'Fear and desire', la película que Kubrick quiso destruir
- La despreciaba hasta el punto de que intentó quemar todas las copias
- Ahora se ha restaurado y por fin podemos completar su filmografía
Durante años, los aficionados al cine han buscado por las catacumbas de internet la primera película de Kubrick, infructuosamente; hasta el punto de formarse una aureola mítica a su alrededor. Sobre todo sabiendo que el director (famoso por su afán de perfeccionismo que sólo le permitió rodar 13 películas en 50 años de carrera) había intentado destruir todas las copias. Ahora, 60 años después de su estreno en los cines (1953), nos llega Fear and desire, una película bélica que ha sido restaurada para comercializarla en dvd y Blu Ray, y que el Canal TCM estrenará este domingo, 27 de enero, a las 22:00.
En el pase para la prensa nos sentimos un poco cohibidos, ¿Hasta que punto tenemos derecho a ver una obra de la que el autor renegó toda la vida e intentó destruir? Pero la curiosidad acaba con cualquier prejuicio. Y descubrimos una película hecha con cuatro duros pero planificada al detalle, que ya presagia el afán de perfeccionismo de su director, su dominio de la fotografía (quiso ser fotógrafo antes que director), de los encuadres, de la iluminación y de las cuestiones técnicas en general. Y en la que ya encontramos su desprecio hacia las guerras que luego ampliaría en dos de sus mejores películas: Senderos de gloria y La chaqueta metálica.
Estamos de acuerdo con Kubrick en que Fear and desire no es una gran película, pero si es un estupendo borrador de lo que vendría después.
Debutó con 22 años
Kubrick dirigió esta película a los 22 años, con 13.000 dólares que le prestó la familia y un guión escrito por un amigo, Howard Sackler. Acababa de estallar la guerra de Corea y el director primerizo quería rodar una historia bélica inspirada en aquellas películas de la Segunda Guerra Mundial en las que un grupo de soldados se encuentran atrapados tras las líneas enemigas sin posibilidad de recibir ningún tipo de ayuda.
Su tío, Martin Perveler, era el dueño de una cadena de drugstores y también financió la aventura de su sobrino, incluso le propuso convertirse en su inversor durante su posible carrera en el cine, a cambio de una parte de sus futuras ganancias.
Para el equipo técnico Kubrick recurrió a la ayuda de unos amigos y su esposa Toba Metz, fue la script. El matrimonio no funcionaba bien y el trabajo en la película acabó por romperlo.
En cuanto a los actores, lo más curioso es que Kubrick contó con Paul Mazursky para interpretar a uno de los soldados. Años después, Mazursky triunfaría en Hollywood como director y guionista, siendo candidato al Oscar en cinco ocasiones, por películas como Una mujer descasada o Enemigos, una historia de amor). También contrató a Frank Silvera, un actor jamaicano que había intervenido en Viva Zapata, de Elia Kazan. E hizo pruebas hasta que dió con Kenneth Harp y Steve Coit, que interpretaban a los otros soldados, y a Virginia Leith, una modelo guapísima que interpreta a una campesina.
Lo curioso es que los actores tan pronto hacen de soldados buenos como del enemigo, simplemente cambiándose de uniforme.
"Brillante e inolvidable"
Las dificultades en la sonorización y el doblaje hicieron que el presupuesto de la película se disparase hasta los 53.000 dólares. En junio de 1952 Kubrick terminó el montaje y alquiló un cine para mostrar la película al crítico Mark van Doren, que calificó a Fear and desire como "brillante e inolvidable" y auguraba un futuro prometedor para su director.
Sin embargo, otras críticas no fueron tan halagüeñas y Kubrick tuvo que sufrir cómo muchos espectadores se reían de la actuación de Paul Mazursky, que interpreta a un soldado que acaba perdiendo la razón (un antecedente de el "recluta patoso" de La chaqueta metálica).
Fear and desire se estrenó, finalmente, el 31 de marzo de 1953, en Nueva York y a pesar de las buenas críticas, tuvo muy poca taquilla y Kubrick se distanció de ella poco a poco hasta el punto de llegar a despreciarla. La definió como "un trabajo de aprendiz, un esfuerzo torpe y pretencioso", e hizo todo lo posible por destruir todas las copias, supervisando personlamente la destrucción de los negativos.
Pero no contaba con que la compañía Kodak hacía siempre una copia de seguridad para guardarla en sus archivos y cuando, en 1994, empezaron a aparecer copias, publicó una carta asegurando que era un "fallido ejercicio de cineasta aficionado. Una rareza completamente inepta, aburrida y pretenciosa. Con ella lo único que aprendí es que el dolor es un buen maestro".
Una de esas copias de la película fue encontrada, a finales de 1980, en Puerto Rico y adquirida años después por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que comenzó a restaurarla, permitiéndonos completar la filmografía del maestro.
Soldados tras las líneas enemigas
Fear and desire nos cuenta las peripecias de cuatro soldados cuyo avión se estrella detrás de las líneas enemigas. Mientras intentas escapar, descubren un campamento en el que hay un general enemigo. Entonces se debaten entre huir o intentar eliminarlo.
Adelantando los elementos psicológicos de otras de sus películas, Fear and desire, es interesante en cuanto también anticipa algunos temas recurrentes en la filmografía del director, así como su afán perfeccionista, su preocupación por los encuadres y la fotografía y su interés por innovar tanto temática como estilísticamente.
Una curiosidad que no puede perderse ningún aficionado al cine, y que nos permite comprobar los primeros balbuceos, tras la cámara, de uno de los grandes directores de la historia del cine.