Benedicto XVI, a los cardenales: "Entre vosotros está el nuevo papa al que prometo mi obediencia"
- Se ha despedido en pie y uno a uno de todos los purpurados
- Los cardenales le han agradecido estos ocho años de papado "ejemplar"
Benedicto XVI se ha despedido de los cardenales de la Iglesia Católica con un emotivo discurso en el que ha terminado prometiendo "obediencia incondicional" al nuevo papa que, ha dicho, "está entre vosotros".
"Seguiré especialmente estando cerca con la oración, especialmente en los próximos días para que estéis totalmente iluminados por el Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa, que el Señor os muestre lo que él desea. Entre vosotros esta el futuro Papa al que desde hoy ya le prometo mi reverencia y obediencia", ha apuntado.
"Siempre estaréis cerca de mí, aunque permanezca oculto al mundo", ha insistido, visiblemente emocionado, antes de ponerse en pie y despedirse uno a uno de todos los purpurados de la curia y los venidos a Roma para participar en el próximo cónclave que elegirá a su sucesor.
En la monumental Sala Clementina del Vaticano, el centenar de cardenales recibió al papa con un fuerte aplauso y el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, expresó su "gratitud" a Benedicto XVI por sus ocho años de pontificado, y por el "ejemplo" que les ha dado en este tiempo.
En helicóptero a Castel Gandolfo
Tras despedirse de los cardenales, el papa no volverá a aparecer en público hasta las 16.30, cuando partirá desde el helipuerto del Vaticano hasta Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, donde permanecerá durante la sede vacante hasta que sea elegido el nuevo pontífice.
En el momento en el que el helicóptero emprenda el vuelo sonarán todas las campanas de las iglesias de Roma, la diócesis de Benedicto XVI y lo mismo harán las campanas de Castel Gandolfo cuando aterrice el aparato.
En el helipuerto de la Villa Pontificia será recibido por las autoridades civiles y religiosas locales y alrededor de las cinco y media de la tarde local se asomará al balcón principal de la residencia papal para saludar a los fieles reunidos en la plaza. Ese será el último acto público del papa y la única señal visible que anunciará que Benedicto XVI ya no es papa se verá a las ocho de la tarde, cuando la Guardia Suiza en la puerta del palacio de Castel Gandolfo concluya su servicio y abandone el lugar. A partir de ese momento, la seguridad de Ratzinger estará garantizada por la Gendarmería Vaticana.
Inmediatamente comenzará la Sede Vacante, el interregno que va desde que fallece o renuncia un papa y se elige el sucesor.
Oración y retiro
A las ocho de la tarde de Roma, hora elegida por el papa por considerar que es cuando concluye el trabajo diario concluirá un pontificado que comenzó el 19 de abril de 2005, cuando fue elegido sucesor de Juan Pablo II en el primer cónclave de este tercer milenio.
Ratzinger se lleva a Castel Gandolfo documentos y apuntes privados, mientras que los del pontificado y los de la época en que fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe quedarán en el Vaticano para ser archivados.
Benedicto XVI, a punto de cumplir 86 años, ha afirmado que a partir de esta tarde se dedicará a orar de una forma más adecuada a su edad y a sus fuerzas. Seguirá llamándose Su Santidad y tendrá el título de "papa emérito" o "Romano Pontífice emérito", vestirá sotana blanca, sin esclavina, y calzará uno zapatos mexicanos de color marrón que le hicieron especialmente para la ocasión en una fábrica de León, Guanajuato.