El aislamiento acústico de la discoteca brasileña magnificó el incendio
- El material era altamente inflamable y también generó gases tóxicos
- Tras la tragedia, 127 personas continúan ingresadas en varios hospitales
El aislamiento acústico utilizado en la discoteca que se incendió en el sur de Brasil magnificó las dimensiones de la tragedia, que causó 235 muertos y más de un centenar de heridos, según ha informado la policía.
El comisario Marcelo Arigony ha afirmado en una rueda de prensa que el aislamiento acústico fue el factor que convirtió un pequeño incendio en una trampa mortal para los centenares de jóvenes que abarrotaban la madrugada del lunes la discoteca Kiss, de la localidad de Santa María (Río Grande do Sul).
"La espuma fue la causa de la muerte. Si no hubiera estado allí, probablemente tendríamos solo un pequeño incendio en la discoteca", ha comentado el comisario, que ha indicado que el material es altamente inflamable y también genera gases tóxicos. Según el comisario, "está bien verificado" que las partes del techo donde no se había instalado esta espuma "prácticamente no se quemaron".
El incendio se generó por el uso de un artefacto pirotécnico durante un concierto de la banda Gurizada Fandangueira en una fiesta universitaria.
La Policía cree que el número de asistentes superaba el aforo de la discoteca, que era de 691 personas, y también investiga otros factores que pueden haber contribuido a la tragedia como la ausencia de una puerta de emergencia o la falta de suficientes extintores.
Dos miembros de la banda de música y los dos propietarios de la discoteca están bajo arresto preventivo, para evitar que puedan interferir en las investigaciones.
Todavía 127 personas continúan ingresadas en hospitales de Santa María, Porto Alegre, la capital del estado, y otras tres ciudades de la región, según el último boletín oficial divulgado por la secretaría de Salud de la gobernación regional. De ese número, 70 pacientes permanecen en la unidad de cuidados intensivos con respiración asistida y al menos otros siete continúan en estado grave, aunque respiran sin necesidad de aparatos.