Primeras horas de Mega, la revancha de Kim Dotcom
- El cifrado de los archivos es clave en el funcionamiento del nuevo servicio
- Kim Dotcom piensa en otros tres servicios en línea adicionales
- Hacen falta aún unas semanas para que su funcionamiento se estabilice
- Dotcom pide disculpas por los fallos generados por la gran afluencia
Tal y como había avisado, y justo en el momento en el que se cumplía un año del cierre de Megaupload, Kim Dotcom lanzaba este pasado fin de semana Mega, el primero de sus nuevos servicios en línea.
Mega viene claramente a ocupar el espacio dejado por Megaupload, pero incorpora una diferencia fundamental respecto al servicio cerrado, y es que todos los archivos que se almacenan en Mega son cifrados antes en el ordenador del usuario, donde además queda almacenada la clave necesaria para acceder a su contenido.
De esta forma, ni los administradores de Mega ni nadie que no tenga la clave tiene forma de acceder a los contenidos de esos archivos, contengan estos lo que contengan.
Del lado correcto de la ley
Para Kim Dotcom y su equipo esto es la garantía de que Mega funciona con todas las de la ley y que no podrá ser perseguido por el mismo motivo que Megaupload, que era el uso que se hacía de este para compartir archivos sujetos a derechos de autor, pues no tienen forma de saber qué hay almacenado en los archivos que están alojados en Mega, aunque en realidad hay muchas dudas sobre la validez de la operación lanzada contra Megaupload.
Además, y ya lo advierten en los términos de servicio, Mega guarda datos del usuario como son registros de actividad, direcciones IP desde las que se conecta, etc, datos que con la correspondiente orden judicial pondrán en mano de las autoridades competentes.
De todas formas, es obvio que Kim Dotcom no las tiene todas consigo acerca de cómo va a reaccionar la industria de contenidos frente a Mega y por ello la infraestructura del servicio está pensada para que cada archivo resida al menos en dos servidores distintos en países distintos.
De esta forma, si en un país hubiera una intervención contra una de las empresas que dan alojamiento a Mega esto no debería suponer ni la desaparición de los archivos que esta almacena ni que Mega en sí quedara parado, al contrario que con Megaupload, que fue muy sencillo de parar desde el punto de vista técnico al carecer de estas redundancias.
Así, queda en manos de cada uno de los usuarios de Mega decidir qué va a subir allí y con quién lo va a compartir.
Para eso Mega ya muestra las opciones de ir añadiendo contactos y creando grupos que pueden tener carpetas compartidas, aunque por ahora, entre que es una beta y la enorme demanda, con un millón largo de usuarios registrados en apenas tres días, hay cosas que todavía no funcionan, aparte de que el servicio en si está yendo extremadamente lento. También hay la opción más tradicional de copiar la dirección del archivo, clave incluida, y de enviársela por correo electrónico a alguien, por ejemplo.
Las otras patas de Mega
Kim Dotcom tiene además planes para lanzar Megabox, un servicio de streaming de contenidos multimedia similar a YouTube o Spotify, pero en el que los creadores de contenidos se quedarán con un 90% de los ingresos, Megakey, un servicio de publicidad en línea para financiar Mega, y Megamovie, un servicio de distribución de películas, aunque los tres por ahora son solo proyectos.
Aparte de los ingresos por publicidad que pueda obtener gracias a Megakey en Mega se ofrecen cuentas de pago, que dan 500 GB de almacenamiento por 10€ al mes, 2 TB por 20€, y 4 TB por 30€, cada una de ellas además con mayor capacidad de transferencia que la anterior.
Cambios
Pero aunque no haga otra cosa Mega pone el listón muy alto en lo que se refiere a la capacidad de almacenamiento con respecto a servicios similares como Dropbox o Google Drive, ya que las cuentas gratuitas ofrecen 50 GB de almacenamiento, bastante más que lo que ofrecen otros servicios en sus versiones gratuitas.
Y también hará que muchos usuarios empiecen a utilizar por primera vez, aunque sea de forma automática, el cifrado en sus comunicaciones digitales, algo que sin duda cada vez cobrará más importancia ya no solo de cara a las posibles consecuencias legales de compartir según que tipo de archivos sino a la tranquilidad que supone tener cualquier cosa almacenada en la nube y saber que nadie podrá acceder a ellos pase lo que pase a menos que Mega incluya algún fallo en su sistema de cifrado, algo que está todavía por comprobar.
Aunque en cualquier caso conviene recordar que nunca hay que dejar de tener una copia en el ordenador propio o en un disco duro que tengamos a mano, por si las moscas.
En cualquier caso por ahora habrá que darle unas semanas a Mega para estabilizarse y unos meses para ver qué uso hacen sus usuarios con el servicio, pero seguro que no será la última vez que hablemos de este servicio.