Kyoto, donde destacó por su activismo de izquierdas y desarrolló su afición por la escritura y el teatro.
Al concluir sus estudios ingresó en una productora local, pero pocos años después desencantado creó su propia compañía, que fracasaría comercialmente y le obligaría a trabajar para la televisión.
En los años 60 se consolidó como una de las figuras más críticas de la sociedad y la política de su tiempo, que denunciaba con crudeza en películas que a menudo tenían como protagonistas a personajes rebeldes o criminales.
Entre sus obras de aquella época destacan filmes como Los placeres de la carne (1965), Los Ninjas (1967) o Diario de un ladrón de Shinjuku (1968), pero fue El imperio de los sentidos (1976) la que le consagró a nivel internacional.
La película, con un fuerte contenido sexual, fue censurada en Japón y rechazada en el Festival de Cine de Nueva York, pero obtuvo el Premio Internacional del Festival de Cine de Cannes y un amplio reconocimiento internacional.
Las cintas del cineasta nipón han sido objeto de homenaje en numerosos certámenes, entre ellos el Festival de Internacional de Cine de San Sebastián, que el pasado noviembre anunció que en su próxima edición Oshima será objeto de una retrospectiva que reunirá todos sus largometrajes para la gran pantalla.