La Fiscalía pide al juez que abra proceso contra el abogado que califica a los mendigos de "plaga"
- El abogado insiste en que son "una plaga que hay que apartar de la sociedad"
- El Colegio de Abogados de Madrid actuará de oficio contra este letrado
- Cuatro neonazis hirieron gravemente a un hombre en 2009 en Madrid
La Fiscalía de Madrid ha solicitado al tribunal de la Audiencia de Madrid que deduzca testimonio contra el abogado Angel Pelluz, de 90 años, por las manifestaciones "ultras" contenidas en su escrito de defensa de los cuatro presuntos 'neonazis' acusados de apalear a un mendigo en 2009.
Así lo ha manifestado la fiscal durante la exposición de su informe de acusación previo a que el juicio quedara visto para sentencia. Una vez que se deduzca testimonio, se trasladará a la Fiscalía el contenido del escrito de defensa del letrado en el que vertía diversas opiniones sobre los indigentes para investigar si ha incurrido en algún delito.
Tras conocer este asunto, el Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) ha expresado también su rechazo al contenido "ultra" de ese escrito y ha adelantado que actuará de oficio al estimar que sus manifestaciones "atentan gravemente contra la dignidad de las personas y de la abogacía".
En su escrito de defensa, el abogado exponía que "la vagancia" y "el constituirse un parásito de lo decente" lleva a la repulsión y a añorar con "nostalgia de tiempos pasados" la Ley de vagos y maleantes de 1933.
"Hay que apartarlos de la sociedad"
Mientras, el abogado Angel Pelluz ha insistido este miércoles tras concluir la vista oral que los indigentes "hay que apartarlos de la sociedad" y en que no hay que permitir que estén tirados en la calle.
Así lo ha manifestado en la segunda sesión del juicio celebrado en la Audiencia de Madrid y que arrancó el martes contra cuatro supuestos acusados de ideología de extrema derecha acusados de apalear a un 'sin techo' en un parque de Moncloa.
En su escrito de defensa, el abogado exponía que "la vagancia" y "el constituirse un parásito de lo decente" lleva a la repulsión y a añorar con "nostalgia de tiempos pasados" la Ley de vagos y maleantes de 1933.
"Hoy empieza a resurgir en círculos políticos que tienden a prohibir la mendicidad, plaga de nuestras ciudades porque hay nostalgias de tiempos pasados", añadía el escrito del letrado defensor, que reconoce añorar la citada ley aprobada en 1933.
“Hay nostalgias de tiempos pasados“
Sobre estas palabras, el letrado ha recalcado que se ha malinterpretado el texto y ha insistido en que su tesis es que hay que apartar a los mendigos de la sociedad, ya que a su juicio no son cívicos al estar tirados en la calle.
Tras recalcar que no está de acuerdo con la agresión que sufrió la víctima y destacar que nunca la ha considerado legítima al ser "execrable", el abogado ha señalado que ese hombre tiene que ser asistido por la sociedad, pero "que no se le permita ni a él ni a nadie estar en la calle". "Esa es mi tesis", ha reiterado y ha criticado que sus palabras se estén desviando en el ámbito político.
"No me merezco lo que recibí"
Por su parte, el indigente que fue presuntamente agredido el 23 de agosto de 2009 por un grupo de cabezas rapadas mientras dormía en un fotomatón ha dicho que no merece la paliza que recibió y ha confesado que no recuerda nada de lo que sucedió aquella noche.
"No me merezco lo que recibí", ha indicado Rafael Santamaría, un mendigo que estaba pasando la noche en la calle Arcipreste de Hita, en el distrito madrileño de Moncloa, y que sufrió un traumatismo craneoencefálico con contusión hemorrágica, que requirió una curación de 541 días.
En el banquillo de los acusados se han sentado Javier R.B., Mykhaylo T., María Leticia G.D. e Iván L.G. , los cuatro jóvenes "cabezas rapadas" procesados por un delito de lesiones, ya que el quinto miembro que participó en el ataque se declaró en rebeldía.
El Ministerio Fiscal y las acusaciones particular y popular han solicitado la penas de doce años de cárcel para los dos primeros acusados como autores y diez años para los otros dos como coautores, al considerar probado que todos participaron en la agresión.
En relación a María Leticia G.D. e Iván L.G., el fiscal ha pedido que en caso de que no se les condene por este delito, se les aplique una pena de dos años de prisión por no auxiliar a la víctima.
Los tres abogados de los procesados han reclamado, por su parte, la libre absolución de sus defendidos, si bien los letrados de Javier y Mykhaylo han culpado a sus respectivos clientes de la agresión.
La víctima ha negado ser un mendigo
En su declaración, el indigente, que sufre un problema de personalidad previo a la agresión, ha afirmado que solo recuerda el momento de tumbarse en la acera y que cuando despertó ya se encontraba en el hospital.
La víctima ha negado ser un mendigo, al explicar que tuvo que pasar la noche en la calle debido a que la grúa se llevó su coche y no tenía dinero, ya que él reside en Zamora donde tiene casa y trabajaba como masajista antes de la agresión, si bien ahora no encuentra trabajo por las lesiones causadas.
En la vista oral han intervenido también los dos únicos testigos presenciales, una pareja que ha relatado desde su coche observaron a un grupo en el que una persona propinaba patadas a otra que estaba en el suelo.
No se bajaron del vehículo por miedo, han explicado, dado que por la vestimenta de esas personas pensaron que pertenecían a un grupo neonazi y esperaron a que se fueran para socorrer a la víctima y llamar al 112.
Los cuatro neonazis niegan la agresión
En el turno de última palabra, los cuatro acusados han rechazado ser los responsables de la agresión así como ser miembros de un grupo de extrema derecha.
"Estoy de acuerdo con el fiscal en que es de cobardes agredir a alguien que está durmiendo en la calle", ha explicado Mykhaylo, mientras que Javier ha reconocido que lo único que hizo mal aquella noche fue "estar en el sitio menos adecuado".
Iván ha declarado que "jamás haría ni permitiría" que nadie hiciera algo así, y María Leticia ha negado estar presente en el lugar junto al grupo.
Al lugar de los hechos acudieron dos policías nacionales, quienes han comentado que la víctima se hallaba junto a un fotomatón rodeado de un charco de sangre.
Debido a las secuelas, han precisado los médicos forenses, el indigente no puede realizar ningún trabajo que necesite de mucha atención, y han agregado que la agresión ha transformado más su personalidad.
El hermano de la víctima, Luis José, ha apuntado que Rafael "tiene problemas para relacionarse y no es capaz de mantener conversaciones fluidas", cuando antes era una persona "afable y con mucha relación con la gente".
Por su parte, el policía encargado de la instrucción y que es inspector de un grupo de investigación de ultraderecha, ha subrayado que localizaron a los cabezas rapadas por las cámaras de seguridad de un bar cercano al que acudieron después de la agresión, y tras hablar con Javier, quien les "contó todo".