Denzel Washington, a por el Oscar con 'El vuelo': "Es un honor estar nominado, pero esperaba más"

• El actor opta a su tercer Oscar en la que es su sexta nominación
• Zemeckis y Washington presentan en Madrid la cinta, que se estrena el día 25
• "Pensábamos que íbamos a tener más nominaciones", dice el protagonista

Denzel Washington presenta en Madrid su nueva película "El vuelo"

FICHA TÉCNICA

Título: El vuelo

Título original: Flight

Año: 2012

Duración: 138 min.

País: Estados Unidos

Director: Robert Zemeckis

Guion: John Gatins

Música: Alan Silvestri

Fotografía: Don Burgess

Reparto: Denzel Washington, Kelly Reilly, John Goodman, Don Cheadle, Bruce Greenwood, James Badge Dale, Melissa Leo, Nadine Velazquez, Brian Geraghty, Dane Davenport, Tamara Tunie, Garcelle Beauvais, Alex Frost, Kwesi Boakye, E. Roger Mitchell

"Es un honor estar reconocido otra vez. A ver qué pasa". Así de tranquilo se ha mostrado este martes en Madrid Denzel Washington con respecto a su nominación al Oscar a mejor actor por El vuelo, la última película de Robert Zemeckis (ganador del Oscar con Forrest Gump).

Es una merecida sexta nominación para Washington, que ya tiene dos estatuillas en casa, una como mejor actor de reparto en 1990 por Tiempos de gloria -fue el cuarto afroamericano en ganar el premio- y otra a actor protagonista en 2002 por Día de entrenamiento -tiene como rivales a Daniel Day-Lewis, el favorito con Lincoln; Bradley Cooper (El lado bueno de las cosas), Hugh Jackman (Los miserables) y Joaquin Phoenix (The master).

"Pero, sinceramente, pensaba que íbamos a tener más nominaciones y que nos merecíamos más", asegura Washington, arropado por Zemeckis en la presentación ante la prensa de la película, que opta también al Oscar a mejor guión original.

Simpático y cercano, bromeando a ratos con la prensa, Washington -por el que también empiezan a pasar los años- y Zemeckis han cerrado en Madrid la promoción de esta película, que se estrena este viernes 25 en las salas españolas y una de las pocas nominadas en los Oscar que faltaba por verse en España -compartirá cartel con El lado bueno de las cosas y Bestias del sur salvaje-.

Lo más divertido, el simulador de vuelos

En El vuelo, el actor estadounidense da vida al comandante Whip Whitaker, un piloto comercial que realiza un espectacular, y singular, aterrizaje de emergencia gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros. El piloto es agasajado como un héroe nacional, pero cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería que sufrió el avión, se descubre que, probablemente, fue precisamente el piloto quien puso en peligro la vida de los pasajeros debido a su alcoholismo.

Zemeckis, al que sus conocimientos como piloto han ayudado a "dar autenticidad" a lo que pasa durante el vuelo, ha logrado filmar la que probablemente sea una de las escenas de accidentes aéreos más espectaculares de cuantas se hayan rodado en la historia del cine -absolutamente recomendable verla en una sala de cine para vivir la angustia de la situación-. De hecho, el director era consciente de que esto iba a ser "lo más complicado" de la película, por lo que lo planificaron desde el principio y, aún así, les llevó entre seis y ocho meses terminarla.

Denzel Washington ha confesado que el preparse en los simuladores de vuelo fue "lo más divertido" del rodaje, aunque no tuvo ocasión de pilotar un avión real. No obstante, compartió con pilotos profesionales horas de vuelo en los simuladores y vio cómo ellos reaccionaban ante situaciones de emergencia como las que narra la película.

Para lo que no se preparó expresamente fue para dar vida a un alcohólico, ni fue a reuniones de Alcohólicos Anónimos ni nada parecido, porque "mi personaje no piensa que es un alcohólico, sino que cree que es una persona normal que bebe como todo el mundo", ha explicado Washington, para añadir que la cinta muestra que "el alcoholismo no conoce fronteras y puede afectar a cualquier profesional, desde un piloto a un periodista".

Un personaje atractivo y complicado

Para Zemeckis, que vuelve al cine "real" con personajes de carne y hueso después de tres películas consecutivas con la técnica digital de captura de movimiento (Polar Express, Beowulf y Cuento de Navidad), el de Whitaker es "uno de los personajes más complejos" de su filmografía, y confía que engrose dentro de la "lista de grandes personajes".

Momento de intercambio de halagos: Para el director, Denzel Washington era el "actor perfecto" para el papel; y para el protagonista, lo que le atrajo del papel fue "el guión y el director".

Pero a Washington le fascinó especialmente la evolución del personaje: un alcohólico, mujeriego, cocainómano y, sobre todo, mentiroso que acaba evolucionando -no diremos cómo, pero con mediación divina-, pero que, de no haberlo hecho, el actor habría rechazado el papel. Cuestión de gustos, porque a la película probablemente le sobren los cinco minutos finales y la moralina americana, así se aligeraría también el metraje -¿no hay nadie capaz de hacer una película de menos de dos horas últimamente?-.

La película deja sin construir a determinados personajes, lo que los hace poco convincentes, como el de Melissa Leo -una yonqui que quiere rehabilitarse y se cruza con Washington en una de las escenas más 'políticamente incorrecta de la cinta' -tres pacientes del hospital que fuman escondidos en la escalera de incendios-; o los de su exmujer (Garcelle Beauvais) y su hijo (Justin Martin), cuya mala relación no se explica demasiado. Pero también hay personajes deliciosos, como el de John Goodman, el camello molón, o el de Don Cheadle, el abogado experto.