Enlaces accesibilidad

Pedro Almodóvar según sus pasajeros

  • Los actores de Los amantes pasajeros describen sus experiencias en rodaje
  • El elenco elige su secuencia favorita de la filmografía de Almodóvar
  • El regreso del cineasta a la comedia se estrena el 8 de marzo
  • Envía tu pregunta para Lola Dueñas y Hugo Silva

Por
Hugo Silva, Javier Cámara, Blanca Suárez, Raúl Arévalo, Miguel Ángel Silvestre y Carlos Areces
Hugo Silva, Javier Cámara, Blanca Suárez, Raúl Arévalo, Miguel Ángel Silvestre y Carlos Areces

“Es un director con una necesidad perentoria de hacer la película y si te elige es porque ha visto en ti algo. Y es verdad que tienes que estar entregado, entrenado y dispuesto a darlo todo”. Javier Cámara es el pasajero más ‘almodovariano’ de Los amantes pasajeros tras Cecilia Roth. “Fui de la primeras personas en estar en este proyecto. Supongo que necesitaba gente que conociera cómo trabajaba y que fuera algún anclaje con toda esta generación de actores que no ha trabajado con Pedro”.

La coreográfia del baile de los tres azafatos. Un momento divertido para Pedro Almodóvar, Javier Cámara y Carlos Areces.

Para su regreso a la comedia, el director ha reclutado a una mezcla de veteranos con actores jóvenes y cómicos de la nueva hornada. Reincidentes como Javier Cámara (Hable con ella, La mala educación) o Blanca Suárez (La piel que habito); y primerizos como Raúl Arévalo, Carlos Areces, Miguel Ángel Silvestre o Hugo Silva, nos explican los efectos de que Almodóvar pase por tu vida.

Para Pedro Almodóvar hay tres aspectos de una película a través de los que se expresa: la elección del color predominante, el texto, y la interpretación de los actores. Por eso, el control que ejerce sobre la actuación es absoluto.

“Es de los directores con los que he trabajado que más construído tiene el personaje, mucho más que tú. Mis sensaciones es que con Pedro hay poca negociación”, avanza Carlos Areces, junto a Cámara y Arévalo, las tres ‘azafatas’ locazas que hacen de coro de tres cabezas en el avión. “Por otra parte, llegas ahí, es tu primera película con Almodóvar, y no tienes ninguna gana de negociar nada, quieres que te lo den lo más fluído posible y callarte la boca”.

Los nervios del rodaje

“Sé que por El deseo pasaron muchos actores”, explica Carlos Areces. “El día que fui a ha hacer la primer lectura me insistieron mucho en que aquello no era ni un casting. Era mucho menos”.

Confesaba Almodóvar a Alicia G. Montano que a veces atemoriza a sus actores. ¿Es para tanto? “Es mitad él, mitad un poco la leyenda de lo que es él”, explica Blanca Suárez.  “Antes del rodaje me imponía muchísimo”, confiesa Miguel Ángel Silvestre, un de los pasajeros somnolientos de la clase business que guarda una mercancía prohibida en su interior. “Recuerdo que los primeros ensayos pasaba bastante de mí, yo creo que para desmitificar su figura”.  Un respeto que comparte Carlos Areces: “Eres consciente de que estás trabajando con el cineasta más internacional y famoso de España y quieres, por todos los medios, no decepcionarle y no disgustarle. Imponer, impone”.

El reparto coincide en el trabajo del director para quitar hierro y crear un clima de naturalidad durante los dos meses de rodaje claustrofóbico: en el interior de un avión en pleno verano. “Los ensayos se vuelven muy lúdicos,  vas quitándote los miedos y se crea un ambiente de familia en el que se aborda todo desde el juego y no desde la exigencia”, analiza Silvestre. Para Raúl Arévalo, del que Almodóvar ha destacado su tranquilidad, los nervios surgían después: “Pensaba «Ay, ¿le habré gustado?, ¿me llamará para otra película?». Pedro hace para que ten sientas muy cómodo. Es un gran anfitrión".

Poco a poco, los actores aprendían el arte de descifrar los códigos de la dirección de actores. “Pedro  no suele manifestar con palabras claramente si lo que estás haciendo le gusta o no. Te vas dando cuenta de que si te hace repetir mucho es mala señal. Y si no te hace repetir nada o poco, aunque no te diga nada, es bueno”, analiza Areces.

