Dos testigos afirman que advirtieron al 112 de la conducción peligrosa de Ortega Cano
- Dos jóvenes han testificado este miércoles ante la jueza que lleva el caso
- Han explicado que el extorero invadió el carril contrario y paró en un bar
El juicio iniciado este martes contra el torero José Ortega Cano por un accidente de tráfico mortal sucedido en 2011 ha recibido hoy el testimonio de un joven que coincidió con él en una carretera y llamó al 112 para denunciar "varias infracciones", como es adelantar con línea continua y acercarse de forma peligrosa a su coche.
El testigo Álvaro R.D. ha relatado a la juez que Ortega Cano circulaba por la carretera entre las localidades sevillanas de Villaverde del Río y Burguillos y se acercaba y alejaba de su propio coche hasta el punto de que pensó que era una broma.
El todoterreno paró en un bar
Al entrar en la segunda localidad, el todoterreno del torero le adelantó en un paso de cebra con badén saltándose la línea continua y luego siguió 500 metros por el carril contrario. Por ello, la novia del testigo, que lo acompañaba, llamó al 112 para denunciar los hechos porque pensaban "que había cometido varias infracciones, que podía causar un accidente y ponía claramente en peligro la vida de la gente".
El incidente ocurrió una hora y media antes del accidente sufrido por Ortega Cano, el 28 de mayo de 2011, y el testigo vio posteriormente que el todoterreno paraba en un bar, su conductor hacía un gesto de abrir la puerta y vomitar y luego entró en el establecimiento dejándose las luces encendidas y el motor en marcha.
140 kilómetros por hora, según otro testigo
Un segundo testigo del accidente de tráfico ha dicho, por su parte, en el juicio que minutos antes de la colisión el acusado, circulando a unos 140 kilómetros por hora, adelantó su coche y a otra furgoneta muy cerca de una curva con doble línea continua. El joven Francisco José R.A. ha dicho en el Juzgado Penal 6 de Sevilla que, poco antes de las 22.00 horas del 28 de mayo de 2011, circulaba por la carretera entre las localidades sevillanas de Burguillos y Castilblanco de los Arroyos cuando, "faltando veinte o treinta metros para una curva", el todoterreno del torero empezó a adelantarle pese a que "no se veía lo que había al otro lado de la curva".
El testigo ha explicado que en ese tramo había una doble línea continua y pensó que el todoterreno iba a adelantarle sólo a él, pero le llamó la atención porque siguió acelerando y rebasó también a la furgoneta que circulaba delante de él. A continuación se alejó de ellos a gran velocidad y minutos después el testigo se encontró la colisión en la que falleció Carlos Parra, de 38 años, tras impactar su Seat Altea con el todoterreno de Ortega Cano.
Este testigo, al igual que otro joven que una hora y media antes del accidente denunció la conducción temeraria del torero al 112, ha negado la versión de Ortega Cano de que aquella noche nunca superó los 80 kilómetros por hora. Este joven ha asegurado que él mismo circulaba a unos 80 kilómetros por hora y Ortega Cano "iba a gran velocidad", que ha situado entre 140 o 150 kilómetros por hora.
Hoy ha declarado también Francisco Javier Valseca, médico de guardia en Burguillos y primer sanitario que llegó al lugar del accidente, quien ha relatado que Ortega Cano estaba consciente y no le apreció olor a alcohol, si bien ha precisado que en la calzada había aceite y otros fluidos y que su prioridad era salvarle la vida pues estaba a punto de entrar en shock.