'Lincoln', el presidente de Spielberg que aspira a todo en los Oscar
- "No hago películas por los premios", asegura Spielberg a TVE
- "La guinda del pastel no son los premios, es hacer el trabajo", dice Day-Lewis
- Lincoln, que se estrena el viernes, es la gran favorita con 12 nominaciones
- La cinta describe el proceso político que llevó a la abolición de la esclavitud
FICHA TÉCNICA
Título original: Lincoln
Año: 2012
Duración: 150 min.
País: Estados Unidos
Director: Steven Spielberg
Guion: Tony Kushner (basado en un libro de Doris Kearns Goodwin)
Música: John Williams
Fotoggrafía: Janusz Kaminski
Reparto: Daniel Day-Lewis, Sally Field, Tommy Lee Jones, David Strathairn, Joseph Gordon-Levitt, James Spader, Lee Pace, Gulliver McGrath, Hal Holbrook, Michael Stuhlbarg, Jared Harris, David Costabile, Jackie Earle Haley, Joseph Cross, John Hawkes, Tim Blake Nelson, Peter McRobbie, Jeremy Strong, Gloria Reuben, Walton Goggins, Bruce McGill, David Oyelowo, Lukas Haas
"Nada de lo que yo hago como cineasta tiene como motivación los premios". Así de claro y contundente se muestra el director de cine Steven Spielberg en una entrevista exclusiva con el programa de TVE Días de Cine, de la que RTVE.es te adelanta un fragmento, con motivo de la presentación en España de su última película, Lincoln, que se estrena este viernes 18.
Spielberg, ganador de dos Oscar como director (La lista de Schindler, en 1994, y Salvar al soldado Ryan, 1999), se cura en salud de cara a la entrega de los premios de la Academia de Hollywood el 24 de febrero, ya que la cinta parte con el cartel de la gran favorita -con 12 nominaciones, incluida director y mejor película-, pero también lo era en los Globos de Oro y entonces solo se llevó un premio.
Con un irónico "gracias por recordárnoslo", Spielberg y Daniel Day-Lewis responden a TVE al ser preguntados sobre el hecho de que la cinta solo se llevara uno de los Globos, y aclaran que su motivación a la hora de trabajar va por otros derroteros.
"Puede parecer que los premios son la guinda del pastel, pero para la mayoría de nosotros la guinda es simplemente hacer el trabajo", afirma un Daniel Day-Lewis que -él sí- se llevó el Globo a mejor actor y que, salvo monumental sorpresa, recogerá en la 85 edición de los Oscar su tercera estatuilla.
"Yo me siento muy agradecido de ver que Lincoln, que Daniel o que otro miembros del equipo recibido tantas nominaciones. Pero no hacemos películas para este periodo del tiempo, para este momento del año de celebraciones. Esta no es la razón de nada de lo que yo hago como cineasta", asegura Spielberg, que ha dedicado 12 años de su vida a esta película que rememora a una de las mayores figuras históricas de Estados Unidos, su decimosexto presidente y el que abolió la esclavitud en 1865.
Si tenemos en cuenta los gustos de Hollywood y su querencia por los grandes temas americanos, probablemente este factor sea suficiente para convertirla en la gran ganadora de los Oscar.
"Vi a Abraham Lincoln"
La película, basada en una biografía escrita por Doris Kearns Goodwin y adaptada por Tony Kushner, se centra en los cuatro últimos meses de la vida de Abraham Lincoln, en los que promovió la Decimotercera Enmienda a la Constitución -la abolición de la esclavitud- y se firmó el fin de la Guerra de Secesión tras rendirse la Confederación. Días después moría asesinado en el teatro Ford.
Además de la altura política de Lincoln, la cinta recoge la cara humana de la figura histórica, que también tenía que lidiar con los problemas familiares -el Abraham padre acababa de perder a uno de sus hijos menores y temía perder también al mayor, que quería alistarse para combatir en la guerra, mientras que su mujer se distancia de él-. Esa triple faceta de hombre de Estado, padre y esposo la borda un espectacular Daniel Day-Lewis.
"No era Daniel Day-Lewis a quien yo vi enfrente de mí. Vi al hombre que fue presidente de los Estados Unidos en 1895. Vi a Abraham Lincoln". Esta es la primera impresión que tuvo Rick Carter, diseñador de producción en Lincoln, al ver por primera vez en el plató al actor irlandés y esa es la sensación que deja en los espectadores su magistral actuación.
Al de Lewis se unen otros 144 personajes en la que debe ser la película con más diálogo que haya rodado nunca Spielberg -amante del cine histórico, por otro lado-, diálogos, además, con una gran carga de contenido, en algún momento excesiva -se hace difícil mantener toda la atención necesaria durante 150 minutos-.
El elenco es de auténtico lujo, con actores de la talla de Sally Field y Tommy Lee Jones -nominados ambos a mejores actores secundarios-, David Strathairn, Joseph Gordon-Levitt, James Spader, Lee Pace, Hal Holbrook, Michael Stuhlbarg, Jared Harris, David Costabile o John Hawkes, entre otros.
Ensalzamiento de la política
La cinta también borda las maniobras políticas que los seguidores de Lincoln tuvieron que realizar en la época para conseguir los apoyos necesarios para la Decimotercera Enmienda, empenzando por buscar los apoyos dentro del propio Partido Republicano del presidente -resulta curioso ver cómo en aquel momento histórico los republicanos eran los "progresistas" y los demócratas los "conservadores"- y dentro de las filas del partido contrario para recabar los votos necesarios. Maniobras y triquiñuelas que perseguían altos valores, cabe apuntar.
Para Spielberg y para muchos de los actores de la película, Lincoln quizás llega en el momento adecuado para combatir la desafección ciudadana con la política: "Creo que llega en el momento justo. Su presidencia es todo un modelo de liderazgo. Abogó por cosas que ahora más que nunca están en nuestros corazones. Defendió la idea de que la democracia requiere justicia, compasión, respeto y tolerancia, y a veces un poco de sentido del humor. Esa es el alma de Lincoln", dice Spielberg.
Política de altas miras en cine de altas miras y con grandes aspiraciones en los Oscar. Mal que le pese a Spielberg.