Las promesas se sientan en la silla de director
- Paco Léon, Oriol Paulo, Enrique Gato e Isabel de Ocampo, finalistas
- Zambrano, Bayona o Santiango Segura han conseguido el galardón
Si te dedicas al cine un premio es un reconocimiento, una satisfacción, un estímulo para seguir, un descanso, un feliz adorno para notas biográficas y estanterías.
Si tu sueño es dedicarte al cine y aún estás dando tus primeros planos, entonces un premio es mucho más que todo eso; un premio es una promesa; la promesa de un camino por delante.
Así debieron sentirlo en su día Amenábar, Bayona, Fresnadillo, Zambrano, León, Segura, Medem, Sánchez Arévalo… El Goya a la mejor dirección novel no es el que más expectación genera, no llenará las portadas del día siguiente, pero es sin duda uno de los premios de mayor carga emocional, ningún otro posee tanto valor añadido de ilusiones.
Propuestas diferentes
Este año los académicos tendrán que elegir entre cuatro propuestas que tienen la virtud de no parecerse en nada. Un voto que deberá decantarse por el virtuosismo técnico que sitúa nuestra cinematografía en la primera línea de la animación mundial (Las aventuras de Tadeo Jones, de Enrique Gato), o por el incómodo retrato de una realidad vergonzante que ocurre a diario en la orilla de nuestras carreteras (Evelyn, de Isabel de Ocampo); por la feliz incorrección de una película que ensaya nuevas formas de producir, de rodar, de distribuir (Carmina o revienta, de Paco León) o por el feliz dominio del género que nos sacude todo tipo de complejos (El cuerpo, de Orio Paulo)
Tres de los nominados, Isabel, Paco y Enrique, son viejos conocidos de Versión española. Sus primeros trabajos han pasado por ese privilegiado observatorio que es nuestro concurso de cortometrajes. Todo un estímulo también para nosotros.
Es obligado señalar que este año reducir las nominaciones a cuatro candidatos ha sido especialmente cruel, un año en el que los primerizos han explorado múltiples vías alternativas que seguro van a servir de valiosísimas pistas para el futuro próximo.
La noche del domingo señalado muchos subirán al escenario. No sabemos quién será el más elegante, el más gracioso, el más incontinente, el más emotivo, el más tímido…. Sí sabemos quién será el que sienta mayor vértigo desde ahí arriba.