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La interfaz musical MIDI celebra su trigésimo aniversario

  • Se trata del sistema estándar para interconectar instrumentos musicales
  • Fue propuesto en 1983 y se ha mantenido casi sin cambios hasta hoy en día

Debido en parte a su filosofía 'abierta' lo utilizan todos los fabricantes y marcas

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iPad+DJay+iDJ Live
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Este año el MIDI celebra su trigésimo aniversario. Quién más quien menos que haya jugueteado con las posibilidades musicales de su ordenador habrá oído hablar de él: son las iniciales en inglés de Interfaz Digital de Instrumentos Musicales y describe básicamente la forma estándar en la que los diversos dispositivos musicales electrónicos se comunican unos con otros.

El MIDI surgió entre 1982 y 1983, cuando Dave Smith y Chet Wood diseñaron una primera versión. Tras pasar por una especie de revisión industrial para encontrar el apoyo de diversos fabricantes fue anunciada por Robert Moog en octubre de 1982 y publicada oficialmente el verano siguiente, en agosto de 1983. Mogg fue el creador de los famosos sintetizadores Moog, que incluyen el popular Minimoog; estuvieron entre los primeros en incorporar el MIDI entre sus habilidades.

El MIDI comenzó a usarse cada vez con más instrumentos, en una era en la que empezaban a estilarse los instrumentos digitales y la música electrónica. Pronto llegaron los samplers y otros aparatos e instrumentos más complejos con grandes posibilidades: baterías, guitarras, instrumentos de viento.

Muy pronto compañías como Roland o Yamaha se apuntaron al carro del MIDI. ¿La razón? Entre otras que el MIDI era un estándar abierto, prácticamente equivalente a lo que hoy en día llamamos código abierto: las especificaciones técnicas eran públicas, cualquiera podía proponer mejoras y utilizarlo sin tener que pagar licencias de ningún tipo.

La idea de sus creadores era que el sintetizador sirviera como interfaz para todo tipo de instrumentos y nuevos dispositivos; la mejor forma de lograrlo era definir las formas en que debían comportarse los diversos aparatos al quedar interconectados, quedando lo demás a la imaginación y habilidad de los ingenieros. Esa ausencia de límites animó a creadores, inventores y grandes marcas a apuntarse al MIDI.

Gracias al MIDI la edición musical utilizando equipos digitales también sufrió un importante avance. Era la época en la que los primeros ordenadores personales llegaban a manos de los pioneros de la informática, y los músicos vieron pronto todas sus posibilidades. Pequeños fabricantes crearon sistemas y software a precios asequibles para ordenadores Apple, Atari y Commodore, entre otros: la revolución ya estaba en marcha.

Armados con este software, los usuarios podían controlar las secuencias musicales de una forma que hasta entonces estaba reservada para los profesionales. Con cada canal MIDI se podían controlar hasta 16 dispositivos distintos y tocar 24 notas a la vez; cada canal podía tener su control de velocidad, amplitud, dominancia y demás detalles.

A día de hoy la MMA (MIDI Manufacturers Association) controla el desarrollo del MIDI, definiendo tanto las capas físicas de los dispositivos (conectores y cables) como la lógica: interfaces, instrumentos, efectos, transmisión de mensajes.

El estándar MIDI ha resultado una solución tan buena que prácticamente no ha evolucionado en lo básico en tres décadas. A día de hoy todavía se discute una nueva versión llamada MIDI HD como siguiente versión del estándar, concebida para que se adapte mejor a los tiempos modernos.