2012, el año del talento y el esfuerzo en el cine español
- Bayona ha demostrado una gran solvencia con Lo imposible
- Grupo 7 es un thriller policiaco de excelente factura
- El artista y la modelo es una de las mejores películas de Trueba
- Blancanieves, la mejor de todas las candidatas
Cada año por estas fechas, cuando recapitulamos de cara a los Oscar, y aún antes, cuando hacemos en Días de Cine balance del año para nuestro especial "lo mejor de", nos sorprendemos, al comprobar cómo no hay una ni dos ni tres buenas películas españolas, sino unas cuantas más. Y lo que es mejor, se han batido de forma rotunda records de taquilla. Torrente ya no es la única salvación del cine español.
En el año de la crisis más salvaje, de la brutal subida del IVA del 8 al 21%, de la reducción de ayudas al cine, el Cine Español parece haber respondido de la mejor forma posible: con talento y esfuerzo, dos palabras, por cierto muy usadas por quienes justifican las reducciones de presupuestos a la cultura, aunque esa es otra cuestión.
El talento y el esfuerzo en tiempos de crisis han hecho posible este año una gran cosecha en el cine español. Esperemos que ese talento y ese esfuerzo puedan dar en años de bonanza resultados iguales o mejores. Y desde luego, que nadie busque una relación causa-efecto para justificar que, como en la estrechez se ha desarrollado el talento, ¿por qué abandonarla?
Los Goya este año se presentan cargados pues de calidad. Difícil para mi escoger entre unas u otras películas. Iré de "de menos a más".
La solvencia de Bayona y Lo imposible
Entre las mejores películas se encuentra Lo imposible, récord absoluto de recaudación en la historia de nuestro cine. Juan Antonio Bayona demuestra que se puede rodar con actores internacionales con la solvencia de los más solventes, valga la redundancia, pero con producción española.
Hace ya bastantes años que al cine español no se le puede echar en cara defectos de "factura" en las películas. Y la factura de Lo imposible es abrumadoramente perfecta. Eso, y que la historia de una familia de supervivientes españoles al tsunami de Thailandia ha demostrado interesar mayoritariamente a los potenciales espectadores, ha obrado el milagro.
La dirección de Juan Antonio Bayona, a la altura de lo que cabía esperar del director de El Orfanato.
No puede ponerse un pero a la película, que optó, inteligentemente, por ser rodada en inglés con actores internacionales: Ewan McGregor y Naomy Watts.
Grupo 7, un retrato de policías poco ortodoxos
Grupo 7, otra de las candidatas a mejor película, y la que fue elegida por la Academia de Cine para la carrera por los Oscar (de la que finalmente se cayó) tiene igualmente una excelente factura.
Alberto Rodríguez, su director, cambia radicalmente el registro de After para ofrecernos un thriller policiaco ambientado en la Sevilla previa a la Expo 92.
Dinero a raudales, y como bien sabemos por desgracia, la corrupción que acarrea en un sistema poco transparente y lleno de agujeros para delinquir, le sirven a Alberto Rodríguez para hacer un retrato de un grupo de policías, el Grupo 7 del título, que limpian la ciudad por métodos poco ortodoxos.
Un grupo de actores estupendos, entre los que destaca sobremanera Antonio de la Torre, y una realización febril del director, que nos recuerda al Pual Greengrass de Bourne, han demostrado ser buen reclamo de público y garantía de calidad.
El artista y la modelo, de lo mejor de Trueba
Siguiendo con las candidatas a mejor película, Fernando Trueba nos ofreció este año una de sus mejores películas sin duda: El artista y la modelo, coescrita por el mismo Trueba junto a Jean Claude Carrier, un peso pesado del cine europeo, guionista habitual de los últimos trabajos de Luis Buñuel, o ya más cerca en el tiempo, de la última película de Abbas Kiarostami, Carta certificada.
Una película en blanco y negro, con un actor como Jean Rochefort como protagonista, “el artista”, y con Aida Foch como “la modelo”. Junto a ellos, un placer ver a Claudia Cardinale de nuevo en la pantalla, en una película en la que Trueba nos invita a atisbar detrás de la estricta historia de la relación entre los personajes del título, algunas de las cosas que pasaban en Francia en un pueblo cercano a los Pirineos, durante la segunda guerra mundial.
Una película hermosa, sencilla, y emocionante. La verdad, no puede pedirse más.
Blancanieves, la mejor de las candidatas
Y llegamos a la que para mí, por meros criterios subjetivos, es la mejor de todas las candidatas. O al menos la que yo elijo o elegiría aún en en caso que no hubiera estado entre las candidatas. Me refiero, claro, a esa sorpresa que ha sido Blancanieves, de Pablo Berger.
Sería un error pensar que la cuota de cine mudo ya se cubrió el año pasado con The artist. Precisamente películas como Blancanieves o The artist (mudas ambas, o casi la francesa, pero enormemente diferentes) demuestran, más de 80 años después de la llegada del cine sonoro, que el buen cine puede serlo de cualquier tipo, incluso mudo.
Lo bueno de Blancanieves, sin duda, es que, al contrario que The Artist, que nacía del homenaje a otros cines y a otras películas, tiene vida propia más allá de la evocación al mito del cuento tradicional. Los valores “estrictamente mudos” de la película de Berger son mucho más auténticos que los de The Artist y la historia mucho más sombría, y al mismo tiempo luminosa, aunque parezca una contradicción.
Rodada en blanco negro, de forma inusual, con un ratio de material rodado/usado bajísimo para lo que se estila hoy día, la película reinventa el mito de Blancanieves podríamos decir “a la española”. Los antitaurinos (entre los que me incluyo claramente aunque sin fundamentalismos) pueden estar tranquilos porque la película no es en ningún caso una película sobre los toros o sobre un torero, aunque el tema tenga gran presencia en la pantalla. Tampoco es una película folclórica, aunque la localización sea en Andalucía durante los años 20.
Blancanieves es una película sencillamente irresistible que conviene ver sin prejuicios de ningún tipo. Una sorpresa enorme, y la prueba de que los caminos del cine, de hacer buenas películas, siguen siendo inescrutables.
Los candidatos a mejor director son, casualmente los directores de las películas de las que acabamos de hablar, y creo que está claro que en todos los casos su trabajo es (casi) perfecto.
Para terminar: Lo imposible aún sigue en cartel. Los otros tres títulos que han conseguido candidatura a la mejor película, Blancanieves, El artista y la modelo y Grupo 7 han vuelto a reestrenarse en salas. Ya solo por eso merece la pena.