'La invención concreta', una ambiciosa revisión de la modernidad latinoamericana
- El Museo Reina Sofía inaugura este martes esta exposición de 200 obras
- Con piezas nunca vistas en España, estará abierta hasta el 16 de septiembre
Doscientas obras –entre pintura, escultura, collage y obra gráfica– que dan a conocer una etapa clave en la modernidad de Latinoamérica. Esto es, a grandes rasgos, lo que los visitantes de La invención concreta se van a encontrar a partir de este martes. Eso si van a verla al museo, porque esta exposición lleva consigo un generoso programa multimedia que permite recorrerla desde cualquier lugar visitando la página web creada para la ocasión o usando los teléfonos móviles y tabletas, con audioguía incluido.
El objetivo de esta muestra es, según el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, “mostrar una estructura compleja que sirva para interpelar nuestra propia modernidad”, de manera que mientras estamos viendo arte latinoamericano nos veamos también a nosotros mismos.
La exposición, comisariada por él y por Gabriel Pérez-Barreiro, recorre el período comprendido entre los años treinta hasta los sesenta, una etapa en la que muchos artistas latinoamericanos concebían la abstracción como un sistema para crear relaciones interpersonales mediante objetos manipulables, mientras otros construían metáforas a partir de proporciones matemáticas.
Estructurada según la afinidad de los autores
En lugar de ordenarse cronológicamente o por país de origen, las obras –todas pertenecientes a la Colección Patricia Phels de Cisneros– se agrupan en función de las afinidades de sus autores. Estructurada en once salas, la muestra comienza en una que hace de índice general de la exposición, en la que se encuentra la impresionante Fisiocromía 500, de Carlos Cruz-Díez. Esta pieza permite al visitante percibir la obra de diferente manera según se desplace a lo largo de la sala.
Una vez hemos explorado la idea de geometría, que es la primera en que se ordena la exposición, pasamos al concepto de diálogo. La segunda sala exhibe, así, un conjunto de obras que obedecen a la convicción de que el arte sirve para la comunicación interpersonal. Esto es, que permiten la interacción entre dos sujetos. Una de las obras que más llama la atención es el Libro de la creación de Pape, realizado entre 1959 y 1960. Las 16 piezas que componen esta obra narran la creación del mundo a través de composiciones geométricas interactivas.
Otro de los momentos de más asombro para el visitante es el que viene después dentro del recorrido, gracias al Cubo de nylon, la escultura de Jesús Soto, que inunda una sola sala pequeña. A partir de ahí, el visitante se encontrará con obras que indagan en la ilusión y la inestabilidad visuales, en vibraciones virtuales o en la premisa de que el universo está siempre en estado de flujo.
En la última sala se rinde homenaje a Willys de Castro, cuya obra pretende llamar la atención a la percepción del público partiendo de la base de que nunca se puede tener una experiencia plena de una obra desde un punto de vista estático.
La selección más completa hasta la fecha
El recorrido finaliza con Citrus 600, del artista Héctor Fuenmayor, que busca que el visitante reflexione sobre todo lo que ha visto. La obra es, en apariencia, una sala vacía pintada de amarillo.
La exposición cuenta con una sala interactiva. Pero la comunicación directa con el público no se queda ahí: la página web www.lainvencionconcreta.org y las aplicaciones para teléfonos móviles y tabletas, ofrecen, junto a Facebook, Twitter o Pinterest, mil y una posibilidades para acercarse al arte moderno latinoamericano que tan revolucionario fue en su momento.
Muchas de estas obras nunca se han visto en España con anterioridad y una veintena procede del MoMa de Nueva York, institución a la que fueron donadas por la Colección Patricia Phelps de Cisneros. Además, se trata de la selección más completa mostrada hasta la fecha.