Muere la actriz María Asquerino
- La actriz fallece en el traslado a la Fundación Jiménez Díaz
- La causa de la muerte ha sido una enfermedad pulmonar
- Vivío en los últimos meses en una residencia de ancianos
María Asquerino, una de las actrices más sobresalientes en el teatro y cine españoles de posguerra, ha fallecido esta pasada noche en Madrid como consecuencia de una enfermedad pulmonar. La actriz estaba siendo trasladada por los servicios de emergencia a la Fundación Jiménez Díaz de la capital, según ha informado hoy en una nota la Asociación de Artistas Intérpretes AISGE.
La autopsia a la que por ley tendrá que ser sometido el cuerpo sin vida de María Asquerino, fallecida la pasada noche en el trayecto a un centro hospitalario de Madrid, retrasará las exequias de la actriz, informaron a EFE fuentes de Aisge (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión).
En la madrileña Fundación JIménez Diáz permanece el cadáver de María Asquerino hasta que "mañana por la mañana", (este jueves) indicaron las fuentes de Aisge, se realice la autopsia obligada, ya que su muerte se produjo en el citado trayecto y no en el hospital.
"La legislación así lo establece, y hay que esperar a mañana", destacaron las citadas fuentes, que indicaron que se desconoce aún si habrá capilla ardiente y de si será enterrada o incinerada.
Según han relatado, María Asquerino había comentado a sus íntimos amigos su deseo de que, si era posible, su capilla ardiente fuera instalada en el madrileño Teatro Español, "ahora bien, con el féretro cerrado y delante de un retrato fotográfico suyo en el que estuviera muy guapa".
Asquerino nació en Madrid en noviembre de 1927 y pasó siete décadas de su vida sobre los escenarios. Se retiró a finales de 2008 tras representar Tío Vania en el Teatro María Guerrero.
En la trayectoria profesional de María Serrano Muro, su nombre real, destacan sus trabajos en el teatro o personajes como el de "Pili" en el largometraje Surcos (1951), además de por su carácter de mujer "fatal, decidida e independiente".
Pasó sus últimos años "leyendo periódicos"
Pasó sus últimos años, "leyendo la prensa y saliendo con amigos", ya que se consideraba "muy callejera, desde niña", según relató en la entrevista que concedió a mediados de 2009 a la revista AISGE Actúa. María Asquerino atribuía su fuerte carácter a sus ascendientes familiares "de actores y militares".
Sólo estuvo casada una vez, de los 17 a los 19 años, con un hombre al que consideró "un maltratador", no tuvo hijos, y abrió camino a las mujeres: "Fui de las primeras en llevar pantalones", decía en sus Memorias (1986). También fundó una tertulia en el mítico Bocaccio, de Madrid.
Debutó en el Teatro de la Comedia a los once años con un papel masculino, de botones, en Eloísa está debajo de un almendro, y en 1944 en el cine con Aventura.
Entre los premios que ganó se incluyen un Goya a la mejor interpretación femenina de reparto en 1989 por El mar y el tiempo, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o el galardón a Toda Una Vida que le concedió en 2008 la Unión de Actores.
Ha muerto en una residencia por la paralización de la Casa del Actor
La paralización del proyecto Casa del Actor ha obligado a María Asquerino a pasar los último meses de su vida en una residencia de atención para ancianos, lo que debería remover la conciencia de la profesión, denuncia en un comunicado la Asociación de Amigos de los Teatros de España (AMITE).
La asociación considera que "el fallecimiento de Asquerino debería remover la conciencia de la profesión ante un proyecto como el de la Casa del Actor, que pretendía asegurar a los actores y actrices de España un final digno para una vida dedicada al escenario y al público".
Además, para los Amigos de los Teatros de España, María Asquerino "se ha retirado del escenario de la vida" sin haber recibido el reconocimiento público que su talla como actriz, principalmente de teatro, se merecía.
María Asquerino ingresó en la residencia de ancianos de El Plantío, de titularidad pública, el pasado mes de noviembre, después de que se agravara su estado de salud en el otoño del año pasado.
En la residencia, era visitada periódicamente por los asistentes sociales contratados por Aisge para cuidar de sus asociados de más edad. Ellos fueron los primeros en conocer su muerte.