Chipre vota el rescate este lunes, sin que las condiciones estén aún definidas
- El Eurogrupo estudia replantear los impuestos sobre los depósitos bancarios
- Todos los que tengan dinero en el país tendrán que pagar entre el 6% y el 10%
- La quita se compensará con bonos sobre la explotación de gas
- Los bancos del país no abrirán hasta el próximo miércoles
- Se espera una respuesta negativa en los mercados este lunes
Las condiciones del rescate a Chipre se están negociando aún y podrían cambiarse los impuestos extraordinarios de los depósitos privados. Así lo ha confirmado un portavoz del vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Renh, que ha explicado que podría rebajarse el porcentaje de quita para los depósitos inferiores a 100.000 euros al entorno del 3%, y subirse a los que supreren esta cantidad hasta el 12,5%.
El Parlamento de Chipre se reúne este lunes para votar si acepta o no la nueva tasa que se impondrá a los depósitos bancarios a cambio de un rescate de 10.000 millones de euros del Eurogrupo. El presidente del país, Nikos Anastasiadis, necesita nueve votos además de los de su partido para sacar adelante el acuerdo o enfrentarse, según sus palabtas a la bancarrota.
De los 29 votos necesarios, el partido conservador cuenta con los 20 votos de sus diputados, mientras que comunistas, socialistas y verdes se inclinan por votar en contra. Los centristas se mantienen indecisos, mientras todos los partidos analizan las condiciones impuestas por el Eurogrupo.
La quiebra o la quita
En un discurso televisado, Anastasiadis ha señalado, tras asumir un Estado en quiebra hace dos semanas, en la sesión del Eurogrupo del viernes se le plantearon, a modo de chantaje, dos soluciones: la quiebra o la quita.
"La primera hubiera conducido a la quiebra, pues habría llevado al Banco Central Europeo a interrumpir la ayuda extraordinaria para mantener la liquidez de los dos principales bancos", dijo para añadir que la segunda opción, la de la quita, acabará llevando al país a la recuperación económica.
El presidente prometió que el Estado devolverá a los propietarios de depósitos que los mantengan durante más de dos años la mitad del impuesto pagado, a través de bonos sobre los futuros ingresos del gas.
Chipre cuenta en sus aguas marítimas con grandes reservas de gas, que espera poder explotar en los próximos años.
Descontento en las calles
A la vista del revuelo político y social causado por las medidas, el presidente tuvo que optar por retrasar un proceso legislativo que se pretendía cerrar con máxima urgencia, para evitar un caos en el sistema financiero.
Además, y por orden del Banco Central, los bancos se mantendrán cerrados al menos hasta el miércoles, con la posibilidad de que la medida se alargue más días.
En un principio estaba prevista su reapertura tras la festividad del Lunes de Carnaval, que se celebra mañana.
"Despertarse y darse cuenta de que parte de tu vida, de tus fatigas y de tus sueños han sido robados, no es algo fácil de entender ni de aceptar", dijo a Efe Maria Filipu de 54 años, contable jubilada.
Nada más conocerse la noticia en Chipre, la gente salió a la calle para retirar fondos de sus cuentas, pero se encontró con que los bancos cooperativos, los únicos que abren en sábado, habían recibido la prohibición de permitir transferencias bancarias.
Poco después, estos bancos cerraron sus puertas y las colas se mantuvieron ante los cajeros automáticos, donde los ciudadanos se aprestaban a sacar el máximo permitido por día, 1.000 euros.
La reacción de los partidos
La mayoría de los partidos políticos han reaccionado con indignación al programa del Eurogrupo, que contempla un impuesto extraordinario de un 9,9 % a todos los depósitos superiores a los 100.000 euros y del 6,7 % a los inferiores.
"La decisión del Eurogrupo no tiene precedentes y entierra definitiva e irrevocablemente el fundamento básico de la UE, que es el principio de la solidaridad", indicó el partido socialdemócrata EDEK en un comunicado.
"Rechazamos plegarnos a este chantaje", agregó EDEK, que pidió renegociar el acuerdo.
El partido conservador DISY tiene 20 escaños, necesita el respaldo de los nueve diputados del partido que le apoyó en las elecciones, el centrista DIKO, algo que no parece asegurado.
Según señalan varios medios, uno de los diputados de DIKO parece dispuesto a negarle el apoyo.
El resto de las formaciones han dejado entrever su rechazo, como el partido comunista AKEL, del último presidente Dimitris Christofias, que tiene en el Parlamento 19 escaños.
Con toda probabilidad, se sumará a este rechazo el único representante del movimiento de los ecologistas y los dos diputados del partido de centroderecha EVROKO, aunque hoy su presidente, Nikos Siuris, evitó dejar clara su postura.