El papa afirma que la división en el clero desfigura la Iglesia en su última misa en San Pedro
- Celebra el rito del Miércoles de Ceniza en una ceremonia multitudinari
- Esta mañana ha agradecido a los fieles su "amor" tras hacer pública su renuncia
- Admite que no tiene fuerzas para continuar con su Ministerio
La última misa de Benedicto XVI en la Basílica de san Pedro no ha sido un formalismo. "Las divisiones desfiguran la Iglesia. Se debe superar la rivalidad", ha afirmado el pontífice, según informa el corresponsal de RNE en Roma, Iñaki Díez. En otro pasaje de su homilía señalaba que hoy en día, hay muchos dispuestos a rasgarse las vestiduras frenete a escándalos e injusticias, pero de los demás, no propias, ha afirmado.
"Un auténtico discípulo no se sirve a sí mismo", ha añadido. A diferencia de esta mañana que ha entrado andando y sin bastón en el aula Pablo VI, esta tarde ha utilizado la peana móvil para recorrer la basílica de San Pedro, tal y como lleva haciendo desde hace un par de años
En su homilía, el papa también ha hablado de la fuerza de la Misericordia que es la que nos impulsa a tomar decisiones en total libertad y se ha referido a la ocasión excepcional de celebrar la misa del Miércoles de Ceniza en la basílica de San Pedro, a donde se ha trasladado el ritual para permitir una mayor afluencia de fieles. Su última misa como papa en el interior del templo.
Primera aparición pública
El rito, que habitualmente se ha celebrado en la Iglesia de San Anselmo y en la Basílica de Santa Sabina de Roma, se ha desplazado al templo vaticano, ante la previsible asistencia multitudinaria tras la expectación creada por el anuncio oficial de Benedicto XVI este lunes de que abandonará el pontificado "por falta de fuerzas" el próximo 28 de febrero.
Esta mañana, el papa hizo su primera aparición pública desde su insólito anuncio. Ante centenares de fieles que han asistido a la audiencia de todos los miércoles en el Vaticano Benedicto XVI agradeció el "amor" con que los fieles católicos le han acompañado durante su papado, y ha pedido que ese afecto se mantenga "para la Iglesia y el futuro papa". El Sumo Pontífice también afirmó que ha tomado la decisión de renunciar "en plena libertad" y por el bien de la Iglesia.
"Queridos hermanos y hermanas, como saben, he decidido renunciar al ministerio que el Señor me confió el 19 de abril 2005. Lo he hecho en plena libertad para el bien de la Iglesia, después de haber orado largamente y tras examinar mi conciencia delante de Dios", afirmó el papa ante unos diez mil fieles que abarrotaban el Aula Pablo VI del Vaticano y que le interrumpieron en varias ocasiones para ovacionarle. "¡Viva el papa!", gritaron.
El papa 'tuitea' la Cuaresma
El papa dijo ser "consciente de la gravedad del hecho, pero también de no ser capaz de llevar a cabo el ministerio petrino con la fuerza física y el espíritu que requiere".
"Me apoya y me ilumina la certeza de que la Iglesia es de Cristo, el cual nunca le hará faltar su guía y su cuidado. Gracias a todos por el amor y la oración con que me habéis acompañado", declaró, para pedir a continuación que dicho amor se haga extensivo al "futuro papa".
"He sentido físicamente en estos días, para mí no fáciles, la fuerza de la oración que me da el amor de la Iglesia", remarcó.
Tras finalizar su catequesis semanal, Benedicto XVI hizo uso de las nuevas tecnologías para dar la bievenida al teimpo de Cuaresmo publicando un nuevo 'tuit' en su cuenta de Twitter @pontifex.
"En el tiempo de Cuaresma que iniciamos, esforcémonos por convertirnos, abriendo nuestra vida cada vez más a Dios", afirma en este mensaje, el número 35 desde que se unió a esta red social el pasado 12 de diciembre.