Celestino V, el primer papa que renunció, pudo morir asesinado
- Su cráneo presentaba un orificio en el occipital
- La investigación que hizo el Vaticano y todas las pruebas, han desaparecido
- Anacoreta al que pusieron en el trono de San Pedro, dimitió a los 107 días
La renuncia de Benedicto XVI es la primera de un papa desde 1415, cuando se produjo la de Gregorio XII aunque obligado por el emperador Segismundo. Para encontrar una similar a la del actual pontífice hay que remontarse a finales del siglo XIII cuando Celestino V abandonó el pontificado en 1294 con intención de volver a su vida de ermitaño.
A Celestino V (1215 - 1296) le venía grande el Vaticano. Estaba hecho a una vida de meditación y aislamiento en el L´Aquila, la capital de Los Abruzos, en el centro de Italia.
Lo arrancaron de su retiro y lo pusieron al frente de un imperio de intrigas y boato que le era totalmente ajeno. Aguantó 107 días y después dimitió. Fue el primero y el único en renunciar voluntariamente antes de Benedicto XVI. Lo rememora José Manuel Nieto Soria, catedrático de Historia Medieval de la Universidad Complutense de Madrid.
Los paralelismos con Benedicto XVI son evidentes: uno dedicado a la meditación, Celestino; otro, al estudio y a la vida intelectual, Benedicto; los dos, ajenos a las rencillas y luchas por el poder, incapaces de hacerles frente y deseosos de volver a una vida más tranquila, en el retiro.
"Celestino V es visto, y espero que esto no se dé en la situación actual, como un posible rival, como alguien de quien no cabe fiarse del todo, por parte del nuevo papa, Bonifacio VIII", dice el profesor Nieto.
“La calavera de Celestino V apareció con un agujero en el occipital“
Bonifacio secuestró y encarceló a Celestino y estableció la norma básica que ha regido hasta hoy las renuncias papales. Nueve meses después de su captura, murió en circunstancias todavía no aclaradas.
"La calavera de Celestino V apareció con un agujero en el occipital", comenta José Manuel Nieto, "y hay teorías con la posibilidad de que hubiera sido asesinado. Lo cierto es que el Vaticano hizo un estudio pero no se han publicado los resultados. El disco en el que se acumuló toda esa información, incluso las radiografías, todo eso ha desaparecido y no se conserva".
El Dante, en La Divina Comedia, condena a Celestino V al infierno de los pusilánimes. Benedicto XVI, el papa emérito, tan solo se retira a Castelgandolfo. "Estamos ante un precedente histórico enormemente influyente, aunque no me atrevería a decir si equiparable en todas sus circunstancias con lo actual", concluye José Manuel Nieto.