Decenas de miles de personas acuden en Túnez al funeral por el líder opositor
- Amplio seguimiento de la huelga general
- Policía y Ejército están en alerta
Decenas de miles de personas han acudido este viernes en Túnez al entierro de Chukri Bel Aid, el líder de la oposición laica asesinado el miércoles.
Se trata del funeral más multitudinario desde la muerte de Habib Burguiba, líder de la independencia, en 2000. Los manifestantes han acudido al barrio de Yebel Yulud, en la capital, para dar el último adiós al político opositor.
Durante la ceremonia en el cementerio se han escuchado gritos pidiendo "una nueva revolución" y se ha entonado el himno nacional.
La policía ha disparado gases lacrimógenos y ha disparado al aire para dispersar a grupos de jóvenes que han destrozado varios coches junto al cementario. También ha habiado cargas frente al edificio del Ministerio del Interior, objetivo de la ira popular.
La ciudad permanece prácticamente sin actividad debido a la huelga general convocada para este viernes. Bancos, comercios, supermercados, bares y restaurantes han cerrado sus puertas en respuesta a la convocatoria de huelga general lanzada por los partidos de la oposición y la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), el principal sindicato del país.
Jueces y abogados extienden el paro a dos días y las universidades han decidido suspender clases durante el fin de semana.
El Gobierno ha declarado la jornada día de luto nacional y todos los diarios rinden homenaje al difunto líder del Partido de los Patriotas Demócratas Unificado y coordinador de la plataforma de izquierda Frente Popular.
Alerta por posibles enfrentamientos
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad y el Ejército están en alerta en previsión de que se reproduzcan los incidentes de los últimos días.
El jueves, miles de personas volvieron a salir a las calles en Gafsa (sur) y en la capital, y fueron dispersadas por la Policía con gases lacrimógenos.
La oposición culpa al principal partido del gobierno, el islamista moderado An Nahda, de hacer la vista gorda ante la actividad de grupos islamistas radicales, a los que acusan del asesinato.
También el jueves, An Nahda rechazó la propuesta del primer ministro, Hamdi Yabali, para disolver el Ejecutivo y formar un gobierno transitorio de unidad.