El cardenal O'Brien admite que su conducta sexual no fue apropiada
- Renunció al arzobispado tras ser acusado de "comportamiento inapropiado"
- El cardenal ha pedido perdón a aquellos a los que "ofendió"
- "Pasaré el resto de mi vida en retiro", ha anunciado O'Brien
El cardenal Keith O'Brien, que renunció el lunes a su puesto de arzobispo de St. Andrews y Edimburgo tras ser acusado de "comportamiento inapropiado" en los años 80, ha admitido que su "conducta sexual" no fue siempre la que se esperaba de él.
En un comunicado divulgado por la Iglesia Católica de Escocia, O'Brien ha reconocido: "A veces, mi conducta sexual cayó por debajo de los estándares que se esperaban de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal".
El lunes 25 de febrero, el todavía papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de O'Brien, un día después de ser éste acusado de acoso en la prensa británica por cuatro sacerdotes, lo que dejó al Reino Unido sin representante en el cónclave papal. El pontífice aceptó la renuncia presentada meses antes de que, el 17 de marzo, O'Brien cumpla 75 años.
"Pasaré el resto de mi vida en el retiro"
Este domingo, el cardenal, conocido detractor de la posibilidad de que los gays puedan casarse, ha pedido perdón a aquellos a los que "ofendió", así como a la Iglesia Católica y a los escoceses.
"Pasaré el resto de mi vida en retiro. No voy a desempeñar ningún papel en la vida pública de la Iglesia Católica de Escocia", ha apuntado el cardenal, que, a sus 74 años, era el más veterano en la jerarquía católica británica.
En un primer momento el clérigo, máxima autoridad de la Iglesia Católica escocesa desde 1985, había negado las alegaciones, publicadas hace una semana en el dominical The Observer, y al anunciar su marcha también ha renunciado a acudir al cónclave.
Las acusaciones contra el cardenal partieron de tres sacerdotes y un exsacerdote que fueron víctimas supuestamente de la conducta indebida del cardenal cuando se encontraban bajo su tutela en los años 80.
Uno de ellos, hoy casado, relató al dominical The Observer que sufrió acoso sexual del clérigo en su época de seminarista, con 20 años, cuando O'Brien era su "director espiritual" y le sometió a acercamientos "inapropiados" tras sus oraciones nocturnas, que le provocaron depresión y cambios en su personalidad.
Considerado un conservador, O'Brien ha manifestado abiertamente su rechazo a la propuesta de legalizar el matrimonio entre homosexuales, al aborto y al nombramiento de mujeres obispo.