El papa nombra a un empresario alemán presidente del investigado banco del Vaticano
- Ernerst von Freyber presidía una naviera que participa en un proyecto militar
- El anterior presidente fue despedido entre sospechas de blanqueo de dinero
El abogado, empresario y devoto católico alemán Ernest von Freyberg ha sido nombrado presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano y envuelto en sospechas de blanqueo de dinero.
Von Freyberg, de 55 años, sustituye al italiano Ettore Gotti Tedeschi, que fue destituido el 24 de mayo del pasado año por el Consejo de Supervisión de esa entidad tras varias investigaciones sobre la transparencia de la entidad.
Von Freyberg ha sido nombrado por la Comisión Cardenalicia que vigila el funcionamiento del IOR, tras estudiar los perfiles de 40 candidatos de todo el mundo, y el papa Benedicto XVI ha dado su consentimiento, según ha informado este viernes el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. La noticia llega en la misma semana en la que Benedicto XVI ha anunciado su renuncia, que será efectiva a finales de mes, tras un pontificado marcado por varios escándalos, incluido este.
La Comisión Cardenalicia mantiene en sus puestos a los cuatro miembros del Consejo de Supervisión del IOR, el alemán Ronald Hermann Schmitz, que hasta ahora ejercía de presidente en funciones; el español Manuel Soto Serrano, que compatibiliza el puesto con el de vicepresidente cuarto del banco Santander; el estadounidense Carl Albert Anderson y el italiano Antonio María Marocco.
Polémica elección
Con este nombramiento, el Vaticano pretende poner fin a las críticas que se han hecho al que muchos llaman el "banco de Dios" y que se ha visto salpicado por numerosos escándalos financieros internacionales. Von Freyberg, católico practicante, pertenece a la Orden de Malta y participa en las peregrinaciones de enfermos a Lourdes (Francia), según el propio Vaticano.
Es también presidente de la naviera alemana Blohm+Voss, lo que llevó hoy a algunos periodistas a preguntar a Lombardi como se había elegido presidente del IOR al de una empresa que construye barcos de guerra, y si no iba contra los principios de la Iglesia. Lombardi precisó que la naviera se dedica fundamentalmente a la transformación y a la reparación de cruceros y la construcción de yates de lujo y que solo participa en un consorcio que construye cuatro fragatas para la marina alemana.
El 24 de mayo del pasado año, un día antes de que estallara totalmente el escándalo Vatileaks de filtración de documentos privados del papa y de que fuera detenido el mayordomo del papa Paolo Gabriele, el Consejo Supervisor del IOR destituyó de manera fulminante a su presidente, el economista italiano Ettore Gotti Tedeschi, de 67 años.
Este, que había sido nombrado en 2009, fue destituido "por no haber desarrollado funciones de primera importancia para su cargo" y por su forma de gobernar, que "preocupaba" al Vaticano, según un inusualmente duro comunicado de la Santa Sede.
Un banco en el disparadero
Gotti Tedeschi está siendo investigado por la Fiscalía de Roma desde septiembre de hace dos años por supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero. Ahora preside el Santander Consumer Bank, filial italiana del banco con base en España.
El IOR, con sede en la Ciudad del Vaticano, fue fundado por Pío XII en 1942 y tiene personalidad jurídica propia. En la entidad trabajan 112 personas y dispone de 12 ventanillas. Su única sede está en el Vaticano. Lo gobierna la Comisión de Cardenales, que preside el cardenal secretario, actualmente Tarcisio Bertone. A esa comisión responde el Consejo Supervisor, formado por cinco personalidades, el presidente y los cuatro consejeros citados.
El IOR se vio salpicado a principios de la década de los ochenta por el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi, encontrado ahorcado bajo un puente de Londres en 1982. La bancarrota originó la quiebra de una treintena de empresas, y aunque el Vaticano siempre rechazó cualquier responsabilidad, sí admitió su "implicación moral" y pagó 241 millones de dólares de la época a los acreedores de la entidad.
El IOR fue reformado en 1989 por Juan Pablo II, y el 30 de diciembre de 2010 Benedicto XVI aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en la instituciones financieras del Vaticano, con el objetivo de ser borrado de las listas negras de bancos opacos. Pero en julio pasado, un informe europeo lo siguió considerando sospechoso.