Portugal tendrá hasta 2015 para reducir el déficit y aplicar los recortes, un año más de lo previsto

• Es la segunda relajación del objetivo portugués en seis meses
• El déficit podrá quedar en el 5,5% este año, en lugar del 4,5% previsto
• La troika acepta que los recortes se hagan en tres años, en vez de en dos

La troika ha concedido a Portugal un año más para reducir su déficit público por debajo del 3%: en lugar de 2014, tendrá que lograrlo en 2015. Esa ampliación del plazo se ha conocido tras aprobar la séptima evaluación al cumplimiento por parte del país de las condiciones impuestas por el rescate que le concedieron en mayo de 2011 la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Los nuevos límites del déficit son de 5,5% del PIB en 2013, el 4% en 2014 y el 2,5% en 2015", ha asegurado el responsable de Finanzas luso, Vítor Gaspar, en una rueda de prensa convocada para presentar las conclusiones del examen trimestral de la troika (integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI).

Esta flexibilización de los plazos marcados a Portugal es la segunda relajación concedida en medio año, ya que en septiembre pasado se rebajaron para situarlos en el 4,5% este año (5% antes), el 2,5% el que viene y el 2% en 2015.

Según reconoce la troika en su comunicado,"las previsiones de un crecimiento más débil requieren un ajuste de la senda del déficit", ya que -admite- "con un menor crecimiento y un mayor desempleo se reducirán los ingresos y aumentarán los gastos sociales".

Disparidad en las cifras del déficit de 2012

El año pasado, el déficit público portugués terminó en el 4,9% del PIB, según Gaspar. Eso para el Gobierno luso, ya que como la oficina estadística Eurostat ha rechazado contabilizar los ingresos obtenidos de la concesión de los aeropuertos portugueses, el déficit tenido en cuenta por las instituciones europeas subió hasta el 6,6% en 2012.

El resultado de la evaluación de la troika a Portugal "ha sido positiva", según el ministro de Finanzas, por lo que autoriza la entrega en mayo del octavo tramo del rescate, unos 2.000 millones de euros.

Tras este pago, "habremos recibido casi el 90% de la ayuda financiera del programa" dotado de 78.000 millones de euros, ha explicado Gaspar, quien asegura que el rescate concluirá "como estaba previsto" en junio de 2014, aunque la exigencia de reducir el déficit se extenderá hasta 2015.

Según el ministro portugués, esta nueva relajación de los objetivos de déficit marcados por Bruselas deriva del deterioro de la coyuntura económica, un agravamiento que ha llevado al Gobierno luso a empeorar de nuevo sus previsiones: su economía caerá un 2,3% este año, en lugar del 1% estimado hasta ahora.

"Con el agravamiento de la recesión, el paro continuará aumentando hasta alcanzar un 18,2% de media este año" y hasta el 18,5% en 2014, ha señalado Vítor Gaspar.

Así, ha reconocido que el desempleo podrá batir incluso un máximo histórico este año y alcanzar un nuevo pico al superar el 19% en el último trimestre de este ejercicio, "comenzando a disminuir sólo en 2014", aunque lentamente.

Para el ministro de Finanzas, estas previsiones sobre el desempleo son "muy preocupantes", ya que el paro "es una experiencia traumática" y un "flagelo personal y familiar".

Desde mayo de 2011, cuando las autoridades lusas y la troika acordaron un severo programa de ajustes económicos como contrapartida por el rescate financiero, Portugal ha empeorado sucesivamente sus previsiones de recesión y desempleo.

Más recortes en servicios sociales y despidos de funcionarios

Según el responsable económico, la troika ha admitido también la propuesta del Gobierno conservador luso de acometer la reforma del Estado luso en tres años (2013, 2014 y 2015) y no en dos como estaba previsto inicialmente, lo que en la práctica concederá al país un año más para recortar 4.000 millones de euros de gasto.

Esta reforma estatal ha monopolizado durante los últimos meses el debate político en Portugal, ya que el Ejecutivo del conservador Passos Coelho estudia en qué áreas puede lograr estos ahorros y prevé recortes en servicios sociales como la Sanidad o la Educación, tal y como le aconsejó el FMI en un informe divulgado en enero.

Dentro de esta estrategia, para 2013 el objetivo será conseguir un ahorro adicional -es decir, no incluido en las medidas contempladas en los Presupuestos- de 500 millones de euros, que parcialmente prevé lograrse con un programa de "rescisiones [de contratos] por mutuo acuerdo" en la función pública.