Caballero Bonald: "España necesita una regeneración moral urgente"

• RTVE.es entrevista al Premio Cervantes 2012 a dos meses de recibir el galardón
• El escritor publica Oficio de lector, un ensayo sobre sus preferencias literarias

José Manuel Caballero Bonald, esta mañana en Madrid.

Reconoce que se asusta cuando lee lo que escriben algunos. Que España se ha quedado sin moral. Que se le han ido las ganas de escribir. José Manuel Caballero Bonald, el escritor jerezano que se ha pasado media vida buscando un adjetivo –como él dice de sí mismo– está preparando su discurso del 23 de abril, día en que el Rey le entregará el Premio Cervantes 2012.

Mientras llega ese momento –“raro” y “difícil de soportar”, según augura– publica el que tal vez sea su último libro, Oficio de lector (Seix Barral). Un ensayo en el que da a conocer sus preferencias literarias a través de prólogos, conferencias, presentaciones y glosas publicados en su mayoría, pero recogidos por vez primera en un libro.

- ¿Por qué publica ahora este libro, Oficio de lector?

Porque quería poner un poco de orden en mi propia obra. Estos textos -que son artículos, glosas, conferencias, epílogos, etc.- estaban dispersos y pensé que si los reunía podía elaborar una guía sobre mis preferencias literarias que, lógicamente, han ido cambiando. Hay libros que leí con gusto hace 20 años y, que, releídos ahora dejan de ser tan importantes, tan atractivos.

- Para usted leer ha sido un oficio, supongo.

Sí. Yo siempre digo que me hice escritor porque había leído antes unos libros que me emocionaron, que me produjeron una impresión que no he olvidado todavía. Ese placer de encontrar un mundo desconocido que me llenaba de alguna sensación nueva.

- Ha dicho recientemente que no le hace falta seguir escribiendo. ¿Qué le hace falta entonces?

Seguir leyendo (se ríe). Lo que yo he querido decir a través de la Literatura lo he dicho. Yo he escrito seguramente más de lo que tenía que haber escrito. Y me he quedado sin ganas. Y sin tiempo. No puedo plantear un libro a largo plazo. Eso ya no lo haré. Con toda seguridad.

- El editor Jesús Visor ha dicho de usted que es “el único intelectual que queda en España”. ¿Qué piensa de esto?

¡Uy! ¿Eso ha dicho Chus Visor? (Suelta una carcajada). Eso es… Eso es una especie de opinión entusiasta de euforia etílica (se ríe otra vez).

- ¿Ha cambiado en algo su vida desde que le dieron el Cervantes?

No, no ha cambiado en nada. Si hubiera ocurrido lo contrario, me habría preocupado. El Cervantes es un escalafón que te toca por edad y, bueno, sí es cierto que me produce una satisfacción especial, ya que es un reconocimiento a toda mi obra.

"Haré una defensa de la poesía como terapia"

- ¿Tiene el discurso preparado?

No lo tengo redactado aún. Pienso que hablaré sobre la poesía de Cervantes, sobre su vida personal -ese período en que dejó de escribir-, y luego haré una defensa de la poesía como terapia para defendernos de las cosas. Y quizás haga una alusión a la vida contemporánea, a la historia que estamos viviendo. Pero muy de pasada.

- Le he escuchado decir que le parece un poco “chocante” que el Rey hable de su obra.

Sí, porque no sabré adónde mirar cuando escuche hablar al Rey. Será artificioso y difícil de soportar.

- Usted, que es un buen maestro del idioma, ¿no se asusta cuando escucha o lee a los demás?

Cuando escucho no me asusto mucho, porque hay personas que tienen poca facilidad de palabra y escriben maravillosamente. Le pasaba a Onetti, que era un monosilábico. Él hablaba poquísimo y , sin embargo, era un gran escritor. Ahora bien, cuando leo una prosa descuidada, escrita sin esmero y sin amor por la palabra… entonces sí me preocupo.

"El español medio no conoce bien el idioma"

- ¿Y le ocurre muchas veces esto último?

Sí, con bastante frecuencia. Además, es que pienso que el ciudadano español medio no conoce de verdad su idioma. Hay personas que sólo usan 400 palabras. Nuestra lengua está despilfarrada.

- ¿Qué opina de la Literatura actual en España?

Pues yo soy muy mal lector de novelas. En poesía hemos tenido un nivel medio respetable y razonable. Y sigue existiendo ese nivel. Pero no estoy al día de lo que se publica en novela, la verdad.

- ¿Siempre ha podido decir lo que pensaba?

He procurado decirlo, aunque a veces me ha costado algún disgusto. Pero he procurado no callarme. Y si lo hacía, me he sentido muy incómodo y muy mal conmigo mismo.

- ¿Qué es lo que más le preocupa a día de hoy?

La situación política y la degradación de la democracia me preocupan. La democracia está malherida, hay corrupción, hay injusticia. Creo que habría que remediarlo de algún modo, pero yo no sé cómo. No soy activista político. Pero creo que necesitamos una regeneración moral en este país.

- ¿Nos hemos quedado sin moral?

Sí, estamos rodeados de hipócritas, de corruptos, de abuso de poder… Necesitamos una regeneración moral urgente. Si ocurre algo que remedie de forma violenta esto, será un disparate.