Bruselas propone limitar las indemnizaciones por retrasos y cancelaciones de vuelos
- La compensación se produciría con retrasos de más de cinco horas
- No pagarán hotel en vuelos de menos de 80 plazas y 250 kilómetros
- Ryanair se ha quejado del coste de la actual normativa
La Comisión Europea (CE) ha propuesto limitar las indemnizaciones que deben pagar las aerolíneas a los pasajeros por retrasos y cancelaciones. Bruselas considera que el coste que impone la normativa actual puede ser desproporcionado, tal y como han denunciado compañías de bajo coste como Ryanair.
Según las nuevas reglas, que deben ser aprobadas por la Eurocámara y los Gobiernos, las compañías aéreas solo tendrán que compensar por retrasos de más de cinco horas (en lugar de tres horas en la actualidad) y pagarán como máximo tres noches de hotel.
Las normas obligan a las aerolíneas a proporcionar comida y alojamiento a los pasajeros afectados por retrasos y cancelaciones. No existen límites a esta asistencia, lo que puede "hacer peligrar su supervivencia financiera" en casos como la crisis de las cenizas volcánicas.
Solo tres noches de hotel
El Ejecutivo comunitario propone que el alojamiento se limite a tres noches en caso de circunstancias excepcionales. Además, la compañía no estará obligada a pagar el hotel a los pasajeros de vuelos de menos de 250 kilómetros con aeronaves de menos de 80 plazas. De lo contrario, alega Bruselas, los costes "podrían ser desproporcionados en comparación con los ingresos del transportista".
Este límite no se aplicará a los pasajeros con movilidad reducida, las personas que los acompañen, los menores no acompañados, las mujeres embarazadas, ni las personas con necesidades médicas específicas.
Respecto a los vuelos en conexión, Bruselas determina que se prestará asistencia tras dos horas de retraso y fija además en cinco horas (en lugar de las tres horas establecidas en la jurisprudencia del Tribunal de Luxemburgo) el plazo a partir del cual los pasajeros podrán pedir una compensación por retraso en vuelos dentro de la UE e internacionales de menos de 3.500 kilómetros.
En el caso de los demás vuelos internacionales, el límite es de nueve horas para vuelos de menos de 6.000 km y 12 horas para vuelos de más de 6.000 km. El objetivo es dar a las aerolíneas un plazo razonable para resolver el problema y animarlas a efectuar el vuelo, en vez de cancelarlo.
Nuevos derechos
La propuesta de Bruselas precisa algunos derechos de los pasajeros y crea otros nuevos. En primer lugar, define las circunstancias extraordinarias en las que las compañías no están obligadas a indemnizar. Se trata de catástrofes naturales o huelgas de controladores, aunque no deben considerarse así los problemas técnicos durante las operaciones de mantenimiento.
Las aerolíneas deben dar información a los pasajeros sobre los retrasos, como muy tarde 30 minutos después de la hora prevista de salida. En caso de que no pueda ofrecer una ruta alternativa al pasajero en sus servicios en un plazo de 12 horas, deberá hacerlo con otra compañía u otro modo de transporte disponible.
Entre los nuevos derechos destaca el de poder utilizar el billete de vuelta aunque no se haya usado el de ida, y el poder rectificar errores en el nombre o apellidos en el billete hasta 48 horas antes de la salida.
Nuevos derechos relativos a la pérdida de equipaje
Las aerolíneas deberán ofrecer a los pasajeros con movilidad reducida la posibilidad de declarar el valor real de los equipos de movilidad al facturar el equipaje y, por lo tanto, de aumentar el límite de responsabilidad del transportista hasta su valor real.
Respecto al transporte de instrumentos musicales, las compañías tienen que permitir llevar en la cabina de pasajeros los más pequeños y deberán indicar claramente las condiciones en que se van a transportar los de mayor tamaño en la bodega de carga.
Además, según la propuesta, los transportistas aéreos tendrán que facilitar directamente en el aeropuerto formularios para la presentación de reclamaciones, que las aerolíneas deberán considerar válidas.
La IATA "decepcionada" con los cambios
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha recibido con "decepción" la propuesta de la Comisión al considerar que crean costes innecesarios para la industria aérea.
"Muchos de los cambios propuestos serán difíciles de hacer cumplir por los gobiernos y agregan costes innecesarios que, en última instancia, irán en detrimento de los intereses de los pasajeros", ha señalado la entidad que agrupa a 240 aerolíneas del mundo y que representan el 84% del tráfico aéreo.
Entre los aspectos concretos que cuestiona figura el planteamiento de establecer medidas especiales para vuelos de conexión. Éstas, ha precisado, colocan todo el peso de la compensación por retrasos en el operador del primer vuelo, una cuestión que relaciona con la reticencia de las compañías europeas para ofrecer conexiones de larga distancia.
También ha criticado que la CE quiera obligar a las aerolíneas a colocar a sus pasajeros en otras compañías o medios de transporte en caso de un vuelo cancelado o de que no haya asientos disponibles en sus aeronaves en un lapso de doce horas. "No hay límite en el coste o en la clase del servicio", según la proposición europea.