La sola imagen de Almodóvar relajado o riendo en el combo transmite seguridad. “Las notas que da, la forma que tiene de llegar al actor, de hablar con el cámara, de moverse por el set, es algo que solo lo puede hacer Almodóvar y es irreproducible”, añade Raúl Arévalo.

Almodóvar recuerda que aunque el ambiente de rodaje no influye necesariamente en la calidad resultado final, siempre se agradece un viaje agradable. Y la camaradería de Los amantes pasajeros es un hito de felicidad en su carrera. “A veces tomaba un poco de distancia y decía «qué fuerte estar rodando con este señor». Pero me he sentido cuidado y me he reído mucho, lo he pasado muy bien, tiene un sentido del humor extraordinario”, resume Hugo Silva, junto a Antonio de la Torre, los pilotos del vuelo de la compañía Península.

Reescribiendo antes de la acción

Almodóvar rara vez escribe para un actor concreto. Busca actores con físicos parecidos al del personaje y luego reescribe el papel con las características de la personalidad del actor. “Carlos Areces lo cuenta muy gracioso –explica Raúl Arévalo-,  mi personaje era más ácido, hiriente, resentida con la vida. Y el de Carlos era todo bonhomía, todo buen rollo. Los personajes fueron cambiando: el mío se fue volviendo más bondadoso, voy a cuartos oscuros y me drogo, sí, pero soy un probrecillo”. Carlos Areces, retoma la anécdota: “Mi personaje inicialmente era mucho más bondadoso, el más estable. Y de repente le empezaron a crecer réplicas más afiladas. Se lo dije a Pedro y me contestó que son cosas que yo aporté al personaje: toda la maldad que hay soy yo” (risas).

De algún modo el actor se siente desprotegido ante la imaginación del director y, al mismo tiempo, arropado por las precisas y minuciosas indicaciones. “Es un momento supercreativo” explica Javier Cámara. “Tienes que estar dispuesto a divertirte. Si él te ve nervioso va a intentar relajarte, si estás falso va a intentar que estés natural. Va estar todo el rato peleando para que su película ser fresca, directa y, sobre todo, natural”.

Es el famoso momento en el que el director interpreta a sus personajes, añadiendo diálogos y gestos. “A veces incluso diálogos internos del silencio del personaje: qué es lo que piensa el personaje en la situación. Creo que es una parte genial de Pedro, la capacidad que tiene de improvisar una línea de pensamiento”, desgrana Silvestre. “Es algo que consiguen muy pocos directores. Tiene una capacidad de construir unos personajes que él conoce muy bien y yo no terminó de conocer y por eso es tan rico oírle dar matices”.

Pedro Almodóvar indica a Cecilia Roth y José María Yazpik cómo escuchar el monólogo-confesión de Javier Cámara.

“Me hace ilusión cuando alguien dice que parece improvisado y fresco porque son cosas minuciosamente medidas: cada gesto, cada inflexión y levantamiento de cejas”,  recuerda Carlos Areces. “A Pedro se le ocurrían un millón de cosas justo en el momento de empezar a rodar y a lo mejor tenía que aprenderlas en cinco minutos. Mi personaje fue surgiendo en el momento antes de rodar cada plano”.

Dirigiendo 'Los amantes pasajeros'

Blanca Suárez lo vivió en tercera persona en la secuencia que comparte con Carmen Machi “Los dos (Machi y Almodóvar) se ponían a crear y no paraban. Creo que escribió dos secuencias más que surgieron de la inspiración que le produce Carmen. No las metió porque sería un spin off del personaje”.

Almodóvar dirige a Blanca Suárez y Guilleromo Toledo en la secuencia de la llamada caída del cielo.

Un universo de referencias

En ese momento de creatividad total, el cineasta despliega un tumulto de referencias culturales para ayudar a ilustrar lo que quiere del actor. “Te pone en una situación, nos cuenta qué es lo que desea que  pase en la escena”, describe Javier Cámara  “y después intenta quitarle todo el hierro para que tú te sientas lo más seguro y lo más libre posible pero con unas claves muy concretas, que pueden ser cinematográficas, circenses, literarias, musicales, de cualquier época, o país”.

Hugo Silva rememora: “Usaba todo tipo de referentes,  tiene una cultura salvaje. Yo me quedaba ‘vale, luego lo miro en Internet’”. Blanca Suárez abunda: “Es tremendamente cultivado. Cuando se pone creativo puede tener todo tipo de referentes, es la creatividad en persona”.

