El primer ministro tunecino dice que dimitirá el sábado si no apoyan su gobierno técnico
- El mandatario está enfrentado con su propio partido, el islamista Al Nahda
- Siguen las negociaciones para salir de la crisis tras el asesinato de un líder opositor
El primer ministro tunecino, el islamista Hamadi Yabali, ha dicho que el próximo sábado dimitirá si no encuentra apoyos suficientes para sacar adelante un Gobierno de tecnócratas con el que sacar al país de la crisis política, informa AFP.
Yabali ha dicho a un grupo de periodistas que recibirá este viernes a los líderes políticos de los partidos que han apoyado su iniciativa, y que el sábado presentará la composición de un nuevo gabinete. "Si es rechazada, presentaré mi dimisión" al presidente de la República, Monsef Marzuki, ha asegurado.
Su iniciativa de formar un gobierno apartidista que preparase unas nuevas elecciones legislativas y presidenciales lo antes posible fue lanzada el miércoles 6 de febrero, después de la oleada de protestas contra el Ejecutivo que se desató tras el asesinato del líder opositor Chukri Bel Aid ese mismo día.
Desde entonces, las distintas fuerzas políticas se han ido posicionando a favor y en contra. Entre estas está también su propio partido, Al Nahda, ganador de las elecciones el año pasado y del que Yabali es también secretario general (número dos).
De hecho, el partido islamista ha convocado una manifestación para el próximo sábado en apoyo del actual Gobierno y de su legitimidad electoral, con la intención de contrarrestar al movimiento popular y político contestatario surgido tras la muerte de Bel Aid.
Los manifestantes que han salido a la calle en los días anteriores, y que en buena parte son los mismos que lideraron las revueltas hace dos años, además de exigir responsabilidades por el asesinato, acusan al Ejecutivo de haber traicionado el espíritu de la primavera árabe.
La iniciativa de Yabali también es rechazada por el partido del presidente, el laico Congreso para la República, y por motivos distintos por el izquierdista Frente Popular. Pero la mayoría de la oposición laica sí lo apoya, así como el poderoso sindicato UGTT y la patronal, según AFP.
Esta agencia calcula que si se presenta el gabinete tecnócrata al Parlamento y los grupos se comportan con disciplina de voto, Yabali sería derrotado por un escaso margen. Aunque si algunos diputados de su partido votan con él, podría prosperar.
La situación es compleja y no hay que olvidar el contexto político, con un Parlamento provisional encargado de redactar una Constitución para dar forma nuevo régimen tras la dictadura de Ben Alí y constantes protestas por la crisis económica, como hace dos años. Los trabajos para esa ley fundamental están bloqueados.
Algunos analistas interpretan que la posición de fuerza del núcleo de Al Nahda puede ser no solo una resistencia a ceder el poder tras su gran mayoría electoral del año pasado. También como una estrategia para no sufrir el desgaste del Gobierno de cara a la próxima cita con las urnas.