La Unión Europea alcanza un acuerdo preliminar para limitar los 'bonus' de los banqueros
- Londres se opone porque afectaría duramente a la economía de la City
- También se endurecerán las exigencias de capital
La Unión Europea ha alcanzado un principio de acuerdo sobre los límites a las primas de los directivos de banca, algo a lo que se opone Reino Unido.
El acuerdo preliminar alcanzado entre el Parlamento Europeo y la Presidencia de turno irlandesa después de una larga negociación, debería aprobarse el 5 de marzo en la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin.
Esta limitación de los bonus de los directivos de la banca se ha incluído en la trasposición a la normativa europea de las normas internacionales Basilea III, el nuevo marco regulatorio que pretende fortalecer la capacidad de los bancos para hacer frente a futuras crisis. Estas nuevas normas obligarán a las entidades a tener mayores niveles de liquidez y capital y los bancos deberán cumplir nuevos requisitos de transparencia.
El comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, se ha mostrado "satisfecho" por el acuerdo preliminar en una normativa de importancia clave para el propio mercado único.
La limitación de las bonificaciones provoca discordancias
"Por primera vez en la historia de la regulación de los mercados financieros en Europa, vamos a limitar las primas de los directivos de banca" ha celebrado el eurodiputado conservador austriaco Othmar Karas tras la reunión de los 27.
Tal y como está en proyecto de ley, estas limitaciones se aplicarían también a los directivos empleados por entidades financieras de la UE que desempeñen su labor en cualquier otro lugar del mundo.
El Parlamento Europeo pretendía equiparar la retribución fija y variable de los ejecutivos bancarios, lo que significa que los bonus no podrían exceder la parte fija de los sueldos, pero los Estados querían conseguir una relación más alta.
Para llegar a un acuerdo, la Eurocámara ha propuesto que las primas podrán alcanzar, como máximo, el doble de la remuneración fija siempre y cuando lo apruebe una mayoría cualificada de los accionistas de la entidad en cuestión.
Reino Unido persiste en su oposición a los límites de Bruselas
El Gobierno británico mantiene su oposición a dichas limitaciones, que supondrán un duro revés para la City de Londres. Estos recortes supondrían una complicación en las estructuras de pago y podría llegar a afectar a alrededor de 144.000 trabajadores de su sector financiero. En contra de los topes, argumenta que la limitación de la remuneración variable del sueldo llevará a un aumento de las retribuciones fijas.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, ha dicho que "la gente se preguntará por qué permanecemos en la UE si ésta persiste de forma tan evidente en políticas autodestructivas". Ha añadido que "Bruselas no puede controlar el mercado financiero global, no puede fijar los pagos a los banqueros a nivel mundial".
Por su parte, el primer ministro David Cameron ha señalado en la reunión del 5 de marzo que "será necesario comprobar que las pautas marcadas por Bruselas permiten a los bancos británicos seguir siendo competentes y exitosos
Para aprobar la nueva norma no se necesita unanimidad, sino que basta la mayoría cualificada, pero se tratará de conseguir el apoyo de Londres hasta el último minuto ya que alberga más de la tercera parte del mercado mundial de divisas y es el mayor centro financiero de la Unión Europea.
Mayor exigencia de capital
Dentro de los requisitos de capital que se introducirán por la aplicación de Basilea III, los países de la UE permitirán cierto grado de flexibilidad a cada Estado para que puedan exigir, si lo consideran necesario, capital adicional a sus bancos para garantizar su solvencia.
Según ha explicado el eurodiputado Karas, "los bancos de la Unión tendrán que ahorrar suficiente dinero para ser más estables y concentrarse en su principal cometido: financiar la economía real, la que llevan a cabo las pequeñas y medianas empresas".
Así pues, se impondrá un ratio de capital principal del 7% para el año 2018. Para las instituciones con mayor cantidad de activos esa relación se elevará hasta el 9% o el 9,5% como mínimo.
De aprobarse definitivamente en la reunión del Ecofin 5 de marzo, la normativa Basilea III entraría en vigor el 1 de enero de 2014.
Estados Unidos, por ejemplo, se había autoimpuesto en un primer momento la fecha del 1 de enero de 2013, pero abandonó ese horizonte por falta de tiempo y ahora espera coincidir con el calendario europeo.