“Se citan muchas películas de cine antiguo, músicos, obras de teatros, actores. Es una escuela acelerada de historia del cine”, recuerda Miguel Ángel Silvestre que, acabó devorando referencias tan diversas como películas de Cary Grant, Bette Davies, Mi nombre es JoeWinter’s bone o Teniente corrupto.

El director recurre a su propio universo y filmografía. El triángulo entre Blanca Suárez, Guillermo Toledo y Paz Vega emula al de Carmen Maura, Fernando Guillén y Julieta Serrano en Mujeres al borde de un ataque de nervios. “Era una historia que rendía homenaje a Mujeres porque tiene muchas cosas en común: una mujer intentado superar un amor mientras se está escurriendo por un barranco y suelta la cuerda del hombre que le está trayendo por el camino de la amargura”, esclarece Blanca Suárez.

“Me dijo que  yo iba a ser la Chus Lampreave de la película”, reconoce Carlos Areces.”Me dijo: ‘tu acting debe transmitir: yo no  soy actor,  pero me da igual, me lo estoy pasando muy bien así que me voy a aquedar un rato’. Esa manera de actuar sin actuar, o la subactuación, es una cosa que me resulta muy cercana y a mí gusta mucho también”.

Más allá del mundo cinematográfico, a Raúl Arévalo le llevaba de cena con amigos para ‘robar’ gestos para su personaje. “Me iba diciendo de fulanito fíjate en lo que hace con la mano, en la caída de ojos, coge esto, no lo otro, pero  de personas de su entorno”.

Tras más de veinticuatro años sin rodar una comedia pura, Los amantes pasajeros ha despertado una chispa dormida en Almodóvar. “Sí noto que ante esta película él estaba más  efervescente y creativo que nunca. De todos modos, cuando el día es malo, todo es conflicto, los problemas surgen y nada está saliendo bien, él es tremendamente creativo y visceral. En Hable con ella, que era una película complicada, romántica, compleja, muy sutil, hubo días donde brilló, donde decía ‘este tipo es único’. Es lo que dice Carlos Areces: En los buenos momentos es maravilloso, en los malos es mucho mejor".

“Pedro Almodóvar es único, genuino; es un sello y una marca por algo”, resume Raúl Arévalo. “Y ahora que he trabajado con él sé por qué. “Eso es lo que me ha impresionado y ya lo tengo en mi anecdotario personal para cuando sea mayor lo pueda contar a mis hijos”.

Mi secuencia de Almodóvar

Raúl Arévalo: Final de Átame, cantando ‘Resistiré’ Loles León, Antonio Banderas y Victoria Abril.

La secuencia de Raúl Arévalo

Hugo SilvaLos abrazos rotos, cuando Lola Dueñas lee los labios en la escena de doblaje. Pero es difícil, todo Mujeres al borde de un ataque de nervios. La escena de transición en Todo sobra mi madre cuando llega a Barcelona es maravillosa.

La secuencia de Hugo Silva

Blanca Suárez: Cuando Penélope Cruz canta en Volver, me impresionó mucho que a Almodóvar se le ocurriera esa secuencia.

La secuencia de Blanca Suárez

Carlos Areces: Hay tantas, que no sabría. La que me viene a la cabeza: en  Laberinto de pasiones, la sesión de fotos que el propio Pedro le hace a Fabio con una broca. Me parece desternillante y delirante. Me mata de risa.

Pero no me mata menos que la escena de Entre tinieblas en la  que Eva Siva va a ver a Chus Lampreave al convento para convencerla de que  sus libros no tienen ningún éxito y, en realidad, ella los está  publicando con sus nombres.

La secuencia de Carlos Areces

Javier Cámara: Me encanta el final de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?,  cuando Carmen Maura  vuelve a casa y su hijo ha vuelto. Son una madre y  un hijo pero parecen dos amantes. Es una escena como de western y a la  vez  absolutamente pedófila. Resume muchas cosas de la filmografía de  Almodóvar. Ahora mismo no se podría hacer porque se la criticarían  demasiado y juzgarían lo incorrecto que tiene. El atrevimiento de esas  películas me parece fascinante.

La secuencia de Javier Cámara

Miguel Ángel Silvestre (Preferimos no colgar la escena elegida por el actor, el final de La piel que habito, para no desvelar la trama. Para ver la película completa, este sábado a las 22.15 h., en La 1)