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El rey Juan Carlos afronta su duodécima intervención quirúrgica

  • Esta será la primera intervención en su columna vertebral
  • La última, hace tres meses para implantarle una prótesis de cadera
  • La mayoría de las operaciones anteriores, de tipo traumatológico

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El rey, que usa muletas para caminar tras la operación de cadera a la que fue sometido el pasado 23 de noviembre, deberá entrar nuevamente en el quirófano, tres meses después, para solventar la agudización de una antigua hernia discal que le ha sido descubierta en su reconocimiento médico anual. 

Esta será la duodécima operación a la que será sometido el rey, la primera en la columna vertebral. Las anteriores, la mayoría de tipo traumatológico, se localizaron en articulaciones y extremidades, bien por accidentes o por desgaste óseo.

Las últimas operaciones, de cadera

La última consistió en la implantación de una prótesis en su cadera  izquierda, muy afectada por una artrosis que le ocasionaba fuertes  dolores y le provocaba problemas de movilidad. Se encargó de intervenir  al jefe del Estado el traumatólogo Ángel Villamor, en el Hospital Quirón  San José, donde don Juan Carlos permaneció ingresado nueve días. 

El  monarca recuperó su agenda oficial a finales de año y desde entonces se  le ha visto utilizar muletas para desplazarse en los numerosos actos a  los que ha asistido, incluido un viaje a Valladolid para visitar la  factoría de Renault.

Meses antes, en la noche del pasado el 26 de abril de 2012 y en el mismo hospital San José, un equipo médico encabezado por el traumatólogo Ángel Villamor intervino al monarca para reducir una luxación en la cadera derecha  provocada por un mal movimiento tras una reunión que había mantenido en  el palacio de la Zarzuela con el ministro emiratí de Asuntos  Exteriores, jeque Abdullah bin Zayed al Nahyan.

La lesión se localizaba en la misma parte de la cadera que se había fracturado fortuitamente, durante  un viaje privado a Botsuana para participar en una cacería de  elefantes, y de la que había tenido que ser intervenido pocos días  antes, el 14 de abril.

Aquella operación se prolongó durante algo más de dos horas y consistió en la reconstrucción de la zona afectada y la colocación de una prótesis, ya que se había roto en tres fragmentos la cadera derecha, afectada a su vez de artrosis.

En junio y en septiembre

Para entonces había pasado más de medio año desde su anterior operación, el 4  de septiembre de 2011, en el mismo centro sanitario, para someterse a  una cirugía bajo anestesia epidural por la rotura del tendón de aquiles.  No fue necesaria su hospitalización, por lo que el rey abandonó el  centro al día siguiente y continuó la recuperación en el palacio de la  Zarzuela.

La tendinitis que le obligó a entrar  en el quirófano le sobrevino a principios de agosto, durante su veraneo  en Palma de Mallorca, poco después de que hubiera dejado las muletas que  utilizaba durante su recuperación de otra operación anterior en la  rodilla.

Los médicos apuntaron que el problema en su pie izquierdo podía derivarse del esfuerzo llevado a cabo por la lesión que tenía en la rodilla derecha, un desgaste articular consecuencia de una rotura en la meseta tibial que se hizo en 1991, cuando esquiaba.

En 2011 pasó dos veces al quirófano por problemas en la rodilla

El 3 de junio de 2011 al rey se le había implantado una prótesis en esta rodilla bajo anestesia epidural.  La artoplastia se prolongó durante tres horas y fue un éxito, según el  parte médico, por lo que fue dado de alta en el hospital dos días  después.

De otra índole fue su anterior operación, el 8 de mayo de 2010 don Juan Carlos había sido intervenido en el hospital Clínic de Barcelona para la extirpación de un nódulo pulmonar, cuyo estudio permitió descartar la existencia de células malignas.

El  rey se había sometido previamente a un chequeo anual en la Clínica  Planas de la Ciudad Condal y los médicos creyeron conveniente analizar posibles cambios morfológicos de una calcificación en el pulmón derecho,  ya detectada en estudios en años anteriores. Abandonó el hospital el 11  de mayo y continuó su recuperación en la Clínica Planas, donde  permaneció hasta el 21 de ese mes. El 30 de septiembre de 2010 la Casa  del Rey anunció que don Juan Carlos se encontraba totalmente recuperado y  no requeriría posteriores revisiones.

Percances por el deporte

Nueve años antes, el 1 de marzo de 2001,  el monarca se sometió a una cirugía para eliminar unas varices en la  pierna derecha en la clínica Sant Josep de Barcelona, donde permaneció  un día.

Las anteriores operaciones por las que tuvo que pasar el jefe del Estado se debieron principalmente a lesiones deportivas, la mayoría de menor importancia, originadas por la afición del rey a los deportes de riesgo.

En 1977, un golpe en su yate Fortuna le produjo dolores de espalda y le obligó a visitar al radiólogo en Palma de Mallorca. Cuatro años después, el 21 de junio de 1981,  el rey se golpeó contra una puerta de cristal tras jugar un partido de  squash con el tenista Manolo Santana en la pista del palacio de la  Zarzuela. Sufrió varias heridas en el tórax, muslo, antebrazo izquierdo,  las manos y la nariz, por lo que tuvo que ser intervenido durante  varias horas y permaneció un mes con el brazo izquierdo escayolado  porque un cristal le había cortado el nervio radial.

La pista de esquí de la estación suiza de Gstaad fue escenario el 3 de enero de 1983 de  otro accidente en el que se fisuró la pelvis en una caída. Estuvo en la  cama un mes y usó bastones y un corsé pélvico durante el periodo de  recuperación.

En 1981 fue intervenido varias horas en varias zonas del cuerpo

Como consecuencia de esta fisura de pelvis, el 19 de julio de 1985 tuvo que ser intervenido en una clínica de Barcelona para extirparle una fibrosis que se le había formado.

El 31 de octubre de 1988 el  monarca recibió un golpe en el ojo, durante una cacería en Suecia, lo  que le obligó a usar un colirio y a ponerse gafas oscuras.

Por ello, don Juan Carlos asistió en noviembre de 1988 a la entrega del Premio Carlomagno con el ojo amoratado.

Accidentes en la nieve

En las Navidades de 1989,  don Juan Carlos tuvo que ser atendido por un médico en la estación de  esquí de Courchevel (Francia), tras sufrir lesiones leves a causa de una  caída cuando esquiaba.

De diciembre de 1991 data  otra lesión en su rodilla derecha que le afectó al platillo tibial  externo, ocurrida cuando esquiaba en Baqueira Beret y fue derribado  involuntariamente por otro esquiador.

Acudió a la boda de Elena vendado tras resbalar en una placa de hielo

El  jefe del Estado tuvo que ser operado el 30 de diciembre para reducirle  una fractura por hundimiento de la meseta tibial externa de la rodilla,  por lo que utilizó muletas hasta abril de 1992.

Además, el historial de lesiones del monarca incluye una fisura en la zona próxima a la muñeca derecha  ocasionada tras resbalar en una placa de hielo cuando volvía de esquiar  en la estación invernal de Candanchú en febrero de 1995. Durante  algunos días estuvo escayolado, sustituyéndola luego por una venda, y se  vio obligado a acudir con el brazo vendado a la boda de su hija Elena,  que tuvo lugar el 18 de marzo de 1995 en Sevilla.

Las primeras operaciones del monarca fueron en 1954, intervenido de apendicitis en Tánger, y en en 1948 a una intervención menor para curarle de una otitis que le sobrevino en Friburgo (Suiza), obligándole a permanecer dos semanas hospitalizado.