Obama acusa a los republicanos de hacer peligrar el crecimiento y el empleo en Estados Unidos
- Si no hay consenso, se aplicarán recortes por valor de 85 millones de dólares
- Obama increpa a los republicanos que la carga recaerá sobre la clase media
- El presidente y los líderes del Congreso se reunirán en la Casa Blanca
- El objetivo, es llegar a un acuerdo "in extremis" que posponga los recortes
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha acusado a los republicanos de hacer peligrar el crecimiento y el empleo al negarse a una subida de impuestos a los ricos. La falta de acuerdo pone en peligro la voluntad de consenso para detener este viernes el recorte del gasto público valorado en 85 millones de dólares.
“Amenazan nuestra economía con una serie de recortes automáticos y arbitrarios que nos va a costar puestos de trabajo y una recuperación lenta” ha asegurado Obama según France Presse.
"Los republicanos del Senado tenían una opción para hacer crecer nuestra economía y reducir el déficit. Y en lugar de eliminar una excepción fiscal que solo beneficia a los ricos y los que disfrutan de una mejor red sanitaria, han optado por atacar los servicios más importantes para los niños, los ancianos, los militares y sus familias ", ha denunciado el presidente en un comunicado.
"Ellos han votado a favor de dejar toda la carga del déficit en la clase media", ha asegurado Obama
"Creo que podemos hacerlo mejor. Debemos trabajar juntos para reducir el déficit de una manera equilibrada, haciendo recortes inteligentes en el gasto y la eliminación de las excepciones fiscales", ha asegurado.
Reunión en la Casa Blanca
El presidente se entrevistará este viernes en la Casa Blanca con los líderes del Congreso, pero a priori parece demasiado tarde para evitar que se apliquen los recortes automáticos en el gasto del presupuesto de EE.UU..
Según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, Obama espera que los republicanos acudan este a la reunión "preparados para hablar seriamente de un compromiso" contra los recortes.
El principal escollo en las negociaciones está en que los republicanos consideran que el gasto del Gobierno es excesivo y hay que recortarlo más, mientras los demócratas persiguen una reforma fiscal para aumentar los ingresos del Estado a la que los conservadores se oponen
Desde 2011, cuando los republicanos tomaron el control de parte de la cámara baja, los dos principales partidos de Estados Unidos se han enfrentado sobre la manera de equilibrar las cuentas públicas que ha experimentado un déficit de más de 1.000 millones de dólares por año en los últimos cuatro años.
Ante la falta de acuerdos, los dos partidos encontraron soluciones temporales incluyendo la sugerencia de la Casa Blanca, respaldada por los republicanos a mediados de 2011, para implementar recortes automáticos en el gasto lo suficientemente dolorosos para que logren llegar a una alternativa.
Un acuerdo que no llega
No obstante el acuerdo sigue sin llegar a pesar de que hoy entran en vigor unos recortes por valor de 85 millones dólares, aunque sus efectos reales no se sentirán de inmediato en la vida de los ciudadanos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha afirmado que se verá obligado a revisar las previsiones de crecimiento de Estados Unidos para 2013 si finalmente se aplican estas reducciones, que tendrán un "impacto global" dada la importancia de la economía estadounidense.
A la incertidumbre se suma una nueva polémica. Bob Woodward, uno de los periodistas que destapó el caso Watergate, ha asegurado que un asesor de Obama lo ha amenazado por la publicación de un artículo sobre el origen de los recortes, algo que la Casa Blanca niega tajantemente.
Woodward, quien intercambió varios correos con Gene Sperling, asesor económico de Obama, sostiene que ese funcionario reaccionó de manera airada cuando le comunicó que iba a escribir un artículo crítico con el Gobierno sobre cómo "ha manipulado" el tema de los recortes.