Año 1 de la era Alexander Wang
- Llegó a Balenciaga en diciembre tras salir Nicolas Guesquière
- Mugler se inspira en las mujeres Hitchcock y rebaja su agresividad
- Marco Zanini apuesta por el oversized en su mejor colección
Frío como el mármol. Así ha sido recibido el debut de Alexander Wang en Balenciaga por un sector del planeta moda. La colección, un auténtico ejercicio de reinterpretación, exprime los códigos del ADN de la firma e intenta aportar algo más. Pero... ¿lo consigue?
Wang toma prestadas las características del mármol y tinta de blanco y negro su propuesta. Cada prenda redefine la silueta, siempre enmarcadas con buen gusto y respeto a la firma.
El lujo se entiende en los tejidos, en la maestría del corte y en la intensidad cromática. Wang se centra en la etapa más minimalista y estructurada del maestro. No hay vestidos ánfora o huevo, paracaídas o saco, vemos siluetas verticales, en “I” y juegos de geometrías que tapan y destapan.
Las geometrías se aplican a los cuellos, escotes y mangas de camisas y vestidos. El punto, seña de Wang, muestra un aire deportivo y se presenta en un gris marmoleo, y el famoso vestido de espalda benitier se reinterpreta con cortes arriesgados. Hay chaquetas de línea depurada que recuperan el patrón pétalo del español y algunas prendas de abrigo recuerdan a su línea malabar.
Destacan las prendas en cuero agrietado que aportan una textura perturbadora y los abrigos de piel, en suave mouton, que también se adornan con vetas. Casi todos los looks llevan el pantalón o la falda en negro (y la cintura alta y la parte de arriba en blanco. Un patrón de uniforme para vestir en la que se llama “El año 1 de la era Wang”.
Moda low cost
Carven propone prendas que se despegan del cuerpo, algunas en formato XXL. Prendas de carácter deportivo, como sudaderas, se crean en piel de colores. Varios tonos de rosa, burdeos y celeste destacan entre tibios crudos, nudes, blancos y negros. Manish Arora apuesta por el estampado digital siguiendo los pasos de Mary Katrantzou, y mezcla su estilo con aires que llegan de la cultura tradicional de La India.
Mientras, Ann Sofie Johansson y su equipo de H&M han celebrado una "desfile fiesta" con amigos como Jessica Stamp o Ashley Olsen. Sobre la pasarela, Isabeli Fontana y Arizona Muse, entre otras, han presentado prendas versátiles, abrigos masculinos y chaquetas de aire militar. Para la noche, vestidos negros con espaldas abiertas y bordados de paillettes y flecos. Toda la colección desprende un aire bohemio, sin pretensiones, con una finalidad tan sencilla como vestir.
Estamos en el futuro
El futuro ya está aquí, cantaba Radio Futura en los 80, pero ahora lo vivimos en la pasarela de París. Nicola Formichetti y Romain Kremer relanzan el espíritu moderno de la casa Mugler en un canto a la biomecánica, a la estética futurista y al glamour espacial, y especial.
Lejos de la agresividad de sus últimas colecciones, la casa se mueve ahora entre la sofisticación y la ternura. Casi todas las siluetas mantienen el mismo patrón: hombros redondeados y volumen contenido en faldas y pantalones. Una silueta que recuerda a las heroínas de Hitchcock, por las que Formichetti siente fascinación.
Los colores son mucho más delicados y, aunque siguen imperando los blancos y negros, vemos rosas, nude, salmón suave y vainilla, algunos en tiernas texturas de peluche. El contraste, más de moda que nunca, se acentúa con dos tríos opuestos: cashemere, la lana y la seda contra neopreno, látex y silicona. Sin duda, la mejor colección de las últimas temporadas en la casa fundada por Thierry Mugler.
Cambio a mejor
También da un salto hacia adelante Marco Zanini. Tras el horror de sus tres últimas propuestas la casa Rochas avanza hacia un lenguaje más actual, dejando atrás el feísmo que ha enmarcado su ropa y, en especial, sus estampados.
Para el otoño e invierno de 2013/14 se utiliza una paleta cromática de tonos suaves. Celeste, nude y blanco forman la bandera del desfile en el que entra con arrojo un refrescante verde. ¡Hasta el gris ofrece la mejor de sus sonrisas!
Las flores, en ramilletes delicados, son el estampado perfecto para faldas lady, abrigos oversized (el XXL se repite en varias prendas) y hasta un sastre de corte pijama. El príncipe de gales se deja para las prendas de abrigo de corte masculino, como cazadoras, que contrastan con la femenina línea de la colección.
Masculino/femenino
Para mezcla, la de Dries Van Noten. En la colección vemos patrones masculinos, como cazadoras, chaquetas y abrigos que se crean con tejidos también masculinos, se tiñen de gris, marrón y camel y se decoran con rayas anchas de colores mate o flores de colores apagados.
Destacan las chaquetas con bordados vegetales en plata, las prendas con brocados en tonos metalizados y las aplicaciones de flecos en tono espuma. Vemos sastres de raya diplomática con bordados orientales y abrigos de tipo albornoz que se dejan decorar con motivos ornamentales, la mayoría de las veces en tonos metal.
El contrapunto lo ponen vestidos veraniegos con transparencias y plumas, algunos en fucsia que son realmente feos.