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Argelia confirma la muerte de 37 extranjeros de ocho nacionalidades en el asalto a la planta de gas

  • El primer ministro ha asegurado que aún hay cinco empleados desaparecidos
  • También ha informado de que 29 secuestradores fueron abatidos
  • Otros tres terroristas, dirigidos por un argelino, están arrestados

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Argelia confirma la muerte de 37 rehenes extranjeros y un argelino

Al menos 37 trabajadores extranjeros de ocho nacionalidades diferentes han muerto en el ataque y toma de rehenes en la planta de gas argelina de In Amenas que concluyó el sábado tras una operación militar, según ha anunciado el primer ministro de Argelia, Abdelamalek Selal.

En una rueda de prensa en Argel, Selal ha dicho que un ciudadano argelino murió y que todavía hay cinco trabajadores desaparecidos.

En su primera comparecencia ante los medios desde el estallido de la crisis, el pasado miércoles, el primer ministro ha indicado que un soldado resultó herido en las operaciones y que aún no se ha podido identificar a siete de los 37 ciudadanos extranjeros fallecidos.

En la operación de rescate, lanzada por fuerzas especiales del Ejército argelino, que se prolongó desde el viernes hasta el sábado, fueron abatidos 29 secuestradores, que estaban bajo el mando de un argelino, y otros tres fueron capturados con vida, según Selal.

Casi 800 trabajadores liberados

Un total de 792 trabajadores fueron liberados, 107 de ellos extranjeros, durante el asalto llevado a cabo por las fuerzas especiales argelinas.

Entre los fallecidos cuya muerte ha sido confirmada por sus países, hay seis filipinostres británicos y dos rumanos.  Pero también se teme por la vida de una decena de japoneses, dos  malayos, un colombiano, cinco noruegos, otros tres británicos y varios  estadounideneses. Este país ha sido el mayor ejemplo de opacidad en la  crisis y ni siquiera ha informado de cuántos de sus ciudadanos estaban  afectados.

La madrugada del miércoles, un grupo fuertemente armado de terroristas asaltó el complejo de gas de In Amenas, a 1.500 kilómetros al sureste de Argel, con la intención de tomar como rehenes a varios trabajadores extranjeros para llevarlos a Mali.

El ataque fue reivindicado por el cabecilla terrorista argelino Mojtar Belmojtar, que dijo que fue en respuesta a la intervención internacional en apoyo del Gobierno maliense contra los grupos radicales islámicos que operan en las regiones septentrionales de Mali.

El Ejército argelino rodeó las instalaciones petroleras y cuando los secuestradores intentaron abandonarlas con varios secuestrados, iniciaron el asalto el jueves y dieron la operación por concluida el sábado, aunque el domingo la prensa del país informó del hallazgo de al menos 25 cadáveres en el registro de las laberínticas instalaciones, que también fueron minadas.

Apoyo al Ejército argelino

Tanto Reino Unido como EE.UU. y Francia han culpado a los atacantes del resultado final. No obstante, esperan que el gobierno argelino aclare lo sucedido. El jefe de las Fuerzas Armadas de Reino Unido, David Richards, incluso ha felicitado a las fuerzas de seguridad de Argelia por su respuesta "valiente" al ataque.

"Es muy importante que se sitúe esta acción en su contexto porque se trató de una respuesta muy valiente", ha subrayado Richards durante un almuerzo en el Instituto de Política Estratégica de Australia, en Canberra, donde ha asegurado que se ha dado un duro golpe contra los autores del ataque.