El Parlamento Europeo amenaza con vetar el acuerdo de presupuestos y exige renegociarlo
- Los cuatro partidos mayoritarios lo han rechazado en un comunicado conjunto
- El presidente de la Comisión de Presupuestos también reclama cambios
La aprobación del Parlamento es necesaria para las cuentas 2014-2020
El Parlamento Europeo ha salido con prontitud al paso de los presupuestos para el período 2014-2020 que los líderes de la Unión Europea han acordado en el Consejo celebrado este viernes y que, por primera vez, menguan respecto al período anterior: tanto los cuatro partidos mayoritarios en la Eurocámara como el presidente de la comisión de Presupuestos, Alain Lammassoure, han rechazado las cuentas propuestas y han instado a renegociar bajo la amenaza de vetarlas.
Los jefes de Estado y de Gobierno han logrado un acuerdo de mínimos bajo la consigna de austeridad impuesta por países como Alemania y Reino Unido, lo que -tras una larguísima negociación de casi 28 horas, con múltiples recesos y cuatro propuestas revisadas- ha resultado en un compromiso de gasto de 960.000 millones de euros, esto es, 33.000 menos que en el septenio anterior, un 3% menos.
Ante este consenso de circunstancias, los cuatro partidos mayoritarios de la Eurocámara -conservadores, liberales, socialistas y verdes- han replicado que no aceptan el acuerdo sobre el marco presupuestario 2014-2020 por considerarlo "deficitario".
“Las negociaciones reales van a comenzar ahora con la Eurocámara“
"El Parlamento Europeo no puede aceptar el acuerdo cerrado hoy por el Consejo Europeo tal y como está", han subrayado los líderes de los cuatro partidos en un comunicado conjunto, en el que añaden que "las negociaciones reales van a comenzar ahora con la Eurocámara".
Promover el crecimiento
Los eurodiputados señalan que mantienen sus "prioridades" de que las cuentas europeas "promuevan el crecimiento y la inversión en la UE", de manera que permitan la recuperación económica de los Veintisiete.
"Vemos con asombro que los líderes europeos han llegado a un acuerdo que puede llevar a un déficit estructural. Las amplias diferencias entre los pagos y los compromisos solo acumularán los problemas para el futuro y no resolverán los existentes", abundan en el comunicado.
De la misma forma, el presidente de la comisión de Presupuestos de la Eurocámara, Alain Lammassoure, ha indicado poco después de que se anunciase el acuerdo que recomendará al Parlamento “poner en cuestión tanto los resultados como el método” de las cuentas consensuadas por los líderes.
“Los dirigentes nacionales han sacado finalmente la conclusión de que la solución pasa por una Europa más débil y menos solidaria“
“De la crisis, los dirigentes nacionales han sacado finalmente la conclusión de que la solución pasa por una Europa más débil y menos solidaria. En El Parlamento Europeo, sacamos la conclusión contraria”, ha comentado.
Lammassoure argumenta que “desprovista de todo margen de maniobra presupuestaria durante siete años, [La Unión Europea] estará condenada a actuar siempre con más reglamentaciones y sanciones, en lugar de incentivar y animar. El crecimiento y el empleo serán las primeras víctimas”.
Más flexibilidad
En este sentido, los cuatro partidos también han pedido que se aplique una mayor flexibilidad al presupuesto, de modo que se pueda transferir fondos de unas políticas a otras -por ejemplo, de agricultura a cohesión- y de un año a otro.
Además, rechazan mantener "un presupuesto de austeridad durante siete años", por lo que reclaman que se incluya una cláusula de revisión que permita cambiar el marco presupuestario plurianual en dos o tres años, si se logra un voto por mayoría cualificada en el Consejo.
Las cifras pactadas finalmente por los Veintisiete ya fueron rechazadas al inicio de la reunión este jueves por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que las calificó de restrictivas.
De no lograrse el visto bueno del Parlamento Europeo, que adelantó que celebrará el voto sobre el marco presupuestario en secreto para permitir a los eurodiputados que eludan las presiones de los países, la UE deberá recurrir a presupuestos negociados anualmente. En ausencia del marco financiero plurianual, se tendrá que prorrogar el presupuesto de 2013 más un incremento del 2 % por la inflación.