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El 'Invierno en el barrio rojo' de Marta Etura, conmueve en el Teatro Español

  • Con Aura Garrido, Gonzalo de Santiago y Alejandro Botto
  • Hasta el 17 de marzo en la sala pequeña del Teatro Español
  • El público ovaciona largamente el trabajo de los actores

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Dos seres débiles -Matt y Cristina- se conocen por casualidad en 'Invierno en el barrio rojo'
Dos seres débiles -Matt y Cristina- se conocen por casualidad en 'Invierno en el barrio rojo'

¿Por qué Invierno en el Barrio Rojo ?

Porque me hizo reír y me encogió el estómago a la vez, y en la vida el humor y el dolor van de la mano y son un reflejo más de nuestras muchas dualidades vitales. Porque esta obra nos mues tra cómo en nuestras relaciones se impulsan conductas perversas que aceptamos. Nos muestra cómo los roles que otros nos otorgan, y que nosotros mismos asumimos como propios, si se fijan, si llegamos a creer que son inamovibles, podemos confundirlos con nuestra propia identidad.

Porque habla del fracaso, de cómo la privación de lo que uno espera puede llevarle a lugares tan oscuro s de los que solo puede salir a través del amor, del amor verdadero (el cual brilla por su ausencia en esta trepidante obra). Porque sus personajes conmueven al aferrase desesperadamente a lo que pueden, en un intento de escapar de su soledad.

Porque es una obra que, a través de una estructura aparentemente sencilla, expone con humor y crudeza muchos temas interesantes, universales y atemporales. (...)

Marta Etura.

Invierno en el barrio rojo, escrita por Adam Rapp (joven autor estadounidense finalista del Premio Pulitzer en 2004), fue estrenada a finales de 2011 en la madrileña Sala Mirador. Ahora podemos verla en la sala pequeña del Teatro Español, con Aura Garrido, Gonzalo de Santiago y Alejandro Botto.

La actriz Marta Etura (San Sebastián, 1978) dirige la obra -y es su primera vez en este campo- y a tres actores que están intensos y creíbles interpretando a unos personajes nada fáciles y que en algunos casos, parecen encerrar a otros subpersonajes dentro.

Es el cado de Matt (Gonzalo de Santiago) que sólo enseña su verdad frente a una amable desconocida. Y especialmente eñ Cristina (Aura Garrido) , que muestra tantas caras de su personaje -entre la ficción, la realidad y el dolor y el miedo que empuja a la actuación y la insinceridad- que pareciera que interpreta a lo largo de la obra, al menos, a tres mujeres.

Al final de la obra, parece que hemos visto, al menos, a tres mujeres pero sólo había una actriz (con un solo papel) sobre el escenario.

La obra comienza en alto, altísimo. Con el personaje de Matt -el joven y brillante escritor frustrado- a punto de colgarse de una soga, en la habitación de una pensión de Amsterdam.

De pronto, aparece, trayendo consigo la fiesta su espídico amigo Daniel, con una chica espectacular...una prostítuta de las que se exhiben en los escaparates de la capital holandesa.

Y ahí comienza el meollo de la obra porque veremos - a través de un combate verbal- quién es quién en la relación entre dos amigos. Matt puede ser algo pedante pero es amable, es sensible, tierno y siente interés verdadero por la chica, por escucharla, y no solo tocarla.

Daniel es insoportable, faltón, se comporta como el típico machito trepa que usa todo lo que tiene a su alcance. Y encima, tras fumar marihuana, se pone muy "graciosillo"

En cuanto a la chica, Cristina (Cristine, seudónimo de guerra) es el personaje más intrigante. Ahora, al principio de la obra, está interpretando el papel de una vampiresa francesa que fuma sensualmente cigarrillo tras cigarrillo.

Cuenta -cuande le preguntan- que le gusta Harry Potter y que leyó en algún momento a Henry James. Pero es sólo una primera cara de las muchas que veremos de ella, desde aquí hasta el final de la obra en Nueva York.

Normalmente suelen ser los clientes lo que se quedan "colgados" de las prostitutas. En este caso, es ella la que se enamora del cliente. De Daniel. Y le pide su dirección por si un día va a Nueva York. El, le da la dirección de Matt. Y mientras Cristina se enamora delquien no le conviene, Matt que también tendrá un encuentro con ella, no la olvidará...

Nueva York, un año después...

Ella, la prostituta francesa (en realidad, como descubre el sagaz Matt no es pelirroja ni francesa, sino de Madrid) se irá. Ellos, los clientes tomarán un vuelo al día siguiente para volver a los Estados Unidos. Y hasta aquí todo normal. Así suelen ser las cosas.

Pero un año después, en medio de una tormenta de nieve, alguien tocará el timbre en el apartamento de Matt, donde él, (como los artistas de La bohème) teclea su ordenador, con manta y radiador, cerca. Es Cristina que busca a Daniel.

Ella es otra. No es ya la sensual meretriz sino un pajarillo herido de muerte y aterido de frío. Asistiremos a una emotivísima declaración de amor en toda regla de Matt hacia ella. Y a una fuerte escena de sexo-venganza sobre el escritorio cuando, tras salir Matt a comprar comida, aparece el prepotente Daniel (ah! tu eres LA puta...).

Y si la obra comienza en alto, con presagio de muerte, termina aún en "más alto". El público aplaude entusiasmado. Los actores salen hasta tres veces y vemos que Gonzalo de Santiago y Aura Garrido aun están demudados. No les falta razón, han conocido y ha pasado por ellos en la última escena, el amor, el sexo y la muerte.