Balance de la Semana de la Moda de París
- Elie Saab destaca en la jornada de cierre
- La colección de Slimane para Saint Laurent recibe malas críticas
- El look masculino, las geometrías y el dominio del blanco marcan tendencia
9 días, casi 100 desfiles con propuestas de lo más variado pero también con muchos puntos en común. Esta Semana de la Moda de París, que arrancó el 26 de febrero y terminó el 6 marzo, ha cerrado la temporada de desfiles con las colecciones de otoño e invierno 2013/14. Una cita imprescindible con muchos protagonistas. Unos por su buen trabajo; otros, por todo lo contrario. Analizamos en diez puntos, lo que nos deja la Paris Fashion Week.
La sorpresa : Nina Ricci
La colección de Peter Copping para Nina Ricci ha sido uno de los mejores de los vistos en París. El diseñador, inspirado en una publicidad de la casa de los años 70, recoge en cada prenda la esencia de la casa, ese aire de eterno femenino, frágil y bello, que permanece intacto a través del tiempo. Blanco y negro se alían con un tímido nude para contrarrestar el poderío de un rojo intenso, carmín, pasional y picante. Tejidos sensuales, detalles lenceros, patrones cercanos al mundo del ballet y seductores encajes bailaron al ritmo de las piezas de Philip Glass que interpretaron en directo las hermanas Labèque.
La decepción: Saint Laurent
El primer desfile de Hedi Slimane para Saint Laurent dividió a la crítica y ahora se espeaba con ganas la segunda colección para saber qué dirección toma la casa. La propuesta de Slimane, tildada de tomadura de pelo, reinterpreta el estilo grunge con toques de rock&roll y saca a la pasarela minivestidos de flores con camisas boyfriend de cuadros y botas moteras. Los minivestidos de cuero, en varias versiones, han sido de los más feos vistos junto al Sena.
La expectación: Balenciaga
Tras la salida de Nicolas Guesquière todos los ojos estaban pendientes de lo que ofrecería Alexander Wang, el nuevo creativo. El diseñador define una silueta atemporal marcada por la verticalidad, trasladando patrones nocturnos a las salidas de día. Las prendas están muy trabajadas, muy estructuradas, y se combinan para crear un look que podría definirse como la nueva costura minimalista, la nueva modernidad. El negro y el blanco marcan la paleta de color inspirada en las vetas del mármol. Las prendas de cuero agrietado resultan arrebatadoras.
El rumor: Guesquière sustituye a Lagerfeld
El desfile de Chanel estuvo presidido por un enorme globo terráqueo en el que estaban marcados los puntos conquistados por chanel en los últimos años. La casa ha crecido con el buen hacer del capitán, Karl Lagerfeld, y por eso el desfile sonó, en cierta manera (y es mucho aventurar), a canción de despedida. Si le sumamos que Guesquière está en el paro y que es uno de los más queridos por el planeta moda el resultado es un rumor divertido y con mucho morbo.
La prenda: la sudadera
La hemos visto en todas las versiones. Lisas, estampadas, en algodón, con aplicaciones metálicas, con faldas, con pantalones y siempre diferente. La más divertida es la de Alber Elbaz para Lanvin, con un aire rapero de los 80. La más salvaje, la de Giambattista Valli. La más chic, la de Chloé. La sudadera se desprende de su trabajo como prenda deportiva para vivir una segunda oportunidad como prenda chic, capaz de transformar un outfit en segundos. Acepta complementos en metal y la tendencia es combinarla con prendas más sofisticadas.
El estampado: topos
La diplomática ha sido quizá el motivo más repetido pero la entrada con fuerza de los topos se merecen el primer puesto. Los hemos visto grandes y pequeños, , en las prendas y en los complementos. Solos o combinados con otros estampados, y siempre femeninos y alegres. En Miu Miu se adueñaron de la pasarela en atrevidas combinaciones, salpicando pañuelos que se anudan al cuello e incluso en los bolsos. Ungaro los utiliza en diferentes tamaños en blanco sobre fondo negro, a veces mezclados con estampados salvajes.
El detalle: los guantes de Yamamoto
Un objeto de deseo. Hablamos de los guantes que llevan la parte de las uñas pintada de un color diferente. Llamaron la atención los que van en negro con toques en rojo y otras en azul. Se trata de un gran acierto por parte de la casa y eclipsó por completo a la colección, que en esta ocasión es un tanto floja.
La silueta: geométrica
Casi todos los diseñadores han apostado por la línea recta para dibujar chaquetas, hombros, chalecos o abrigos. Balmain, Haider Ackermann, Kenzo o Roland Mouret son algunos ejemplos. Todos han hecho un gran ejercicio de revisión con los códigos masculinos, trasladándolos a los abrigos oversized y las chaquetas que dibujan una silueta geométrica, de claro carácter arquitectónico.
El look: masculino
Lo acabamos de decir. Detalles de la sastrería clásica, estampados de raya diplomática o cuadros, camisas blancas, pantalones, chalecos, vestidos que parecen petos, abrigos varoniles y una gama de colores que balancea entre los negros, grises, burdeos y marino. Stella McCartney firma la propuesta más masculina de todas las vistas en París, y también vemos guiños varoniles en Comme Des Garçons, Chloé, Lemaire, Alexis Mabille o Dries Van Noten.
El color: blanco
Destrona a todos e impone su presencia las 24 horas del día. Los vemos en total look o combinado con negro, en estampados o en detalles. Camisas, pantalones, chaquetas y abrigos se tiñen de talco, mármol, tiza o nieve pero también vestidos de noche para destacar en las fiestas o en las alfombras rojas. Alexander McQueen eleva este color, resultado de mezclar de todos los colores, a un estadio superior, al trono de la moda.